Isabel Coixet: Si se pudiera no pensar

No es necesario entenderlo todo. Fue Nietzsche quien dijo: «No pienses». Me gusta mucho esta frase. Paso la mitad del tiempo intentando no pensar. Aunque lo que hago no es exactamente pensar, es más bien rumiar o incluso ‘ruminar’.  No hace mucho estuve en una ciudad y traté de no pensar durante tres días. Al final intenté pensar en todas las sensaciones que tenía almacenadas de la ciudad para ver qué pensaba de ellas. Y no llegué a ninguna conclusión. Podría haber intentado construir una retórica en torno a ese grado de ‘no pensamiento’, pero preferí escribir ‘una poética’: es decir, una especie de terreno baldío en el que podemos soñar, reflexionar, vagar. Estos son los famosos pensamientos nómadas, ideas sin mucha base que nos asaltan cuando menos lo esperamos.

Hace días me desperté a las tres de la mañana pensando en Marvin Gaye. Recordé que el día anterior había escuchado What’s going on tomando un café en un bar y había pensado que ni descubrimientos científicos ni novelas ni emporios financieros ni óperas ni gaitas: si un ser humano es capaz de componer y cantar What’s going on, ya puede morir tranquilo.

El caso es que esa misma noche me despierto pensando: «Pero si a Marvin Gaye lo mató su padre», y me di cuenta de que no tenía ni idea de por qué lo había matado su padre, así que en plena noche me puse a investigar las razones de Marvin Pentz Gay Sr. para matar a su hijo. Y averigüé algo bien triste: que el padre de Marvin acabó con él por celos, por envidia, por resentimiento. La versión oficial fue que Gaye recibió dos disparos tras un altercado con su padre después de que interviniera en una discusión entre este y su madre. Fue declarado muerto a su llegada al Centro Médico del Hospital de California. Posteriormente, su padre no refutó el cargo de homicidio voluntario y fue condenado a seis años de prisión, que no llegó a cumplir.

En realidad, el asesinato fue la culminación de años de violencia que empezaron en la niñez de Marvin. Marvin Sr. era un ministro cristiano y un disciplinador estricto que a menudo castigaba físicamente a sus hijos. En el hogar, Marvin Sr. se vestía siempre con ropas, zapatos y pelucas de mujer, un hecho ampliamente conocido en el vecindario de la familia en Washington D. C., lo que convirtió al joven Marvin en un objeto de bullying constante. Debido a esta ‘ambigüedad sexual’ por parte de su padre, así como a rumores de la propia homosexualidad de Gaye y  en homenaje a uno de los cantantes favoritos de Gaye, Sam Cooke, el joven Marvin añadió un ‘e’ a su apellido cuando se convirtió en famoso. El padre de Gaye nunca aprobó la carrera de su hijo en la música y, poco a poco, fue alimentando un tremendo resentimiento porque Gaye estaba más cerca de su madre, Alberta, y se había convertido en el sostén de la familia: nunca soportó no ser el centro de la atención de ella. 

Los problemas depresivos de Marvin estuvieron siempre presentes en su vida: el éxito no hizo más que agravarlos. El álbum más conocido de Marvin Gaye, What’s going on?, fue creado como reacción a la prematura muerte de Tammi Terrell por un tumor cerebral en 1970. Después de hundirse en una depresión y reclusión durante más de un año tras su muerte, Gaye lanzó este álbum. Sus éxitos masivos, con temas que ya trataban temas como la ecología y la violencia de la Policía, ayudaron a cimentar la reputación de Gaye como el artista masculino solista número uno de Motown. Se casó dos veces y fue abandonado otras tantas. Se enganchó a la cocaína y sufría manías persecutorias, creía que alguien quería acabar con él. No le faltaba razón… 

En 1982, después de varios años de caída de las ventas, Gaye volvió a triunfar, esta vez con el éxito Sexual healing. El sencillo se mantuvo en el número uno de las listas de Billboard durante diez semanas y le valió a Gaye sus dos primeros premios Grammy.

El 1 de abril de 1984, un día antes de cumplir 45 años, Marvin Gaye fue asesinado.