Honduras: la izquierdista Xiomara Castro aventaja con amplitud al oficialista Nasry Asfura con más de 50% de los votos escrutados
La candidata presidencial Xiomara Castro, del izquierdista partido Libertad y Refundación (Libre), aventaja a su principal oponente, el alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura, del oficialista Partido Nacional (PN), en las elecciones presidenciales de Honduras.
De acuerdo con los conteos publicados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con más del 50% de las actas escrutadas, la esposa del expresidente Manuel Zelaya obtiene este lunes más del 53% de los votos, mientras Asfura se llevaba más del 33%.
Sin embargo, ya pasaron varias horas sin que este lunes se actualziaran resultados, por lo que algunos hondureños se empezaron a impacientar y a recordar lo que sucedió en las presidenciales de 2017, cuando la tendencia cambió repentinamente, después de que el conteo se detuviera durante horas, desatando protestas y acusaciones de fraude contra el mandatario Juan Orlando Hernández, que finalmente ganó la reelección.
La consejera del CNE Rixi Moncada pidió en twitter «responsabilidad y paciencia» y aseguró: «Continuamos trabajando».
De confirmarse ahora la victoria, la llegada de Castro a la presidencia pondría fin a tres mandatos consecutivos en el poder del Partido Nacional.
«Estos son todavía resultados preliminares», alertó el consejero presidente del CNE, Kelvin Aguirre, la nochedel domingo.
De acuerdo con el funcionario, el país reportó un «histórico» nivel de participación con más de 68% de los 5,1 millones habilitados por el sufragio.
Las autoridades destacaron que los comicios se celebraron sin «incidentes que lamentar», aunque organizaciones de derechos civiles señalaron la carencia de material electoral, fallas en el sistema de votación y otros problemas menores.
De confirmarse la tendencia, una victoria de Castro no solo se convertiría en la primera mujer en gobernar el país, sino que también pondría fin a 12 años de gobierno conservador y devolvería a la izquierda hondureña al poder por primera vez desde que Zelaya fue depuesto por un golpe de Estado en 2009.
Imágenes trasmitidas por la televisión local la noche del domingo mostraban s simpatizantes de Castro celebrando los primeros resultados.
«Vamos a formar un gobierno de reconciliación, de paz y de justicia. Vamos a iniciar un proceso para garantizar una democracia participativa, una democracia directa», dijo Castro, de 62 años, en un mensaje a sus seguidores tras conocer su ventaja la noche del domingo.
«Llamaré a un diálogo con todos los sectores de la sociedad hondureña para que podamos utilizar puntos de coincidencia y, para esto, formar las bases mínimas para un próximo gobierno», agregó quien fuera primera dama entre 2006 y 2009.
La candidata, vestida de rojo y negro, terminó su discurso con la frase «hasta la victoria siempre«, una de las más usadas por la revolución cubana.
Asfura pidió el domingo en su cuenta de Twitter «paciencia, tranquilidad y sosiego» a los demás postulantes presidenciales y a los votantes para que esperaran a que se terminara el conteo de votos.
Un contexto difícil
El proyecto de Castro propone una «refundación del país», con un programa de gobierno que busca reformar varias leyes del mandato anterior y convocar a una Asamblea Constituyente para modificar la Carta Magna.
Nacida en septiembre de 1959, el nombre de Castro comenzó a sonar a nivel nacional a la par del de su esposo, quien llegó al gobierno presentándose inicialmente como un candidato de centro-derecha del Partido Liberal (PLH) y que luego dio un viraje más hacia la izquierda.
Las elecciones de este domingo, las undécimas desde el regreso del orden democrático en 1980, se celebraron en un difícil momento para la nación centroamericana, sacudida por la pandemia de coronavirus, olas de migrantes, crisis económica y varios desastres naturales.
Pero también por varios escándalos políticos.
El PN, del saliente mandatario Juan Orlando Hernández, ha estado en el centro de varias denuncias de tráfico de drogas y corrupción, algo que el gobernante niega.
De hecho, el hermano de Hernández fue condenado a cadena perpetua este año en EE.UU. por narcotráfico y el propio mandatario saliente corre el riesgo de ser extraditado y sometido a juicio en Estados Unidos tras dejar el cargo por el mismo motivo.
Además del presidente, los hondureños estaban convocados a elegir alcaldes y diputados del Parlamento local y Centroamericano.
De acuerdo con la ley electoral hondureña, se convertirá en presidente el candidato que obtenga la mayoría simple de votos, sin posibilidad de balotaje o segunda vuelta.
El único presidente que ha repetido en el mando después del regreso de la democracia fue Hernández, quien se volvió a presentr a las urnas en 2017 tras una polémica decisión del Tribunal Supremo que lo habilitó para competir por un segundo periodo.
El periodo presidencial en Honduras es de cuatro años sin posibilidad de reelección y el nuevo presidente o presidenta asumirá funciones el 27 de enero del año próximo.