Grupo de Puebla: El nuevo referente de izquierda que podría reemplazar al Foro de Sao Paulo
Fundado en julio, el Grupo de Puebla reúne a 32 figuras de la izquierda, como los ex Presidentes Lula da Silva, Dilma Rousseff, Rafael Correa y el Mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador. Entre los representantes de Chile se encuentran José Miguel Insulza, Marco Enríquez-Ominami y Alejandro Navarro. Hace unos días condenaron las últimas medidas tomadas contra el régimen de Maduro. «Uno podría pensar que son liderazgos distintos, pero están los mismos nombres, la misma gente del Foro de Sao Paulo transportada a Puebla», explica el director de Asuntos Globales de la FPP, Rafael Rincón.
Los ex Presidentes Rafael Correa, Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Ernesto Samper, Fernando Lugo y José Luis Rodríguez Zapatero. Estos son algunos de las 32 personalidades de izquierda que componen el Grupo de Puebla, quienes se autodefinen como «un espacio de reflexión y de intercambio político en Latinoamérica«. La instancia se fundó el 14 de julio y en ella participan los senadores chilenos José Miguel Insulza y Alejandro Navarro, además de la diputada Karol Cariola, el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami y el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos.
En casi 3 meses de vida la organización ha se ha referido a temas regionales, como el incendio en el Amazonas; los dichos del Jefe de Estado de Brasil, Jair Bolsonaro contra la Alta Comisionada para los DD.HH. de la ONU, Michelle Bachelet; el proceso de paz en Colombia, y sobre el régimen de Nicolás Maduro.
«Sostenemos la importancia de lograr una solución pacífica al grave conflicto político, económico y social por el que está atravesando el Pueblo de Venezuela«, afirmó el espacio en una declaración que emitieron el mismo día que se constituyeron como el Grupo de Puebla. En ella además, expresaron que «rechazamos cualquier intento de uso de la fuerza que socave el principio de solución pacífica de las controversias».
No fue el único mensaje que la agrupación realizó sobre Venezuela. El miércoles 11 de septiembre, la instancia rechazó que se invocara el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), al cual catalogaron como un «instrumento arcaico» para realizar intervenciones militares en países de América Latina durante la Guerra Fría.
«Rechazamos cualquier intento de uso de la fuerza que socave el principio de solución pacífica de las controversias y que posibilite una intervención militar en Venezuela por parte de fuerzas extranjeras«, se lee en el texto publicado en la página web del organismo. En un documento en el cual además declararon «su solidaridad con el pueblo venezolano, repudia la amenaza de una intervención militar y apoya la promoción del diálogo en el país». Una declaración que fue difundida a través de redes sociales por la propia Cancillería de Venezuela, el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela y el ministro de Relaciones Exteriores del régimen, Jorge Arreaza.
Ante el írrito intento de invocación del TIAR, el Grupo de Puebla «declara su solidaridad con el pueblo venezolano, repudia la amenaza de una intervención militar y apoya la promoción del diálogo en el país».
Estos guiños al socialismo del siglo XXI han hecho que en distintos sectores surja la pregunta si el Grupo de Puebla será el sucesor del Foro de Sao Paulo, organización creada a fines de 1990 por Fidel Castro y Lula da Silva, en ese entonces líder del Partido de los Trabajadores, quien hoy se encuentra en prisión condenado por delitos de corrupción.
Tras la caída de la Unión Soviética y la crisis de los socialismos de Estado de Europa del Este, Castro y Lula fundaron el organismo para reunir a los partidos de izquierda de América Latina e impulsar el socialismo del siglo XXI, realizando encuentros en distintas ciudades del continente. En los cuales, durante el último tiempo, el chavismo ha encontrado en el FSP una organización «protectora», algo que se ha demostrado en las declaraciones que la instancia emite tras cada reunión.
