Hangouts de Google, una opción para comunicarse desde Cuba
Una chica en Pinar del Río chatea con una amiga en Estados Unidos. (14ymedio)
Para muchos cubanos Google ha sido durante años apenas un buscador y un servicio de mensajería electrónica bajo el nombre de Gmail. Sin embargo, la irrupción en la Isla de los teléfonos inteligentes con sistema operativo Android ha permitido ver que el gigante estadounidense va mucho más allá. Ahora es la plataforma de comunicación instantánea Hangouts la que está cautivando a los internautas del patio.
Según la página oficial del soporte de Google, Cuba, al igual que Corea del Norte e Irán, está en la lista de más de una veintena de países donde «la función para realizar llamadas desde Hangouts y Gmail no está disponible». No obstante, desde las nuevas zonas wifi instaladas en 35 puntos del país es posible establecer una conversación a través de esta aplicación.
Andrés es uno de los jóvenes que lleva varias semanas comunicándose a través de este servicio que vio la luz el 15 de mayo de 2013. Es «punto fijo» en el parque de San Rafael y Galiano y dice preferir los Hangouts porque no tiene que salir de su buzón de correo electrónico para comenzar a hablar y «eso ayuda a tener a mano los contactos de amigos y conocidos».
Con apenas 16 años, este joven no recuerda los antecesores de la nueva criatura de Google. Nunca usó Google Talk, ni Messenger y hasta la apertura de las zonas de conexión inalámbrica tampoco conocía los Hangouts. «Había leído en revistas que existía la posibilidad y en la barra izquierda del buzón tenía habilitado el chat, pero nunca pude usarlo con vídeo hasta ahora», agrega.
La única dificultad para utilizar el servicio desde los nuevos puntos de navegación en la web radica en el ancho de banda. «Hay que venir temprano o quedarse hasta bien tarde, porque el resto del día se llena de gente y se hace difícil a veces», cuenta el joven que este año terminará el preuniversitario y dice que quiere estudiar «algo que tenga que ver con las computadoras».
No faltan los listos que hacen negocio con las videoconferencias, ya sea a través de aplicaciones como Imo o de los Hangouts
No han faltado los listos que ya hacen negocio con las videoconferencias, ya sea a través de aplicaciones como Imo o de los propios Hangouts. «Un peso convertible y tienes media hora conversando con la familia», proponía este sábado un hombre en la esquina de Infanta y 23, en La Rampa Habanera. «Sin llorar, que me echa a perder la pantalla», le aclaraba más tarde a una cliente que se emocionó al ver a sus nietos radicados en Acapulco.
La posibilidad de tener conversaciones entre dos o más usuarios y la capacidad de enviar caracteres emoji o compartir imágenes, son algunas de las más atractivas funcionalidades que ofrecen los Hangouts, pero sobre todo suponen una alternativa más económica a las altas tarifas de las llamadas internacionales.
«Con lo que pago por hablar cinco minutos con mi familia en Tampa, me paso más de dos horas conectado aquí viéndolos en su propia casa», detalla Andrés, quien ha visto por primera vez el nuevo auto de su hermano y la vista desde el balcón de la casa familiar en la otra orilla.
Ni Google ni el Gobierno cubano se dan por enterados. Para ambos la puerta de los Hangouts parece cerrada hacia Cuba, pero cientos de cubanos transitan por ella cada día para mirar al otro lado.