Un grupo de organizaciones panameñas acusa a opositores cubanos y venezolanos de intentar empañar la cita
ESTA NOTA DE ABAJO ES UN BUEN EJEMPLO DE LA ACTITUD AGRESIVA DEL GOBIERNO CUBANO Y SUS SEGUIDORES EN PANAMÁ. …SIEMPRE ENEMIGOS DEL PLURALISMO Y DEL DEBATE REAL DE IDEAS…
Un grupo de organizaciones panameñas afines a La Habana y Caracas ha hecho pública una carta dirigida a la ministra de Relaciones Exteriores, Isabel de Saint Malo de Alvarado, en la que critican las actividades de opositores cubanos y venezolanos con motivo de la Cumbre de las Américas y las describen como «conspirativas y de provocación» contra los gobiernos de Raúl Castro y Nicolás Maduro.
Piden a la canciller que tome «las medidas pertinentes» para impedir esas actividades. De lo contrario, «nos veremos en la obligación de hacer respetar nuestro país y así evitar que se use nuestro territorio para conspiraciones y manifestaciones intervencionistas en los asuntos internos de otros países hermanos», amenazan.
Varios activistas cubanos y venezolanos han viajado a Panamá para participar en foros paralelos a la Cumbre de las Américas y denunciar la situación que enfrentan en ambos países.
Para las organizaciones que firman la carta dirigida a la canciller De Saint Malo, los opositores pretenden utilizar al país centroamericano «como plataforma para conspirar y coordinar acciones» contra los gobiernos de Cuba y Venezuela.
Además, para «enturbiar el histórico proceso de restablecimiento de relaciones entre Estados Unidos y Cuba» y «producir una declaración intervencionista en contra de la República Bolivariana de Venezuela».
En línea con el discurso de los regímenes de Raúl Castro y Nicolás Maduro, los firmantes de la carta, publicada por la prensa oficial de la Isla, acusan a las figuras de la oposición cubana y venezolana de estar «patrocinadas por Estados Unidos y otros sectores de la ultraderecha del Continente y de Europa».
Consideran que, mientras el gobierno de Juan Carlos Varela pide a los panameños postergar temporalmente reclamaciones internas y otras dirigidas a Estados Unidos, «no ocurre lo mismo con la disidencia cubana y la oposición venezolana, a quienes se les esta permitiendo que impunemente realicen manifestaciones y reuniones tendientes a empañar la Cumbre y utilizar a nuestro país como plataforma de conspiración (…) comprometiendo al Estado panameño».
Las organizaciones aseguran que no se oponen a la presencia de los opositores cubanos y venezolanos en los foros de la cumbre, sino a sus actividades de supuesta «intencionalidad perversa».
Responsabilizan al Gobierno panameño de «cualquiera situación lamentable que se pueda presentar» por no evitar «estas actividades de provocación e injerencia».
La carta a De Saint Malo está firmada por la Coordinadora Nacional de Solidaridad con Cuba, varios sindicatos, grupos estudiantiles y organizaciones como Movimiento Independiente de Refundación Nacional, Frente Amplio Colonense, Asociación de Educadores Veragüenses, Colectivo Voces Ecológicas y Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales, entre otras.
El texto se une a los ataques hechos por la delegación oficial de la Isla, que debutó en Panamá distribuyendo un tabloide que describe a los disidentes como «mercenarios pagados por los enemigos históricos» de La Habana, e incluso acusa a algunos de estar vinculados con «reconocidos terroristas».
