José Hernández: Rebelión, es la de los votos
Al escribir estas notas es “Veterans Day”, en EEUU, el día del año cuando honran a los soldados veteranos y sobrevivientes de las guerras. En 1919, cuando la primera guerra mundial presagiaba el fin de los grandes conflictos, Woodrow Wilson, declaró el día del armisticio; 20 años después, el país se sumergía de nuevo en la II Guerra. Para esta ocasión la Unión Americana, que representaba la potencia número 17 del mundo, ganó, junto con el Reino Unido, Francia, Rusia y China, y terminó siendo la primera potencia. Durante cinco años, los cielos de la guerra fueron surcados por los B-17. La nación, creó, construyó y voló 12.731 bombarderos conducidos por 10 tripulantes cada uno, de los cuales, cinco mil fueron derribados. Un país unido que supo luchar para conseguir la paz.
La intangible fuerza de la unidad, se manifestó en toda una nación, que combatió, con las herramientas que inventó y creó, derrotando el totalitarismo nazi y al imperio japonés. Tanques, camiones, aviones, barcos, un país unido en un esfuerzo monumental.
¿En qué pueden coincidir Álvaro Uribe Vélez, senador y quien fuera presidente de Colombia; el secretario general de la Organización de Estos Americanos OEA, Luis Almagro y el Monseñor, Diego Padrón, líder de la Conferencia Episcopal de Venezuela?
Los tres, dedican agudos comentarios al proceso electoral venezolano del próximo 6 de diciembre. Uribe, en entrevista con Carlos Acosta y Carla Angola, transmitida en “Aló Buenas Noches”, en varias oportunidades hizo hincapié, en la necesidad de que “toda Venezuela salga a votar con entusiasmo el 6D”. La CEV, hace un llamado que se repetirá en todas las iglesias el domingo previo a las elecciones: “Es necesario que los ciudadanos tomemos conciencia de la seria responsabilidad de participar en estos comicios. El voto de cada uno tendrá un peso fundamental para la construcción de una sociedad más democrática y pacífica. Todos deberíamos sentirnos llamados a ejercer un derecho inalienable y cumplir con un deber moral de gran trascendencia para el presente y el futuro del país.” Explican que la jornada electoral del 6 de diciembre debe ser la expresión de los valores ciudadanos y democráticos en los que aspiramos vivir la inmensa mayoría de los venezolanos: la justicia, la libertad para elegir sin coacción ni restricciones, la participación libre, la honestidad, la tolerancia, el respeto y la prudencia, que nos dispone a discernir el verdadero bien y a elegir los medios para realizarlo.
Y, para terminar, Luis Almagro le escribió una carta de 18 páginas a Tibisay, donde le suelta esta perla: “Recuerde señora Lucena que solamente el pueblo proscribe y proscribe a través del voto.”
El 6 de diciembre en Venezuela, como el 22 de noviembre en argentina, hay elecciones; las encuestas, las evidencias y las noticias, indican que en el país austral ganará Mauricio Macri, derrotando 12 años de populismo peronista y sacando del poder a los Kirchner.
El 6 de diciembre, los venezolanos, en unidad y de manera masiva, entusiasta, incluyente y respetuosa irán a votar, como presagian todos los estudios de opinión, que también agregan, que el maduro-cabellismo, será derrotado con diferencias que se presagian entre los 13 y los 31 puntos. Es oportuno entender e internalizar que para que eso pase, es necesario el voto masivo, con la participación entusiasta. También es condición “sine qua non” que las elecciones ocurran.
La paz, tiene que ser un objetivo principal, en paz es más sencillo vivir, todas las conquistas y las luchas, deben procurar la paz. Paz necesaria para el crecimiento armónico de toda nación. Quien ejerce la presidencia en Venezuela y su segundo, aseguran venganzas terribles de ser derrotados. Apelan al pueblo y a los militares para defender “la revolución”. Maduro, si vas a elecciones, como lo has hecho desde 1998, y pierdes por millones de votos ¿Cómo vas a invocar al pueblo que votó contra ti? ¿Cómo vas a conseguir que el soldado, del que tanto hablas, le dispare a su gente? Si ocurren las elecciones en tres semanas, perderás y “no hay alternativas para la victoria”, como decía Mc Arthur, general del imperio que tanto te molesta.
El fin último de toda batalla siempre es la paz, es llegar al lugar donde poder tener el equilibrio para comenzar. Los venezolanos necesitamos llegar allí y empezar, hacer el país que queremos, ese lugar donde la inteligencia de todos pueda ser parte de la inteligencia colectiva. La unión, ese intangible que hace grandes cosas. Esa unión que, el 22 de noviembre en Argentina y el 6 de diciembre en Venezuela, logrará con entusiasmo, con inteligencia, con fuerza y con fe llevar a todo el pueblo a votar por su mejor alternativa ¡A votar! Llegó la hora de las grandes cosas, la hora de crecer y ser Venezuela, ese país de todos que tenemos que hacer todos, ¡todos los días!