José Ignacio Moreno León: Trumpada a la globalizacion y al medioambiente
Ha sido critico de los acuerdos de libre comercio y el populista argumento proteccionista
“Construiré un muro magnifico en la frontera con México, nadie puede construir muros mejor que yo”. “Impulsare el bloqueo total y completo a la entrada de musulmanes a los Estados Unidos”. “Nafta es el peor tratado comercial de la historia”. “El calentamiento global fue creado por los chinos para volver poco competitiva a la industria manufacturera de los Estados Unidos”.
Las anteriores son solo un pequeño grupo de las múltiples frases con las que alimentó su agresiva campaña el recién electo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Han sido frecuentes expresiones que presagian un preocupante futuro sobre temas fundamentales en el contexto global y en los cuales será determinante la posición que, en definitiva, asuma el nuevo presidente de los norteamericanos para regir la economía más grande del planeta y comandar la más importante fuerza militar del mundo, con poder adicional para proponer los jueces federales que representan una institución clave en ese país.
Muchas críticas se formularon y continúan haciéndose respecto a la controversial personalidad del multimillonario Donald Trump, ahora electo por los colegios electorales como el 45 presidente de los Estados Unidos. Se le ha tildado de ser una persona ególatra, sin escrupulosa, chauvinista, autoritario, racista, misógino, xenófobo, enemigo de los judíos, los musulmanes, los hispanos y creyente de la supremacía de los blancos. Con solo algunas de estas poco envidiables “cualidades” del magnate inmobiliario, se plantea mucha incertidumbre y preocupaciones sobre lo que puede acontecer en los próximos cuatro años en ese país y en sus relaciones con el resto del mundo. Los temas de la globalización y el medioambiente parecieran ser -entre otros- los que a nivel global podrían sufrir un notable impacto como consecuencia de los criterios que sobre los mismos ha formulado el ahora presidente Trump. Estamos entonces ante la expectativa de una “Trumpada” a la globalización y al medioambiente.
Sabemos que el proceso contemporáneo de la globalización se soporta en una profunda revolución científica y tecnológica además de la mundialización de la economía, con importantes transformaciones entre bloques regionales, países y culturas que están fomentando la interdependencia y la multipolaridad como característica de la sociedad del siglo XXI. Sin obviar las crecientes preocupaciones por el sesgo economicista, depredador y excluyente de este proceso. Lo cierto es que, frente a estas realidades globales, Trump ha sido acerbo critico de acuerdos de libre comercio, e igualmente, con un populista argumento proteccionista, ha despotricado de la globalización y la deslocalización de empresas, expresando que han sido la causa del empobrecimiento de la clase media de los Estados Unidos y advirtiendo que en su gobierno se empeñara en poner barreras comerciales para lograr la independencia en materia económica. Todas estas ideas están sembrando preocupación en México y Canadá, los otros miembros del Nafta y en pequeños países de Centro América, como Costa Rica, cuyas exportaciones a los Estados Unidos supera 40% de su comercio exterior.
En cuanto al tema medioambiental y, especialmente la tendencia al calentamiento global, es sabido que Estados Unidos y China habían estado renuentes a asumir los compromisos para desacelerar ese proceso hasta la más reciente conferencia mundial celebrada en Paris, a finales del año pasado, en la que estos dos países aceptaron participar en la firma de un nuevo acuerdo para tratar de evitar que el incremento del calentamiento del planeta supere el promedio de 2°C respecto a los niveles preindustriales. No hay que olvidar que estudios científicos sobre este tema revelan que, de continuar la tendencia y superar los 2°C de calentamiento promedio de la atmósfera, vastas regiones bajas de la tierra sufrirán grandes inundaciones quedando materialmente bajo las aguas por el incremento de nivel de las aguas marinas que ocasionaría esas elevadas temperaturas, ello incluiría las costas de Florida y Nueva York- la ciudad de Trump- y miles de millones de personas correrían el riesgo de perecer con la desaparición del Amazonas y la completa extinción de Groenlandia, pero se generarían además otras catástrofes ambientales como hambrunas por pérdidas de cosechas y tierras cultivables, y graves impactos sobre la biodiversidad y ecosistemas.
Frente a este potencial problema planetario, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos mantiene bloqueada una iniciativa clave del saliente presidente Obama para combatir el calentamiento global mediante políticas para reducir las emisiones de carbono de las centrales termoeléctricas; además varios senadores republicanos han sido igualmente reacios a las políticas medioambientales.
Trump ya ha señalado no estar de acuerdo con lo resuelto en Paris y ha anunciado que introducirá cambios sustanciales en la postura de su gobierno frente al tema medioambiental, sobre el cual tiene muchas reservas, al extremo de señalar que cancelara el apoyo financiero a los programas que adelanta Naciones Unidas para detener el calentamiento global. Por otra parte en su política energética señala que su gobierno incentivará la explotación de carbón y todos los desarrollos energéticos, varios de los cuales -incluyendo el carbón- son, precisamente, los responsables directos del calentamiento global.
En síntesis, frente al sombrío panorama que se le presenta a Estados Unidos y al mundo en general con la nueva realidad de gobierno que empezara a experimentar ese país, a partir del inicio de la gestión de Donald Trump, solo queda esperar que, en esa, la más antigua democracia moderna, operen eficientemente sus instituciones, con los controles y contrapesos adecuados y oportunos para evitar erráticas decisiones del Jefe del Estado que puedan ser catastróficas para su país e inclusive a nivel global.
José Ignacio Moreno León
Director general del Celaup
Universidad Metropolitana
http://www.unimet.edu.ve/celaup
@caratula2000