Hora de mentiras y fábulas
Se pueden revisar uno a uno los Planes de Desarrollo, los POT o PBOT para encontrar las ilusiones convertidas en mentiras copiadas casi de manera idéntica por los nuevos funcionarios
Se me presentó la oportunidad de ayudar a una amiga candidata a la Alcaldía de Santander de Quilichao y como ya no hago política activa me ofrecí a revisar documentos fundamentales para el Plan de Gobierno que tiene que inscribir con su candidatura. Ha sido una experiencia muy divertida, parecida a entrar en las páginas de Alicia en el país de las maravillas.
La cosa es muy simple, porque el papel puede con todo y no solo en este complejo municipio del Norte del Cauca, sino en muchos de los mil y pico municipios colombianos. Probablemente los más grandes que cuentan con oficinas de planeación robustas y funcionarios preparados tengan una visión más realista y concreta sobre sus territorios. Los demás se copian principios y estrategias, para luego aterrizarlos en proyectos que tienen poco de desarrollo.
En los principios no faltan los compromisos con la trasparencia, que después es completamente opaca, con el servicio y la participación, que terminan en unas pocas reuniones insulsas y en un torcido concepto de lo público.
Se pueden revisar uno a uno los Planes de Desarrollo y los POT o PBOT para encontrar esas ilusiones convertidas en simples mentiras copiadas casi de manera idéntica por los nuevos funcionarios. No hay un plan que no hable de recuperación de cuencas o fuentes de agua, tampoco faltan las proyecciones sobre vías y movilidad. En todas partes aparece el compromiso con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico. Bla, bla, bla.
Tal vez habría que quemarlos todos y reinventarse una nueva forma de plantear el futuro de los municipios quitando tanto lugar común, tantas baboserías y “buenas intenciones” para transformarlos en un sistema más simple de proyectar la gestión, pero sobre todo en un sistema se concentre en lo trascendental. Sobran los cuadros de diagnóstico en salud y educación, los datos sobre muertes violentas y pobreza. Por supuesto no desconozco que hacer diagnósticos es importante, pero lo que se ve son copias de cuadros estadísticos casi sin análisis.
Habría que quemar todos los planes de gobierno municipales y reinventar
cómo plantear el futuro quitando tantas baboserías y “buenas intenciones”
para hacer un sistema simple de proyectar la gestión
Lo que sí resulta muy diciente es lo que no se dice pues demuestra que nuestra clase política, con escasas y contadas excepciones, no tiene nada de imaginación o creatividad, que no se atreven a salir de los lugares comunes y no proponen una verdadera transformación para nuestras ciudades.
Es lo que pasa con el trasporte público. Las ciudades medias y grandes solo hablan de los buses articulados, pero de ahí para abajo nada se dice de trasporte público y se deja proliferar el mototaxismo o el simple despelote de buseticas deterioradas que pasan de agache en la chatarrización para ser vendidas de municipio en municipio. Por Movilidad se entienden carros y ocupación de las vías en medio de la contaminación. Casi nadie presenta alternativas como peatonalización, uso de bicicletas y reivindicar el derecho al uso de andenes no ocupados.
En los usos del suelo de los POT hay rosarios de mentiras que a la hora de conceder las licencias de construcción se convierten en rey de burlas. ¡Que cuento de aislamientos!, ¡que carajos es eso de zonas de protección o recuperación ambiental!, nada de aplicar con juicio aquellas normas de prevención del riesgo (Acaba de pasar una tragedia en Rosas Cauca, por ejemplo).
Los ríos y quebradas son otro mal chiste en los planes de gobierno o de desarrollo o en los POT. Las fuentes de agua se transforman en alcantarillas abiertas y basureros públicos, las zonas verdes en mercados persas rellenos de ventas ambulantes, etc., etc.
Ahora que van a inscribirse las candidaturas para ser elegidos en octubre, que bueno sería que las comunidades nos tomáramos el trabajo de leer estas propuestas, votar en forma consciente y luego hacer un seguimiento de las promesas de cumbiambera que son estos Planes de Gobierno. Y si no creen denle una revisadita a las mentiras de Duque en su Plan de Gobierno y eso que se trata de Colombia y no de un municipio pobre, pequeño y olvidado.