Horizontes: ¿Venezuela, una dictadura democrática?
La dictadura de uno solo, el autócrata, tenía pocas posibilidades de existir en Venezuela y por eso le fue presentada al pueblo como una autocracia democrática. La autocracia impuesta conservó las instituciones propias de una democracia como “careta” publicitaria pero controlando el Ejecutivo, Poder único, todos los demás poderes propios de un Estado democrático. De esta manera se mantuvo “la fachada” de una democracia cuando quien gobierna no es el pueblo soberano sino el Dictador que lo desplazó como tal. Veamos cómo funciona esta dictadura democrática.
Las leyes las sigue aprobando el Poder Legislativo según instrucciones del Poder Ejecutivo. Las sentencias las siguen dictando un Poder Judicial también obediente al Ejecutivo. Las acusaciones que hace la Fiscalía le son solicitadas previamente por el Ejecutivo. La Defensoría de Derechos Humanos se mantiene como careta democrática pero la maneja también el Ejecutivo, o sea, el autócrata, quien de esta manera, manteniendo las instituciones propias de una democracia, disfraza a la dictadura que impera en el país. Si hubiera destruido y clausurado a todos los Poderes Públicos propios de una democracia no hubieran podido venderse como la “democracia participativa y protagónica” que le fue presentada al pueblo venezolano. La propaganda primero y despues el secuestro de todos los Poderes Públicos pero manteniéndolos como bandera democrática hizo posible que muchos ciudadanos se tomaran, empalagados por la propaganda, el néctar venenoso de eso que bautizaron como democracia cuando tenía la naturaleza propia de toda autocracia o dictadura. El engaño fue colosal. Pero no podía anunciarse de otra manera pues a una sociedad que vivió cuatro décadas consecutivas de democracia no se le podía imponer lo que era una dictadura copia de la de Castro. Por eso el engaño se convirtió en una necesidad pues de otra manera el pueblo venezolano habría rechazado desde 1998 a esta dictadura disfrazada de democracia para hacerla digerible. Si se hubiera dicho antes lo que se le ocultó al pueblo, el rechazo actual se habría presentado desde el principio de la revolución como una “democracia participativa” para ocultar la dictadura. Sin duda que el haber mantenido el aparato institucional, propio de toda democracia, le permitió a la revolución mantenerse en el Poder durante más tiempo. Pero una vez descubierto el engaño y el desastre al que nos llevó, el próximo 6 de Diciembre el pueblo hará valer la soberanía popular manifestando su voluntad en las urnas ese día, o en la calle masivamente si fuera desconocida por el C.N.E como parte que es de este montaje institucional.
Dr. Valentín Arenas Amigó
Profesor de Instituciones Políticas de la U.C.A.B.
Correo: alenri@gmail.com