Genaro Arriagada: el “cerebro” de la DC baja sus cartas y entrega (al menos) siete frases explosivas
En entrevista con El Líbero, el más influyente ideólogo DC analiza el momento de la política: “Mayor flexibilidad laboral es beneficiosa para el país y para los trabajadores”; “el único partido de oposición que está haciendo política es la DC”; “la mayor parte de las apariciones del Frente Amplio son sus disensos”; “la ley electoral para la elección de gobernadores es polarizante y debiéramos cambiarla”; “para la DC sería un suicidio ir (a la elección de concejales) con el FA y el PC”; “no creo que Bachelet vaya a estar por ir a la reelección, y si está, sería lamentable”; “Piñera no va a poder cumplir su expectativa más grande, que era una tasa alta de crecimiento”.
Los desbordantes papeles en el living son el reflejo de que su departamento, a pasos de una transitada Américo Vespucio, se ha convertido en el verdadero “centro de operaciones” del ex ministro Genaro Arriagada. Desde ahí maneja su agenda que incluye constantes conversaciones con dirigentes de la esfera política como el líder de la Democracia Cristiana Fuad Chahin, los “Cieplan“, e incluso confiesa haber tenido más de un intercambio con el Presidente Sebastián Piñera.
De hecho, hoy a las 14:00 horas llegará hasta La Moneda, junto al equipo de investigadores de Cieplan, para reunirse con el Mandatario.
Si Arriagada hace más de 30 años fue el “cerebro” de la Concertación desde su secretaría ejecutiva, jefe de campaña del No, titular Segpres durante la gestión de Eduardo Frei y jefe de campaña de Ricardo Lagos; hoy se mantiene en la misma línea como el principal consejero de Chahin. En conversación con El Líbero, el ex ministro, demuestra estar satisfecho con el rumbo que ha tomado la DC, incluso destaca que es “el único partido de oposición que está haciendo política”.
-El principal objetivo de Fuad Chahin, cuando asumió la presidencia de la Democracia Cristiana, fue recuperar el relato y surgieron varias voces que lo pusieron en duda. ¿Se ha logrado el posicionamiento del partido?
-Separaría dos cosas, una es que creo que en el caso de la DC se da la existencia de un presidente del partido que tiene mucho poder interno y se expresa en que él tiene una abrumadora mayoría en la mesa, tiene una gran mayoría en el Consejo Nacional y en la Junta Nacional. Además, tiene el respaldo mayoritario de la bancada de diputados y tiene arreglos bastante fluidos con nuestros cinco senadores. El que tiene poder interno puede hacer dos cosas: simplemente dormirse en los laureles o emplear el poder interno con un objetivo. Una de las grandes virtudes de Chahin es que está utilizando su poder interno para tratar de definir un perfil distinto de la Democracia Cristiana.
-Cuando Chahin comenzó a liderar el partido estaba la sensación de una disidencia activa…
-No me quiero meter en la interna, pero lo que sí diría es que la situación actual es la de un presidente de partido que tiene poder. La segunda cosa es que quiere ejercitar el poder y jugarse ese poder en ciertos objetivos. Eso es un gran mérito en la política.
Una de las grandes virtudes de Chahin es que está utilizando su poder interno para tratar de definir un perfil distinto de la Democracia Cristiana”.
-¿Hoy la DC tiene la “llave” entre el gobierno y la oposición?
-Más importante, y antes que eso, si miro la política chilena de los últimos 120 días, es que el único partido de oposición que está haciendo política es la Democracia Cristiana porque los demás giran exclusivamente en torno a sus problemas internos y las alianzas, si con el Frente Amplio o con la Democracia Cristiana. Eso no es hacer política, es girar en redondo. En cambio, la Democracia Cristiana está haciendo política hacia el gobierno y hacia los partidos de oposición e incluso ha hecho algunos gestos interesantes hacia Evópoli, que el otro día sacó un voto político muy interesante. Fuad Chahin dijo que él naturalmente no formaría parte de una alianza con Evópoli, pero que le parecía importante una relación civilizada y de tolerancia con una derecha liberal no populista. El gran mérito de la Democracia Cristiana es que está haciendo política y el gran desmérito de muchos de los otros partidos es que están girando sobre sus problemas. Por ejemplo, el Frente Amplio hace noticia por sus problemas internos, es una pena porque en un momento determinado a mucha gente joven le pareció como una esperanza. Hoy día, si uno revisa los diarios la mayor parte de las apariciones públicas del Frente Amplio son sus disensos. Y los otros partidos giran en torno a cuán amplias van a ser las alianzas, cuán restringidas. En fin, no creo que eso sea el tema del país.
