Georg Eickhoff: «La estupidez es la fuerza más grande que existe en todo el planeta»
«La comunidad internacional tiene una larga tradición de subestimar a Cuba.» –Georg Eickhoff
La actualidad política en Venezuela se ha tornado compleja en los últimos años, convirtiendo en lo que seguramente el lenguaje policial venezolano determinaría como un “cangrejo”, y más cuando se analizan las búsquedas de respuestas y acciones políticas por parte de quienes lideran la oposición en un país de laberintos y oscuridad. Una nación que constantemente vive sin electricidad e internet; pero cuando sus ciudadanos pueden acceder a las redes sociales, se tornan densas y plagadas de interrogantes, y ahora más con el llamado de unidad por parte del presidente interino Juan Guaidó.
El análisis político ha sido determinante para entender las jugadas políticas no solo del chavismo sino también de la oposición. Georg Eickhoff, Doctor en historia moderna y analista político, quien además colaboró en la elaboración de la estrategia y conformación de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), nos cuenta cómo percibe el norte del conflicto venezolano.
¿Cómo califica el conflicto que está viviendo Venezuela y bajo qué sistema político está esta nación?
La sociedad venezolana se resiste a la sumisión al régimen cubano. Estamos en el inicio de una guerra de independencia que puede ser larga porque la penetración cubana ya es muy profunda.
Hay quienes consideran que Venezuela es una dictadura, otros sostienen que es un autoritarismo, mientras que otros más dicen que es un totalitarismo, una tiranía o hasta un Estado criminal. Parece que ni en los términos para referirse al sistema político de Nicolás Maduro hay unidad…
¿Usted cómo analista político, que tiene que decir al respecto de la discrepancia de estos términos y a su vez, cómo ve la comunidad internacional a Venezuela?
Los cubanos y los que a su vez usan Cuba en sus proyectos geoestratégicos pueden ser muy hábiles, pero a nadie le sale todo como estaba pensado. La resistencia de los venezolanos ha forzado al invasor cubano a métodos de sumisión que han reducido mucho el valor del botín y han generado precios muy altos en represión. Como el país está en ruinas, solamente puedes deducir de la forma como cayeron los escombros cuál habrá sido el edificio que tenían en mente y querían construir.
Sin duda, la pretensión es totalitaria, pero se queda en la pretensión. Los venezolanos se resisten con fuerza a la sumisión. Ahora, la comunidad internacional tiene una larga tradición de subestimar a Cuba y tiende a minimizar sus actos devastadores. Hay allí un racismo implícito al estilo de decir “esta gente negra y morena necesita un hombre fuerte, no están aptos para la democracia.” El romanticismo de la izquierda hacia Cuba tiene este núcleo facha”.
Eickhoff enfatiza que los venezolanos sienten que han dado “la batalla”, pero que sin embargo siguen en el “desastre” que cada día se agudiza por la “traición de sus élites”, lo que su juicio origina un desencanto en la ciudadanía y a su vez una parálisis en la acción. Georg Eickhoff, conocedor de la experiencia de los partidos políticos durante la República Democrática Alemana, satélite de la URRS, indica que “No sé ni siquiera si lo podemos llamar sistema. Lo que vemos es una inmensa chapucería y destrucción. Si quieres comprobar si el socialismo funciona aquí tienes un caso de estudio. Pensaban que con PDVSA podrían hacer funcionar el socialismo. Lo que pasó es que con el socialismo dejó de funcionar PDVSA”.
¿Y se requiere una población con líderes unidos para enfrentar a un sistema político como el de Nicolás Maduro?. ¿Sí o no?
La unidad de las fuerzas opositoras en Venezuela fue posible y exitosa dentro de un sistema electoral que a pesar de todas las distorsiones arrojaba mayorías alternativas. Por eso el poder destruyó este sistema electoral por completo. Las exhibiciones obscenas de parcialidad del CNE que vimos recientemente quieren comunicar este hecho al planeta entero y a la sociedad venezolana: aquí no hay sistema electoral. Y de allí es que ya no hay unidad electoral. Ahora toca definir estrategias más allá de lo electoral. La unidad electoral como la conocíamos con la famosa manita y gente corrupta abrazada con gente honesta y todo aquello, esto solamente regresará cuando regrese el sistema electoral. El camino será largo.
Usted formó parte de quienes contribuyeron a la creación de la Mesa de la Unidad Democrática ¿Fue fácil poner de acuerdo a los actores políticos en torno a un propósito en ese momento?. ¿Qué nos puede decir de esa experiencia?
Hay una frase fundamental de Lawrence Freedman que dice “estrategia es el arte de crear poder”. De esto van siglos de estudios y esfuerzos prácticos de estrategia, siempre es difícil y siempre el resultado es frágil.
Sí, efectivamente, la estrategia es un arte, pero sus materiales no son lienzo y colores sino seres humanos. Tuve el honor de recibir, hace unos años, una distinción que se llama oficialmente “Ciudadano Ejemplar de Caracas”. Creo que la tiene un gentío y la quiero mucho porque quiero mucho a Caracas y hay tantos ciudadanos ejemplares en Caracas. Cuando el Alcalde Metropolitano Antonio Ledezma me la entregó, en un breve discurso me dijo: “Tú has sido nuestro loquero.” Yo nunca me atreví ni pensarlo así. Lo dijo él.
