France Gall

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France Gall fue una popular cantante francesa, icono del movimiento ye-yé .

Nació en París en 1947 y en el seno de una familia de intérpretes y compositores. Su abuelo fue Paul Berthier, fundador de la coral que inspiró la película Los chicos del coro (2004), y su padre compuso temas para Édith Piaf y Charles Aznavour.

Debutó a los 16 años, en 1963, con la canción Ne sois pas si bête. Un año más tarde conocería a Serge Gainsbourg, que le compuso éxitos como N’ecoute pas les idoles o Laisse tomber les filles.

Se consagraría dos años después en el Festival de Eurovisión, donde representó a Luxemburgo con otro tema de Gainsbourg, la mítica Poupée de cire, poupée de son, la canción vencedora del certamen ese año. Convertida en un referente de chica ye-yé en toda Europa, con los años renegaría de aquel movimiento. “Borraría ese periodo. He conservado de él un recuerdo de malestar. No había escogido cantar ni exponerme. Las canciones no me pegaban, aunque adore las de Gainsbourg. Para los demás era un personaje turbio, con la identidad enmarañada”, contaría al periódico Le Monde en 2004.

Con la década de los setenta y tras un escándalo con el doble sentido de una canción compuesta precisamente por Gainsbourg, comenzaría el proceso de emancipación de Gall que, hasta ese momento, había estado a la merced de figuras masculinas. En 1974, La déclaration d’amour marcó el inicio de un nuevo ciclo musical y sentimental.

Se casó con Michel Berger y gracias a él, «renacería», según sus propias palabras. El resto de su carrera permanecería vinculada a él. Juntos grabarían grandes éxitos de los setenta y ochenta, como el musical Starmania, y temas como Musique, Si maman si, Évidemment o Ella elle l’a, homenaje a Ella Fitzgerald que triunfó a nivel mundial.

Tras la muerte de Berger en 1992 por un ataque al corazón, le diagnosticaron un cáncer de mamá y poco después fallecería su hija Pauline. Gall decidiría retirarse de la música definitivamente. Murió en París en 2018.

Referente para muchas cantantes posteriores, se le considera una de las fundadoras de eso que se conoce como el ‘chic’ francés. Su media melena, el flequillo, el vestido baby doll, las boinas, los jerseys a rayas , los zapatos planos o los looks deportivos, fueron y siguen siendo una estética ganadora que ella vistió antes que nadie.