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Feijóo pide unidad a los españoles ante el «despotismo sanchista» que amenaza a España

Anuncia que llevará la deflactación del IRPF al Congreso y que revisará «una por una» todas las subidas de impuestos del Gobierno

                        Alberto Núñez Feijóo, en el cierre de la Interparlamentaria del PP en SevillaEFE

 

Alberto Núñez Feijóo bajó este domingo el telón a la Interparlamentaria con la que el Partido Popular ha exhibido en Sevilla músculo y lo hizo apelando a la unidad de los españoles para hacer frente al «despotismo sanchista». Un rictus antidemocrático con el que Feijóo se comprometió a acabar, como prometió hace tres años en esta misma ciudad. «No voy a parar hasta que los españoles tengan un gobierno fiable», señaló.

El presidente del PP, arropado por buena parte de sus más de 700 parlamentarios, acusó al Ejecutivo de Sánchez de recaudar más y gastar peor que nunca. «Los españoles trabajan duro para dedicar más del 30% de sus ingresos para pagar impuestos. Y el dinero ganado honradamente por la gente, tiene que ser gastado honradamente por los políticos. Por eso, los españoles sabrán en qué ha tirado el Gobierno cada euro público malgastado en estos años. Vamos a revisar cada una de las 97 subidas de impuestos. Y por eso vamos a volver a pedir que el Gobierno que rebaje el impuesto de la renta y lo adecúe a la inflación», apuntó Feijóo, quien habló del peligro de un «Gobierno que no cumple la Constitución».

Fuentes del PP explicaron que llevarán al Congreso y al Senado sendas proposiciones no de ley para pedir al Gobierno esta deflactación del IRPF con el objetivo, no solo de que el Ejecutivo la atienda, sino que sus socios se retraten ante los españoles. «Pediremos que esa deflactación, que pondría más dinero en poder de los españoles, se produzca con carácter retroactivo. Un país con sueldos bajos, impuestos altos, inflación elevada y vivienda cara es un país en el que las opciones de construir un futuro se complican. Especialmente, para los jóvenes», señalan estas fuentes.

El PP aspuesta por utilizar su músculo en las Cortes para hacer oposición al Gobierno a pesar de los últimos movimientos del Ejecutivo, que ha impedido, por ejemplo, que se voten en el Congreso unas enmiendas aprobadas por el Senado. «El despotismo del Ejecutivo se manifiesta de tres maneras: se impide debatir, se incumple lo votado y se incumple la Constitución. Son las tres características del despotismo sanchista que ha puesto en peligro a España», explicó Feijóo, quien conminó a Sánchez a presentar los Presupuestos Generales del Estado, como obliga la Constitución. «Jamás pensé que en España habría un Gobierno que no cumpliera la Constitución y presentar los presupuestos es una obligación constitucional».

El líder del PP dejó entrever que, tres años después de su llegada a la presidencia del partido, el cambio es solo cuestión de tiempo. «Ganamos las generales, pero el PSOE prefirió la deshonra y el desgobierno a un gobierno vencedor. Nos dieron por vencidos y hoy somos el rival a batir por todos: derecha o izquierda. Somos el futuro político de España y no voy a parar hasta que los españoles tengan un Gobierno del que fiarse y lo conseguiremos. Conseguiremos un Gobierno que no mienta, que sea honesto, que cumpla sus compromisos«, dijo justo antes de ser aclamado de nuevo, al grito de presidente, como en aquel mes de abril de 2022.

Feijóo habló de llegar a La Moncloa como objetivo, pero incidió también en el camino. «No lo haremos mediante atajos. Llegaremos más tarde, pero llegaremos bien. No renunciaremos a los principios ni a los compromisos votados en las urnas. No nos someteremos al chantaje de nadie ni a mercadear con el interés de la nación. El cambio será con valores o no será», apuntó.

Mientras llega ese momento, Feijóo apostó por seguir «trabajando por los españoles» ofreciéndoles una «alternativa» real. En ese punto, criticó que el Gobierno tenga dinero para «controlar empresas privadas y no para los enfermos de ELA», en referencia a los 2.000 millones gastados en Telefónica. «También hay dinero para que un grupo de sirvengüenzas se lo pasen bien, pero no para aliviar la situación de las familias que no llegan a fin de mes», apuntó, antes de apelar de nuevo al espíritu de la calle.

«Es nuestro deber mostrar que hay otro camino. Seamos más que nunca el primer partido de los españoles. Los primeros representando sus intereses y los primeros a su servicio. Es verdad, nos enfrentamos al peor Gobierno de España, el que menos escucha y el mas arrogante. Así que llevemos la calle a los parlamentos y hagamos que los parlamentos salgan a la calle. Después de tres años cada día lo tengo más claro, no vamos a ser el partido que nos digan que tenemos que ser, sino el que España necesita. Que sigan huyendo ellos de la realidad y los problemas de los parlamentos», concluyó.

 

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