-La DC marcó un “punto” aprobando la idea de legislar de la reforma tributaria, pero ¿se pone en riesgo para conversar con sus aliados?
-Las alianzas son un falso problema, es bastante más fácil de solucionar. Hay tres elecciones distintas respecto de las cuales nosotros tenemos posiciones distintas porque son sistemas electorales distintos. En materia de gobernaciones se elige un solo cargo, vale decir, 16 gobernadores en elecciones unipersonales y donde gana el que tiene el 40% + 1 de los votos, en ese cuadro no cabe la menor duda que va a haber unidad plena entre todos los partidos de Chile Vamos, por una parte, y todos los partidos de oposición. Si no hay unidad plena en la oposición, le entregamos las 16 gobernaciones a la derecha. Pero en concejales vamos a buscar una alianza que perfile nuestra aproximación a la política que, sin condenar a los otros, es distinta que la del Partido Comunista y del Frente Amplio, y que a veces, ha sido muy cercana con el Partido Socialista, que en este momento estamos todos esperando la elección de mayo (del PS) para que empiece a decir con quién quiere aliarse. En los alcaldes hay que ver una cosa muy puntual porque juegan mucho los factores de liderazgos personales. La Democracia Cristiana, en esta materia, va a tener una aproximación bastante pragmática, que va a ser buscar unidad en el caso de los gobernadores, buscar perfil en el caso de los 2.500 cargos de concejales que se van a elegir y arreglos puntuales para salvar sus más de 40 alcaldes que tiene, donde hay algunos muy fuertes.
La Democracia Cristiana está haciendo política hacia el gobierno y hacia los partidos de oposición e incluso ha hecho algunos gestos interesantes hacia Evópoli”.
-Usted destaca que hay que generar una unidad de la centroizquierda en torno a los gobernadores regionales, pero también ha mirado con distancia un acuerdo con el PC y el FA. ¿Cómo se logra esa combinación?
-Hay una responsabilidad de quienes armaron este sistema electoral porque está hecho para dividir el país. ¿Por qué razón? Divide al país en dos y el que se queda afuera de esa alianza tiene una doble responsabilidad. Primero, no va a obtener ningún cargo de gobernador y, en segundo lugar, va a hacer perder todos los cargos de gobernador a los otros. Si la DC dijera “yo en gobernadores no voy por ningún motivo en alianza con las fuerzas de la ex Nueva Mayoría”, la Democracia Cristiana no obtendría ningún gobernador, pero causaría que la Nueva Mayoría prácticamente no tuviera ningún gobernador. En consecuencia, aquí hay un problema de responsabilidad. Eso lo podemos solucionar si el gobierno accediera a una reforma de la ley electoral, que estableciera que en materia de gobernaciones va a haber segunda vuelta. Para nosotros es difícil la unidad, pero para Evópoli es difícil porque van a tener que ir con José Antonio Kast. Y para José Antonio Kast es difícil la unidad porque va a tener que ir con alguna gente de RN que detesta y con Evópoli. En consecuencia, la ley electoral que determina la elección de gobernadores es polarizante y debiéramos cambiarla, pero creo que el gobierno no la va a cambiar.
-En el escenario actual, ¿cómo se convence a un elector del FA para que respalde a la DC y viceversa?
-Hay que pensar que ese día va a haber tres elecciones distintas. En la de concejales, la Democracia Cristiana va a ir probablemente con otro partido grande y con algún partido chico, y no va a haber una, sino que tres listas. Una lista del Partido Comunista con sus aliados, una del Partido Socialista y la nuestra. En consecuencia, el democratacristiano va a saber que él marca su perfil en la elección de concejales. En los alcaldes la política es muy local.
La Democracia Cristiana va a ser buscar unidad en el caso de los gobernadores, buscará perfil en el caso de los 2.500 cargos de concejales que se van a elegir y arreglos puntuales para salvar sus más de 40 alcaldes que tiene, donde hay algunos muy fuerte”.
