El republicano José Antonio Kast gana de forma contundente las elecciones presidenciales en Chile
El presidente Gabriel Boric felicitó en una llamada telefónica al vencedor de la segunda vuelta. La exministra comunista Jeannette Jara reconoció su derrota

Por una amplia mayoría, que todas las encuestas predijeron, el republicano opositor José Antonio Kast derrotó anoche a la candidata oficialista y militante comunista, Jeannette Jara, en la segunda vuelta presidencial.
Con un 95,18% de las mesas escrutadas Kast ha sido electo, en su tercera postulación al sillón de La Moneda, con un 58,30% de los sufragios lo que implicó imponerse por más de 17 puntos sobre la exministra Jeannette Jara quien alcanzó el 41,7% de los votos.
Con una participación similar a la primera vuelta de noviembre, los chilenos han resuelto restarle su apoyo al conglomerado de centro izquierda que encabeza el presidente Gabriel Boric y que gobierna desde marzo de 2022 y la ha entregado su respaldo a uno de los representantes de la derecha radical. El resultado de las urnas confirma la suerte de péndulo en la que se mueve Chile desde 2009, elección en la que se inició de forma ininterrumpida la alternancia en el poder entre las derechas e izquierdas cada cuatro años.
Cumpliendo con el rito republicano instalado tras la restauración de la democracia en 1990, el mandatario llamó por teléfono pasado las 20.45 horas, al candidato vencedor y la ha felicitado por su indiscutible triunfo haciendo presente la necesidad de trabajar por la unidad del país y asegurándole que el cargo que asumirá implica una gran responsabilidad. En la conversación, televisada, el presidente y Kast han resuelto reunirse a las 11.00 de este lunes para iniciar la coordinación de un traspaso ordenado del mando, incluidas las reuniones bilaterales entre ministros entrantes y salientes.
Los chilenos concurrieron a votar de forma obligatoria confiados en que quien asuma el próximo 11 de marzo se aboque a la solución de los tres temas más apremiantes: el combate a la delincuencia, el control de la inmigración irregular y el crecimiento económico.
El presidente electo, cuyo discurso de orden y eficiencia gubernamental permeo las clases populares, es el primer mandatario en llegar al poder que votó a favor del Sí en el plebiscito de octubre de 1988, comicios en los que fue derrotado el general Augusto Pinochet y que marcó el fin del régimen militar. Todos sus antecesores en el cargo fueron abiertos opositores (votaron No) a que el general siguiera gobernando hasta 1997 y, por el contrario, apoyaron que se avanzara a elecciones libres.
La jornada se desarrolló con total normalidad, oportunidad en la que el gobernante señaló que el candidato vencedor deberá ser presidente «de todos los chilenos» y de paso, descartó de plano que los comicios fueran una suerte de plebiscito de su gestión.
Kast, previendo el triunfo arrasador, afirmó que «este es un gran día para Chile» y comprometió que durante su Gobierno se trabajará con eficiencia en favor de toda la ciudadanía porque los problemas «no tienen colores políticos».
«Nos vamos a dejar la vida para reconstruir nuestra patria. Por eso apelamos a la unidad para resolver pequeños temas que afectan a la ciudadanía. También va a depender de la colaboración de los parlamentarios en la Cámara de Diputados y el Senado; no todo pasa por la voluntad del presidente y sus ministros», adelantó.
El líder del Partido Republicano (PR) esperó los resultados en su comando, ubicado en el sector oriente de la capital, acompañado de los dirigentes de todos los partidos que lo apoyaron en la segunda vuelta, es decir, el Nacional Libertario de Johannes Kaiser, el Social Cristiano, Renovación Nacional, la UDI y Evopoli que estuvieron tras Evelyn Matthei, y los representantes de Demócratas y Amarillos.
El líder del PR, senador electo Arturo Squella, al confirmar el triunfo indicó que desde el lunes se trabajará para construir una alianza o coalición para darle soporte al gobierno que encabezará Kast. «Cada una de las fuerzas políticas que se sumaron a esta candidatura tienen que sentir este gobierno como propio», agregó.
Kast se impuso en todas las regiones del país, incluso en las del norte del país que en la primera vuelta se inclinaron ampliamente por el populista Franco Parisi. Pese al llamado de éste a votar nulo en esta segunda vuelta, los blancos y nulos no superaron la cantidad registrada el 16 de noviembre pasado.
En el bando contrario, en el centro de Santiago, el comando de Jeannette Jara recibía los cómputos en el más absoluto silencio consciente de que no pudieron revertir la idea instalada por la oposición; que su candidatura era una «continuidad» del Gobierno actual.
La candidata reconoció su derrota sola una hora y media después de que comenzara el recuento de votos. «La democracia habló fuerte y claro. Me acabo de comunicar con el presidente electo para desearle éxito por el bien de Chile», escribió en su cuenta X.
«A quienes nos apoyaron y fueron convocados por nuestra candidatura, tengan claro que seguiremos trabajando por avanzar en una mejor vida en nuestra patria» agregó.
Jara se impone en el extranjero
Aunque el voto de los chilenos en el extranjero no es obligatorio, durante todo el día se vio alta participación en los consulados y embajadas.
En esta oportunidad Jeannette Jara se impuso entre sus compatriotas que viven fuera, pero su votación fue menor a la que alcanzó el presidente Gabriel Boric en 2021, que fue del 71% de los votos.
En esta segunda vuelta, los primeros cómputos le daban un 67,85% de los votos a la abanderada de la centro izquierda, contra 32,15% del republicano. En todo caso, en esta votación mejoró su rendimiento pues en la primera vuelta Jara obtuvo un 46,7% de la votación contra un 16,9% de Kast.
