Inadmisible amenaza represiva de Maduro
En medio del caos y la incertidumbre que se produjo ayer en Venezuela tras el supuesto atentado contra Nicolás Maduro, el autócrata venezolano amenazó con intensificar la represión para desarticular a los grupos opositores que presuntamente atentaron contra su vida. Maduro está convencido de que ha sido la oposición, aliada con el ex presidente colombiano Santos, la que han querido matarle, mientras que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana salió rápidamente a mostrar su «irrestricta lealtad» al presidente, para acallar los rumores sobre una posible disidencia entre sus filas. La oposición, por su parte, ya ha hecho públicas sus dudas sobre lo ocurrido y ha advertido la instrumentalización de los hechos para justificar nuevas acciones contra la disidencia, que cuenta ya con alrededor de 248 presos políticos.
La comunidad internacional debe mostrar su apoyo a la oposición democrática, presionar al Gobierno de Maduro para evitar una nueva ola represiva sobre una sociedad depauperada y que sufre constantes problemas de desabastecimiento de productos de primera necesidad y exigir a la dictadura que dé una explicación convincente sobre lo ocurrido, para determinar si se trató de un verdadero atentado o de un simulacro intencionado.