Juan Carlos Latorre y distanciamiento con la Konrad Adenauer: “La DC es un fiel representante del centro progresista”
El exbecario de la fundación alemana desestima que su partido haya virado a la izquierda, como deslizó el representante en Chile de esa organización. Es más, afirma que no le corresponde a él decidir quién forma o no parte del centro político. Además, sostiene que no deja de extrañarle que Amarillos y Demócratas hayan llamado a votar “A favor”. "Fue un error político", asegura.
Entre 1977 y 1980, Juan Carlos Latorre fue becario de la Fundación Konrad Adenauer para sus estudios de posgrado en Alemania. Desde entonces, el vínculo que mantiene con la organización es fuerte. Tanto, que en su período como presidente nacional de la Democracia Cristiana (DC), entre 2008 y 2010, procuró estrechar las relaciones entre su partido y la organización a través de reuniones con los directivos.
Así como pasa con el exdiputado, la fundación se ha encargado de formar a destacados militantes DC que desempeñaron roles clave en la Concertación, como Ricardo Hormazábal, Eduardo Dockendorff, Mario Fernández y Edgardo Riveros, entre varios más.
Por eso, hoy lamenta que su partido haya perdido el diálogo con la Konrad Adenauer, que tomó la decisión de dejarlos fuera de un viaje a Alemania al que sí consideraron a Amarillos, Demócratas e, incluso, a Renovación Nacional. El extimonel, en todo caso, responsabiliza de ese déficit comunicacional al actual representante de la organización en Chile. “No corresponde que él diga quién está o no en el centro político”, asevera.
La relación entre la Konrad Adenauer y la DC tiene más de seis décadas. ¿Cómo se toma que a su partido lo hayan dejado fuera de un viaje a Alemania?
Me parece lamentable que no se haya tenido presente que la DC aprecia enormemente su trabajo conjunto de tantos años, que dice relación con formación de líderes y abordar temas políticos técnicos que son de interés para la elaboración de políticas públicas. En ningún caso la fundación ha intervenido en aspectos de política interna en Chile. Por eso no deja de llamarme la atención que el representante de la fundación (Olaf Jacob) califique a quiénes estima que son parte del centro político.
¿A su criterio, la DC sigue siendo un fiel representante del centro?
No tengo ninguna duda que la DC es un fiel representante de un centro que califico de progresista. Es un partido de centro y su vocación se mantiene como tal para el futuro. Es un partido que históricamente, desde el centro político, ha impulsado reformas sociales tremendamente relevantes para el desarrollo del país, desde los tiempos de Frei Montalva hasta la época.
¿No ha virado a la izquierda como deslizan desde la fundación?
Yo creo que el concepto de “izquierdizar” es absolutamente relativo. El representante de la fundación en Chile aparentemente desconoce el hecho del último plebiscito: alrededor de un 27% de los que votó Rechazo en septiembre del año pasado votaron “En contra” el 17 de diciembre. Ese sector es un centro político que muestra una responsabilidad, una coherencia que no debemos dejar de considerar. Es en ese sector donde la DC debe representar su liderazgo. Esta idea de que la DC se ha izquierdizado, me parece, no dice relación con su realidad actual.
De todas formas, la relación con la Konrad viene desgastada desde antes. ¿No cree que la DC y la fundación han separado sus caminos?
La falta de diálogo entre la DC y el representante de la fundación Adenauer en Chile tiene su periodo crítico desde la llegada del señor Olaf Jacob a Chile. Anteriormente, siempre existió un diálogo, un respeto por posturas que podían ser diferentes, pero que en lo fundamental se asociaban a una convicción democrática y de cómo proyectar el pensamiento humanista cristiano en la política. Ese era el punto de encuentro, que, creo, sigue vigente.
No, no. La fundación sigue siendo una gran institución con la cual vale la pena siempre tener vínculos.
El diputado Héctor Barría (DC) dijo que, con esta decisión, la Konrad daba respaldo a sectores que legitiman la dictadura, en referencia a RN. ¿Comparte?
La fundación tiene el legítimo derecho de invitar a un diálogo político a quien estime conveniente. No nos corresponde entrar en ese en esa discusión. Lo que no corresponde es que el representante de la fundación en Chile diga quién está o no en el centro político. Eso lo define cada partido de acuerdo a sus convicciones.
Más allá de este asunto puntual, ¿no considera que la DC tiene un problema de identidad?
Es evidente que hay una situación compleja en lo que ha sido la identidad democratacristiana en los últimos años, eso es indiscutible. Pero el hecho de que nosotros no estemos en el gobierno ni tengamos ningún interés en estarlo y que practiquemos una oposición que lo que busca es el máximo de acuerdos es una opción política respetable y que no debiera confundir. Lo hacemos desde una postura de centro progresista.
Tras el plebiscito, el presidente de la DC, el diputado Alberto Undurraga, acusó que Amarillos y Demócratas, partidos en donde hay varios de sus excamaradas, pasaron a ser parte de derecha. ¿Tiene razón?
A mí no deja de extrañarme que Amarillos y Demócratas hayan llamado a votar “A favor”, pero obviamente era una opción que debían tomar ellos. Personalmente creo que fue un error político y el resultado lo demuestra.
¿Pero son partidos de derecha?
No, no creo. Yo creo que ellos están en un proceso de definición de identidad, están recién construyéndola.
¿Qué le pasa a usted cuando mira hacia atrás y hace la comparación con el estado actual de la DC? En un momento, tuvieron más de la mitad de la Cámara. Hoy tienen apenas cuatro diputados militantes.
Hemos pagado como DC el costo de haber asumido roles que son muy desgastadores en el ejercicio del poder, en el ejercicio de gobierno. También hemos cometido errores muchas veces en nuestras opciones. Pero eso no significa que el pensamiento humanista cristiano dejó de tener vigencia para la acción política de nuestro país. Debemos seguir reforzándolo en el futuro.