-Usted decía que se debía ser “pragmáticos” en la elección de alcaldes…
-Supongamos tenemos una candidata tan fuerte como la Carolina Leitao, sería absurdo que otros partidos quisieran competir con ella. Lo más probable es que la derecha no va a querer competir contra Joaquín Lavín. Creo que el Partido Socialista no va a querer competir con Daniel Jadue. Ahí vamos a tener un peso de las identidades locales mucho más fuerte y lo mismo le va a pasar a la derecha. En consecuencia, este es un problema relativamente pragmático, pero lo que va a medir la importancia de los partidos serán las alianzas que se hagan para la elección de concejales, porque es con representación proporcional. Para la DC sería un suicidio ir con el Frente Amplio y el Partido Comunista, y para el Frente Amplio sería un suicidio ir con la Democracia Cristiana. Para la Democracia Cristiana sería altamente conveniente una lista con el Partido Radical o con el PPD; o una lista con el PPD y el PS, pero hay ciertas listas que para la Democracia Cristiana no son aceptables o tendrían un costo muy alto.
-En este perfilamiento de la DC, ¿es el momento para retomar las conversaciones con militantes históricos como Mariana Aylwin, Gutenberg Martínez o Soledad Alvear?
–Siempre el diálogo está abierto porque tenemos con ellos una vida entera, 30 o 40 años, en que hemos vivido juntos. Son personas muy honorables, no se fueron expulsadas del partido, se fueron en una decisión personal. Si estamos dispuestos a conversar con todos los partidos que conforman la oposición y los partidos de derecha, ¿cómo vamos a negarnos a conversar con Mariana Aylwin, con Gutenberg Martínez y Soledad Alvear?
Para la DC sería un suicidio ir con el Frente Amplio y el Partido Comunista, y para el Frente Amplio sería un suicidio ir con la Democracia Cristiana”.
-¿Cree que ha cambiado la visión de ellos y que ahora estarían dispuestos a dialogar con la DC?
-Habría que preguntárselo a ellos, pero creo que el partido hoy día… hay ciertas encuestas que lo indican, que la Democracia Cristiana tiene alrededor de un 13% de intención de votos y que eso es el equivalente a la intención de votos del Partido Radical, del Partido Socialista, del PPD y del PC. Si eso fuera así, la gestión que ha hecho la actual mesa sería muy exitosa.
-Como usted comentaba, Evópoli aprobó en su voto político “generar puentes con distintas fuerzas políticas”. ¿Eso es algo positivo para la DC?
-Creo que sí, todas las estrategias de polarización destruyen a la Democracia Cristiana. Por eso ha hecho bien Chahin en decir que nosotros estamos en contra de los populismos de izquierda y de derecha, porque si el país se polariza entre un populismo de derecha a lo Bolsonaro o José Antonio Kast y un populismo de izquierda, en ese cuadro nosotros somos los primeros sacrificados. Si el país, en cambio, empieza a buscar políticas de prudencia, de sensatez, de cambios graduales, de mejoramientos relativos de la situación, el país va a girar hacia el centro y en ese cuadro nosotros crecemos.
No creo que Bachelet vaya a estar por ir a la reelección, y si está, sería lamentable”.
-Óscar Guillermo Garretón en entrevista con El Líbero señaló que “Bachelet puede reaparecer si no surgen otros liderazgos en el mundo de la Nueva Mayoría”. ¿Usted lo ve así también?
-Siempre he tenido una misma opinión, un año después de que la Presidenta Bachelet dejó su primer gobierno escribí un largo artículo diciendo que no a las reelecciones, porque creo que aplastan los liderazgos nuevos y crean personalismos en el poder. No estoy diciendo que esto sea producto de los ánimos de la Presidenta Bachelet, estoy diciendo que el hecho concreto es que los liderazgos secan a los partidos. Yo fui contrario, a pesar de que voté por ella, de la reelección de la Presidenta Bachelet. Y si apareciera una tercera candidatura sería todavía más enfático. Creo que hay un sentido de la proporción y no dudo de la buena intención de la Presidenta, pero no creo que ella vaya a estar en eso, y si está sería lamentable.
“Unirse para solo decir no, y no proponer, nos condena al fracaso”
-¿Cómo ha visto el desempeño de gobierno de Sebastián Piñera?