Hemos visto que actualmente ponerse de acuerdo a lo interno de la oposición es una tarea compleja. Usted conoció a sus líderes en su momento y sabrá de su entorno ¿Cuál es el problema a su juicio en este nuevo llamado de unidad?
No se puede esperar unidad electoral cuando no hay sistema electoral. La recuperación del sistema electoral pasa por el cambio de régimen, “cese de la usurpación” como lo llaman. El cese de la usurpación no se da por la vía electoral porque esta es otra forma de decir que se espera – como en un cuento de “realismo mágico” malo – que el opresor encargado y el invasor cubano que está detrás suelten el poder en un arrebato repentino de bondad. Ahora, esperar a que la rebelión necesaria acontezca después de previa consulta y consenso hasta de la abuela me parece poco probable. Estos cambios suelen darse por decisión y cierto arrojo de minorías. En esto era muy realista Lenin. Ojo, actuar en minoría sí necesita de alianzas.
Usted en un ensayo donde habla de Venezuela, titulado “Venezuela y Occidente. Sobre la reconstrucción nacional”, nos señala que Venezuela debe construirse en dos vectores de la dualidad Occidental: desde abajo hacia arriba y desde fuera hacia adentro. En el primer vector, de abajo hacia arriba, considera que no solamente debe darse la despolitización de las Fuerzas Armadas, sino que además debe ocurrir la despolitización de los funcionarios públicos y la despartidización de las instituciones con una condicionante. A su juicio: ¿Está ese líder hoy en Venezuela, que tenga esta genuina acción?. ¿Cuáles son sus consideraciones?
Lo que quise expresar allí es que de vez en cuando tienes que abrir la mente y mirar el cuadro grande de la historia. Allá en la Berlín destruida después de la guerra, el filósofo español Ortega y Gasset – muy conocido y querido en Alemania, país que él amaba – les dijo eso a los alemanes. Abran su mente. Dejen de mirar para el piso, levanten la cabeza. Dejen de lamentar el comportamiento de sus líderes y de sus antecesores. Descubran el poder que tienen dentro de sí mismos y dentro de la sociedad. A los alemanes les dijo Ortega que la fuerza que tiene cada uno dentro de sí mismo es la fuerza de ser europeo, ser parte de algo más grande. Y mira lo que han hecho los alemanes con este mensaje, después de ser los destructores de Europa han llegado a ser los grandes constructores de Europa, algunos dicen hasta dueños de Europa. A los alemanes no nos gusta escuchar eso, igual respondemos con una sonrisa maliciosa.
Los líderes de oposición en Venezuela le han planteado rutas para salir de Nicolás Maduro a los venezolanos. Unos a través de elecciones, mientras hay quienes consideran el dialogo permanente hasta llegar a un acuerdo. Tenemos quienes también consideran llegar a un pacto nuevamente dentro de la oposición y la propuesta de una operación multifacética que requiera el uso de fuerzas policiales, militares y humanitarias de la comunidad internacional. ¿Qué consideraciones al respecto tiene usted y qué le recomienda a la oposición venezolana?
Mira, a los líderes opositores venezolanos les gusta decir que no pueden revelar su estrategia. Hace tiempo que los venezolanos sospechan que no revelan la estrategia porque no la tienen o porque al mostrarla se derrite bajo el sol. Yo no te voy a decir que la tengo ni para esconderla. Lo que recomiendo es mucha paciencia porque esto va para largo. También recomiendo la audacia de actuar en minoría.
¿Qué le recomienda hoy a la oposición Venezuela?
Las alianzas y apoyos internacionales son muy importantes. Por eso recomiendo reconocer al Presidente Encargado hasta que se logre la liberación del país como Estados Unidos ya ha anunciado que lo va a hacer. Si hay que establecer un gobierno en el exilio que así sea. Quizás sufra entonces menos presiones y menos tentaciones de corrupción. Para redescubrir a Bolívar hay que hacer lo que dije antes, dejar de mirar para el piso, levantar la cabeza, abrir la mente, quizás estudiar un poco la historia nacional y tener como Bolívar la audacia de actuar en minoría.
Los líderes políticos cuando un ciudadano le dice que cuando se cae el sistema solo responden que es un asunto complejo y que preguntar fechas es desconocer la naturaleza y que requiere tiempo. Pero a su vez señalan que Maduro y sus jerarcas están a punto de irse, entonces hay toda una contradicción y un juego con la esperanza y el aliento de los venezolanos. Es que parece que ni ellos tienen el control de la acción política. ¿Usted cómo ve los tiempos de salida de Nicolás Maduro y a su vez la urgencia de los venezolanos que están atravesando una Emergencia Humanitaria Compleja?
Este régimen hace todo para mantener el desánimo de las mayorías. Su trabajo diario es debilitar a la gente para mantenerse en el poder. Hasta el debilitamiento físico del adversario es ahora una política pública. El hambre es un arma en esta guerra del gobierno contra la población. A muchos todavía hace falta esta adaptación mental que consiste en darse cuenta de que la guerra ya comenzó.
¿Maduro está debilitado?
Maduro es fuerte, pero es incompetente. Ser incompetente no significa ser débil. La estupidez es la fuerza más grande que existe en todo el planeta. Los venezolanos ahora están en el proceso de crear el poder para desplazar a Maduro. Hay que fajarse.
¿Cómo ve el futuro de los venezolanos hoy?
Veo una gran reconstrucción de Venezuela desde las cenizas y sobre la base de los valores que se están forjando ahora por medio de los golpes en esta pelea.