Frei Montalva en la historia
En el 33° aniversario de la muerte de Eduardo Frei Montalva.
Un país sin Historia está destinado a ser siempre huérfano y derivar en la oscuridad de una tormenta nocturna sin nunca amanecer.
Por otra parte, por la puerta grande de la posteridad venerada por la multitud, entran sólo los elegidos por su pueblo y por incontables nuevas generaciones. Las que –aunque no los hayan conocido personalmente—sienten en el fondo de su alma la necesidad de participar de la grandeza humana, como tal pasajera y no siempre victoriosa, pero cuya luz que guía no se extingue.
Así con O´Higgins, con doña Javiera Carrera, con Prat, con Andrés Bello, con Balmaceda, con el Padre Hurtado, con Clotario Blest, con Alessandri del año 20, con Aguirre Cerda, con Gabriela y con Neruda. Con hombres públicos, Presidentes y políticos más cercanos en el tiempo.
Pero ya es la hora de hablar de Eduardo Frei Montalva, 35 años después de su muerte por asesinato. Ganando o perdiendo elecciones sus sucesores, y el pueblo que no olvida lo exalta en altar cívico. Es necesario recordar, parodiando a Malraux cuando recibe en nombre de la Francia las cenizas de Jean Moulin el lider de la Resistencia torturado hasta morir, y dice: “¿Sin la ceremonia de hoy cuántos niños franceses sabrían su nombre?” Después de la muerte de Eduardo Frei Montalva han nacido siete millones trescientos mil niños y niñas chilenos que, a su tiempo, van a querer saber de él y su tiempo.
Fue no solamente uno de los más notables en la historia de Chile desde O’Higgins, sino tal vez el único líder chileno reconocido en la esfera mundial entre los grandes del siglo XX. De él dijo el General De Gaulle: “El Presidente Frei es uno de los más grandes estadistas de nuestro tiempo”.
Los y las que pertenecemos a las últimas generaciones que él formó, los que pudimos trabajar con él, tenemos que pasar la antorcha a quienes están ahora en la ruta y a los que vendrán. La relación de todo lo que Frei hizo en su vida pública está ya escrito –aunque no siempre en los textos escolares— incluidos elogios y críticas. No fue solamente el gran estadista y Presidente de la República de grandes realizaciones, también fue un destacado intelectual, un creador de nuevas ideas, un cofundador de un nuevo partido político que ya tiene más de ochenta años y está plenamente activo, un formador e inspirador de juventudes, un gran escritor. Desde “La Política y el Espíritu”, de gran impacto y permanencia, no dejó de publicar. “Chile desconocido”, “Aún es tiempo”, “Sentido y forma de una política”, “Historia de los partidos políticos chilenos”, ”Pensamiento y acción”. “La verdad tiene su hora”. “Un mundo nuevo”, “América Latina: opción y esperanza”. “El mandato de la Historia y la exigencia del porvenir”.”Significación de Maritain en el mundo contemporáneo”. “La Universidad conciencia social de la nación”. “Discurso de la Patria Joven”, “La integración parte incumplida de la independencia nacional”. Hay que tener en cuenta también la gran cantidad de editoriales y artículos en la Revista Política y Espíritu.
Tal vez su máximo legado es el proceso profundo que fue la Revolución en Libertad, que en gran medida modificó para siempre la historia de Chile. Trajo consigo la Reforma Agraria, y la Sindicalización Campesina. La organización y participación organizada del pueblo con las Juntas de Vecinos y los Centros de Madres dentro del Programa de Promoción Popular. La Chilenización del Cobre y de la Telefónica. El Impuesto al Patrimonio. La Reforma Educacional teniendo entre sus metas principales que no quedara ninguna niña y niño chileno sin Escuela Primaria lo cual se logró. En el mismo sentido se aumentó la Primaria obligatoria y con programa de alimentación escolar de 6 a 8 años. Se puso en pleno funcionamiento la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas JUNAEB en todo el país. Se creó el Centro de Perfeccionamiento del Ministerio y se organizo el Plan Extraordinario de Formación de nuevos Profesores para atender de inmediato el incremento sin precedentes de las Escuelas Primarias. Se creó la Junta Nacional de Jardines Infantiles. Se dictó y se aplicó la primera Ley de Deportes y Recreación.
