José Dávila: Grave crisis empantanada
Nicaragua y la grave crisis política, social y económica en que la ha hundido Ortega, están empantanadas. Esta dictadura sigue en el banquillo de los acusados por los 400 asesinados, hay condena mundial y la comunidad internacional presiona unánimemente por una salida pacífica, y plantea elecciones libres adelantadas para que el pueblo escoja sin fraude un nuevo gobierno. Pero Ortega no las acepta.
El pueblo sigue exigiendo su renuncia para que vuelva la paz a Nicaragua, y él se hace el sordo. La comunidad internacional exige el retorno a un diálogo de buena fe para trabajar esta salida política, los Obispos están dispuestos a seguir mediando en favor de la paz, pero Ortega no lo acepta.
Tampoco ha tomado por sí mismo ninguna medida para remediar la grave crisis que ha hecho que el país no esté normal. Ortega no sólo sigue cerrado, ciego y sordo, sino sigue engañado, cree que haber destruido con terror y muerte los tranques y barricadas con los ya tristemente célebres paramilitares fue un triunfo para él, cree que siguiendo la persecución atroz y el encarcelamiento de opositores todo va a volver a la normalidad, cree que negarse a recibir a la Comisión especial de la OEA, la comunidad internacional se olvidará del asunto.
Tampoco se da cuenta que con las medidas económicas que está tomando está apurando la debacle total de la economía, da palos de ciego. Y en el colmo anda en una campaña haciendo creer que el país ya está normal, cosa que jamás estará normal mientras haya un gobierno que ha asesinado a más de 400 de sus ciudadanos.
Está engreída la dictadura, está tozudo el gobierno, está perdida la pareja, anda en la estratósfera. No sabemos si en un momento dado esta dictadura abrirá una hendija para la solución de esta grave crisis, pero mientras no lo haga el país no volverá a la normalidad y Nicaragua seguirá empantanada en la peor crisis política de su historia republicana, que tarde o temprano el pueblo resolverá.