-Creo que el gobierno de Piñera, un año atrás, concitaba la euforia de sus partidarios, hoy día todo el mundo sabe que Piñera no va a poder cumplir lo que era su expectativa más grande de una tasa alta de crecimiento. La última tasa de crecimiento es de 1,8%, que es el promedio que tanto criticaban de la Presidenta Bachelet. La situación de la economía mundial hace pensar que con suerte Piñera va a tener una tasa de crecimiento del orden del 3%. Y por el otro lado, también hay algunos hechos que uno tiene que mirar: el mundo de la derecha, de una manera irracional, creyó que en América Latina había un vuelco hacia la centroderecha. Pero no creo que Bolsonaro pueda enfrentar los problemas tan profundos que tiene Brasil; Macri está terminando muy mal; en Colombia tenemos una situación compleja porque Álvaro Uribe ya ha empezado a tener roces con Duque y a Duque no le está yendo bien. En consecuencia, la situación internacional, si hace un año atrás era muy favorable al espíritu exitista que rodeaba al piñerismo, en un año más va a ser adversa.
-¿En cuanto a la situación interna? Se ha criticado al gobierno en la demora de sus reformas.
–Lo peor que le puede pasar a la oposición es ser radicalizada, que su sentido de unidad la dé la oposición a la derecha. Unirse para solo decir no, y no proponer nos condena al fracaso. Me parece más razonable apostar a hacer mejoramientos sustantivos de reformas que el país quiere. El país quiere una reforma de las pensiones, sería irracional decir que no a la reforma previsional porque va a haber mucha gente pobre que va a decir “ustedes impidieron que a mí me mejoraran el pilar solidario» y eso es un costo que no debemos pagar. Respecto de la reforma de salud, con todo lo que haya que discutir, porque creo que los proyectos no son satisfactorios, ocurre lo mismo. En consecuencia, lo que hay que hacer es tener una dosis de entender que la buena política tiene dos motores: uno es decirle que no al gobierno en lo que estamos en desacuerdo, pero lo segundo es colaborar para los efectos de hacer mejores leyes y mejores políticas.
La reforma previsional, en la forma como la ha planteado el gobierno, me parece que es insatisfactoria. Pero lo peor que podríamos hacer es decir ‘nosotros no vamos a legislar’”.
-Ustedes ya comenzaron ese camino y se ha visto reflejado en las encuestas…
-Lo que la gente quiere no es confrontación sino la construcción de acuerdos, aún cuando las mismas encuestas muestran que lo que hoy día hay como reforma tributaria no es satisfactorio. La buena política consiste en avanzar de esa manera. La reforma previsional, en la forma como la ha planteado el gobierno, me parece que es insatisfactoria. Pero lo peor que podríamos hacer es decir “nosotros no vamos a legislar”, porque en ese caso la situación actual -con todos los abusos y con todas las injusticias- va a continuar por tres años más. ¿Cómo le explicamos al país? Lo mismo nos pasa si bloqueáramos el trámite de la ley de reforma de las Isapres y de Fonasa. La Democracia Cristiana está haciendo una oposición en serio, en el caso de la reforma tributaria, creamos un grupo de más de 25 personas que trabajaron y que le entregaron al Presidente Piñera un documento con 146 páginas. Y hoy día tenemos un grupo trabajando en la salud y en la reforma previsional, que son igualmente numerosos y de mucha calidad.
-E la reforma tributaria, ustedes presentaron sus propuestas y aprobaron la idea de legislar, ¿se puede esperar el mismo camino para las reformas previsional, laboral y de salud?
-Veamos qué nos sale con la reforma tributaria porque ahora tenemos que hacerle el seguimiento. Viene una discusión en el Parlamento que va a tomar el resto del año y espero que salga muy bien.
Estoy enteramente de acuerdo que el proyecto dé una mayor flexibilidad laboral es una cosa beneficiosa para el país y beneficiosa para los trabajadores”.
-¿Se podría esperar entonces que continúen por el camino de aprobar la idea de legislar para que se siga avanzando?
–Creo que sí. Lo lógico es así. El país no entendería si nosotros decimos “no señores” y vamos a mantener el statu quo de las actuales Isapres y de las actuales AFP. La gente diría “ustedes están haciendo política para ustedes, pero no están haciendo política para mí”.
-Ayer José de Gregorio, Eduardo Engel, Andrea Repetto y Rodrigo Valdés escribieron una carta en El Mercurio apoyando la reforma laboral. ¿Qué le pareció?
-Estoy enteramente de acuerdo que el proyecto dé una mayor flexibilidad laboral, es una cosa beneficiosa para el país y beneficiosa para los trabajadores. Ahora, hay otros temas que pueden ser enfrentados como si esto crea una mayor precariedad del empleo, pero para eso hay otros instrumentos. Soy partidario de aprobar la idea de legislar.