En ese sentido, el documento del XXV encuentro del Foro de Sao Paulo, realizado en Caracas, los miembros del organismo rechazaron «la política del imperio estadounidense de calificar a Cuba, Nicaragua y Venezuela, como integrantes de un supuesto eje del mal», además de rechazar las «amenazas de intervención militar contra Venezuela y condena en todas las instancias posibles el bloqueo económico, financiero, comercial y el cerco diplomático por parte del gobierno de los Estados Unidos».
¡Bienvenid@s @LulaOficial y @dilmabr al Grupo de Puebla! Para liderar el mañana con un nuevo impulso progresista en la reflexión y la acción.
Estas posiciones han generado una fuga de partidos políticos de la organización, de hecho en Chile ya renunciaron al FSP Revolución Democrática, uno de los partidos anclas del Frente Amplio, y hace ya un par de encuentros el Partido Socialista no ha enviado una comitiva al evento. A esto se suma la cantidad de Jefes de Estado que ha perdido el foro. Hace no pocos años la organización creada por la dupla Castro-Lula tenía la hegemonía en el continente, hoy solamente 9 países están en manos de algún partido miembro.
Incluso, varios ex Presidentes han caído en desgracia por culpa de la corrupción. Uno de los casos más emblemáticas afectó, precisamente, a uno de sus fundadores: El líder del PT de Brasil, Lula da Silva, quien fue condenado por delitos de cohecho y malversación, la suerte de su sucesora, Dilma Rousseff, no fue muy distinta ya que fue destituida por un juicio político en su contra.
En medio de este escenario, el Grupo de Puebla en la declaración de su fundación afirma:»Invitamos a las y los progresistas a construir un nuevo proyecto común que, aprendiendo de nuestros errores y recuperando nuestra vocación de mayorías y de gobierno, nos permita devolverles a nuestros pueblos la esperanza de una sociedad más justa, más solidaria, más igualitaria». Es por este motivo, que no pocos han visto con recelo la nueva agrupación.
Sería perfectamente factible que México se convierta en el nuevo centro de gravedad operativo de lo que sería el Foro de Sao Paulo, no sé si bajo la misma denominación o una diferente», Miguel Ángel Martínez Meucci, académico de Estudios Políticos Universidad Austral de Chile.
«El Foro de Sao Paulo ha perdido el centro de gravedad en Brasil, no es una situación cómoda para la organización, la posición en la que se encuentran Cuba y Venezuela, que han sido países muy importantes en la proyección del foro en América Latina, también están pasando por una situación comprometida», explica a El Líbero Miguel Ángel Martínez Meucci, académico de Estudios Políticos Universidad Austral de Chile. En esas condiciones, el experto sostiene que «sería perfectamente factible que México se convierta en el nuevo centro de gravedad operativo de lo que sería el Foro de Sao Paulo, no sé si bajo la misma denominación o una diferente«.
En tanto Rafael Rincón-Urdaneta, director de Estrategia y Asuntos Globales de la Fundación para el Progreso (FPP), señala que «uno puede pensar que hay un sentimiento de renovación en la izquierda y que algunas personas de la centroizquierda y la socialdemocracia podrían reunirse para darle un impulso para que sea más moderada y desmarcada de los populismos, pero lo que veo es que son nombres ligados a esa corriente populista«.
El director de la FPP recuerda la actual situación de los líderes que están en el organismo sostiene que, por ejemplo, el ex Presidente español José Luis Rodríguez Zapatero es un vocero internacional del chavismo, el candidato presidencial argentino Alberto Fernández es la cara del kirchnerismo, el senador Alejandro Navarro es una de las voces más radicales, y que José Miguel Insulza si bien se puede pensar que pertenece a la socialdemocracia más moderna, durante su estadía en la OEA fue uno de los grandes protectores del chavismo.
Una opinión más dura tiene Eugenio Guerrero, coordinador de Investigación de la FPP en Valparaíso, para quien el Grupo de Puebla «es una nueva mascarada del Foro de Sao Paulo debido a que este ha tenido un desprestigio y un colosal fracaso«. El experto además indica que «a la decadencia de la izquierda latinoamericana y el Foro de Sao Paulo por la corrupción como el apoyo a la dictadura totalitaria de Venezuela genera que estén buscando una nueva cara».