Se construyeron 241.000 viviendas para los sectores más pobres y adicionalmente 71.000 soluciones habitacionales en la Operación Sitio. Se creó el Ministerio de Vivienda y Urbanismo y se continuó con el Sistema de Ahorro y Préstamo. En el Gobierno de Frei se aprobó el Plan Juan Parroquia para la construcción de un Metro en Santiago. En mayo de 1969 se inició su construcción.
En política internacional su gobierno impulsó los organismos latinoamericanos como el Pacto Andino. Estableció relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y otros países, fue el primer gobernante chileno en efectuar visitas oficiales a Italia, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Se opuso a la invasión norteamericana a la República Dominicana para derribar al gobierno constitucional, y así votó el Embajador Magnet en el Consejo de la OEA.
Es imposible con la sola memoria de quien esto escribe recordar cada una de las grandes obras de su gobierno. Los invito fraternalmente a que las agreguen.
La grandeza de Frei tuvo sus más sólidos fundamentos en su honradez a toda prueba. Compartida por su familia. Su lealtad a la palabra empeñada. Su total transparencia.
Parece necesario citarlo en situaciones ejemplares. Todo el país lo oyó en un momento álgido de su campaña presidencial, afirmar: “No cambiaré ni una coma de mi Programa ni por un millón de votos”. Y así fue.
En un recurrente tema tan presente en nuestro días, en abril de 1963 en su Conferencia en la Universidad de Notre Dame, Estados Unidos, [revista Ercilla, abril 24 de 1963] afirmó lo siguiente:.
“Los anticomunistas del miedo, del <<orden>>, de la fuerza, están condenados al fracaso y van en permanente retirada. No tienen nada que decirle a la juventud y al pueblo. De ahí la frustración de regímenes creados para imponer el orden. Fundar, por “ejemplo, toda una política en el concepto de la libre empresa, es absurdo. Esto no le “llena el alma ni la inteligencia a nadie».
“La Democracia Cristiana es una respuesta universal y profunda», una “interpretación del hombre y su destino y, como reflejo de ella, una concepción de la persona humana que es la medida del orden social que no puede fundarse ni en el dinero, ni en la clase, ni en la raza, ni en el Estado. En América Latina lo que hay que levantar es al hombre».
“Si se entiende que estar en la izquierda es estar con el pueblo, con los trabajadores, con los pobres, en su lucha por la justicia sin duda estamos en la izquierda».
“Este continente debe hacer también su aporte en la experiencia y variada armonía universal. Yo sueño que ella sea una síntesis de la justicia y de la libertad”.
A varias generaciones Frei, junto al Maestro Castillo, entre otros, nos formó, nos enseñó a ser consecuentes, a discutir con él o con quien fuera si creíamos tener la razón y haberla estudiado a fondo. A sumar y no a restar. A cumplirle siempre al pueblo, a nuestros dirigidos y a nuestros dirigentes. A entender que la política es una misión y no un trabajo más. A respetar la diversidad de los humanos.
Quisiera poder transmitir en lo profundo a nuestras y nuestros jóvenes camaradas lo que fue para nosotros haber trabajado con este hombre estimulante y grandioso que ya está para siempre en la Historia.
A continuación transcribo como sentía Frei a Chile citando tal como presenta sus palabras su biógrafo Óscar Pinochet de la Barra:
“Eduardo Frei ya es parte de la historia patria y no morirá. También es parte de esa otra historia humana, que tampoco muere y se transmite de boca en boca. Pasarán los años, las generaciones se irán sucediendo y una mañana cualquiera en una modesta sala de clases de Lontué o Iquique, o de Santiago, un muchachito leerá estas palabras del Presidente Frei, pronunciándolas lentamente y mostrando las letras con su dedo:
“Tengo un inmenso amor por mi patria
Este Chile es muy hermoso
Tengo confianza en mi país y en los chilenos
Sobre todo en el pueblo
Creo que éste es un país de libertad
Un país que ama la justicia
Que ama la dignidad
Y que ama el trabajo y el esfuerzo
Yo creo que este es Chile” (Eduardo Frei en De Profundis)
17 de enero de 2017