Feijóo supera los 140 escaños tras la moción y la irrupción de Sumar
La división de la izquierda les penaliza entre tres y siete escaños, aunque crezcan en votos, mientras que el PSOE pierde una treintena de asientos
El PP ganaría hoy las elecciones con el 33,1% de los votos, y entre 142 y 144 escaños, según la encuesta de NC Report que recoge ya el impacto de la segunda moción de censura de Vox contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la irrupción oficial en la batalla política de Sumar, la plataforma que lidera la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Los populares crecen tres escaños con respecto a la última encuesta de febrero, ganan casi tres millones de votos con respecto a las últimas elecciones generales y entre 53 y 55 escaños. Génova trabaja con el objetivo de que las elecciones autonómicas y municipales sean un trampolín que les impulse hacia las generales para conseguir un gobierno en solitario, de ahí que su estrategia consista en plantearlas como unas primarias de los comicios de diciembre.
La mayoría del bloque del centroderecha se mantiene sólida, aunque en este sondeo Vox cae con respecto a la última medición, en un trasvase directo al PP de tres diputados. El partido de Santiago Abascal terminó 2022 con 613.856 votos menos respecto a las generales de noviembre de 2019. En la anterior encuesta, previa a la moción de censura, subió a 44-46, y en este último sondeo, después del debate parlamentario, cae a los 41/43, lo que implica que perdería entre 9 y 11 escaños respecto a 2019. En la actualidad ocupa 52 bancos en el Congreso.
A menos de dos meses de las elecciones autonómicas y municipales, la horquilla del PP se eleva a niveles parecidos a los que consiguió al calor del primer impacto de la derogación del delito de sedición, cuando llegó a los 143/145 escaños frente a los 90/92 en los que se quedaba el PSOE. Sin embargo, el partido de Pedro Sánchez cae hoy por debajo de aquella referencia, hasta situarse en los 89/91 diputados. En el camino desde las últimas generales se deja 1.473.273 votos y una treintena de escaños. En porcentaje de voto cae hasta el 21,9% respecto al 28% que consiguió en noviembre de 2019.
La división de Unidas Podemos en Podemos y Sumar lleva a que la suma de estos dos partidos por separado se quede en la horquilla de los 31/35 diputados frente a los 38 que ocupa actualmente en la Cámara Baja. La operación del tándem entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz no sería el revulsivo que Moncloa ha diseñado si no consiguen que Pablo Iglesias acepte integrarse en las nueva plataforma de Díaz. Incluso creciendo en 378.521 votos con respecto a lo que consiguió Unidas Podemos en 2019, la fragmentación del bloque ideológico de la izquierda penaliza a las expectativas de Sumar y también a las de Sánchez.
En este entorno, PP y Vox alcanzarían los 183-187 diputados, muy por encima de los 176 necesarios para tener la mayoría absoluta. El PP trabaja con el objetivo de los 150 escaños porque cree que esa barrera le permitiría gobernar en solitario. La izquierda, sin embargo, se quedaría en la horquilla de los 120-126 diputados.
Estos datos indican que Moncloa se equivocó en sus cálculos de que la moción de censura, y debates incómodos para el PP, como el del aborto, eran útiles para poner sordina la crisis de la coalición por la ley del «sí es sí» y al desgaste de la candidatura de Sánchez. La fragmentación del bloque ideológico situado a la izquierda del PSOE puede tener una influencia decisiva sobre el resultado en las elecciones generales que se celebrarán a final de año: si el voto que en 2019 aglutinó Unidas Podemos concurre a la próxima cita electoral bajo dos marcas diferentes el bloque de izquierdas sufrirá una decisiva penalización a la hora de obtener escaños, especialmente en las provincias de tamaño medio y pequeño.
En el lado independentista, ERC se enfrenta al riesgo de perder un escaño de los 13 que tiene hoy en el Congreso, que iría a Junts. Los de ERC y el partido de Carles Puigdemont mantendrán un duro pulso en las municipales de mayo. La cúpula de Junts ha comenzado un proceso de distanciamiento del prófugo ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y el secretario general del partido, Jordi Turull, está aprovechando la confección de las listas electorales para arrinconar al sector más independentista de Junts y dar prioridad a antiguos cargos de Convergencia. Los partidarios de Puigdemont son los que peor parados salen y eso no ha sido nada bien visto en Waterloo, aunque esta estrategia permite a Turull atraerse al PDeCAT. La salida de Junts para librarse de Puigdemont es colocarle en la lista europea, que no será exclusiva de JxCat sino una coalición europeísta con otras fuerzas, por lo que él tendría encaje como el representante de Cataluña.
Por fidelidad de voto, el PP llega al 96,5 por ciento, y solo un 2,3 por ciento de sus votantes de las anteriores generales declara que apoyaría a Vox. Este último partido es el segundo en fidelidad de voto, con el 76,6 por ciento. De los votantes de Unidas Podemos, hasta un 51,5 por ciento asegura que hoy votaría a Sumar, y un 36 por ciento se quedaría con la marca de Pablo Iglesias, con porcentajes pequeños que se repartirían también entre la abstención y el PSOE. De los votantes socialistas, un 9,8 por ciento asegura que votaría al PP, mientras que un 8,3 por ciento se fuga a la abstención.