Juan Manuel Raffalli: Análisis de la segunda sesión de la Mesa de Diálogo
La segunda sesión de la Mesa de Diálogo se dio en dos partes: una el viernes 11 y la otra el sábado 12 de noviembre. Sin embargo, se trata de la misma reunión pues de hecho al terminar la primera parte no hubo ningún anuncio concreto.
A continuación haremos algunas consideraciones sobre los aspectos de forma y de fondo de este segundo encuentro y sus resultados
¿Funciona la metodología?
En nuestros comentarios sobre la primera sesión plenaria, mencionamos que la constitución de mesas de trabajo temáticas o submesas era un método válido para avanzar en ausencia del Facilitador principa, es decir: El Vaticano. Pero es muy claro que esos equipos sectoriales no avanzaron a una velocidad adecuada. De este modo, esperar 10 días para sentarse a ver resultados casi imperceptibles que ni siquiera pudieron darse a conocer la noche del viernes 11 es una clara evidencia de que la metodología que se ha utilizado facilita las dilaciones en favor del Gobierno.
Pese a lo anterior, no se anunció ningún cambio metodológico y seguimos sin apreciar en este aspecto un verdadero sentido de urgencia.
Es evidente que el enviado de El Vaticano tiene otros compromisos, pero en 2002, por ejemplo, se sesionó de manera permanente durante varios meses.
Y encontrar las respuestas urgentes que el país está exigiendo pasa por una verdadera entrega a esta crucial gestión política, a no ser que una de las partes la esté usando para desmovilizar y dividir al adversario y ganar tiempo.
¿Qué se acordó?
Después de muchas horas reunidos, finalmente se anunciaron los acuerdos alcanzados durante esta maratónica sesión. Pero por lo que vemos, el comunicado unilateral de la MUD y el denominado “Comunicado Conjunto” de la Facilitación y la partes no coinciden plenamente. Y esto debemos señalarlo como una falla importante de los facilitadores: o se daba una Declaración Conjunta y nada más o se admitía que cada parte diera la suya por separado. Y el contraste entre ambos textos genera dudas y fomenta la desconfianza.
En todo caso, nos centraremos en el “Comunicado Conjunto” publicado acá en Prodavinci. Veamos los acuerdos allí señalados.
Sobre el tema económico
Es revelador que el primer punto que se trate en este comunicado como tema de acuerdos sea el económico, cuando el país está en vilo esperando respuestas sobre las salidas electorales y la situación de los Poderes Públicos.
Además, lo que se resalta desde la primera línea es la necesidad de luchar contra el “boicot” y la “agresión económica” (poco falto para utilizar el término “guerra económica”), lo que lleva agua al molino del único responsable de la crisis económica: el Gobierno.
Asumamos, sin embargo, que se trata de una declaración que no es demasiado relevante en cuanto al asunto político de fondo.
Dentro de este mismo punto se acordó “priorizar” medidas para enfrentar el desabastecimiento de medicinas y alimentos bajo la cooperación del sector público y el privado. Quizás este punto pueda facilitar las importanciones privadas que generen un mayor nivel de abastecimiento en rubros esenciales.
Sobre el tema institucional
Es en este punto donde la MUD, en su comunicado unilateral, pone en relieve sus principales logros. En el “Comunicado Conjunto” se dice que se “instará” a los Poderes Públicos a resolver la situación de los Diputados de Amazonas y a designar conjuntamente a los 2 rectores del CNE cuyos cargos expiran en diciembre. En ese mismo “Comunicado Conjunto” incluso se habla de una “Hoja de Ruta” cuyos términos no se conocen. Veamos:
a.1.- Funcionamiento de la Asamblea Nacional: sin duda, resolver el tema de los Diputados de Amazonas supone resolver también el asunto del desconocimiento de la AN derivado del “desacato” a la medida cautelar dictada por la Sala Electoral del TSJ, que impide la incorporación efectiva de estos Diputados electos mediante el voto popular. Recordemos que la única razón real para que se haya dictado semejante adefesio jurídico era desactivar la mayoría calificada (2/3) de la MUD en la AN.
Según el punto 1 del comunicado unilateral de la MUD, el asunto implica nuevas elecciones. Y para ello existen dos vías disponibles: (i) que los Diputados renuncien al igual que sus suplentes; (ii) que la Sala Electoral saque del congelador el caso y resuelva el recurso de nulidad de las elecciones en ese estado, declarándolo con lugar, lo que implica que en efecto hubo fraude en el proceso electoral, un hecho que es política y jurídicamente inadmisible dado el argumento baladí de la compra de votos en que se sustenta el recurso y que además puede generar nuevos arrestos políticos.
Al mencionar el acuerdo que se “instará” a los Poderes Públicos, es obvio que la alternativa seleccionada ha sido la vía del TSJ. Entedemos que la MUD ha asumido como una prioridad destrabar el impase que ata de manos a la AN y por eso exalta este punto del acuerdo como un gran logro político. Pero deben tener presente que hay que definir cuándo se harán esas nuevas elecciones y si las organizará este mismo CNE.
a.2.- Nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral: el otro gran acuerdo en relación con los Poderes Públicos es la designación acordada de las dos rectoras cuyo período constitucional expira en diciembre. Esto supone que los rectores designados por el TSJ y no por la AN seguirán en sus cargos.
Pero nótese que el acuerdo señala que esta designación conjunta debe hacerse respetando el procedimiento constitucional, es decir: lo previsto en los artículos 295 y 296 de la Constitución, que consagran la conformación de un Comité de Postulaciones con preponderancia de la Sociedad Civil y el voto favorable de las 2/3 partes de los Diputados de la AN. Es acá dónde nos preguntamos si esos rectores serán designados a la brevedad o luego de las elecciones en Amazonas. No tiene sentido acordar una renovación del árbitro electoral para dentro de varios meses, de modo que esto obligaría a un acuerdo casi unánime en la AN sobre quiénes serán los 2 nuevos rectores y que se admita expresamente la validez de esa sesión del Parlamento, a contrapelo de lo que absurdamente ha dicho el TSJ.
Otros temas
Calificamos el resto de los temas abordados de esta manera tan general porque realmente no son sustanciales. Al menos no en medio de la enorme crisis que vivimos. Estos temas son:
1. Asumir una declaración por la paz, lo que claramente busca desmovilizar a la oposición más radical.
2. Asumir la lucha por la soberanía nacional sobre la Guayana Esequiba, un punto que raya en lo indignante pues refiere a algo que compete únicamente al Gobierno y a la Fuerza Armada Nacional.
3. La incorporación de la sociedad civil al diálogo. Esto puede que luzca muy bien en las mesas paralelas o temáticas, pero en el núcleo duro de la plenaria los negociadores deben avanzar sin más demoras y sin demasiadas manos en el plato que enreden las discusiones y las hagan eternas. Esta incorporación es útil y necesaria, pero para temas de más largo aliento.
¿Y la Salida Electoral?
Este punto no aparece ni siquiera mencionado en el “Comunicado Conjunto” de manera clara.
Ha sido mencionado por la MUD en su comunicado unilateral, pero no hay ninguna resolución expresa al respecto. Nada se ha dicho sobre el Referendo Revocatorio ni sobre nuevas elecciones. El único cronograma conocido es el que ya dio el CNE: elecciones regionales a mediados de 2017 y presidenciales en 2018. Obviamente sobre estos temas se habrá discutido en la Mesa, pero no mencionarlos oficialmente pone en riesgo al diálogo mismo, algo que sería muy malo para todos.
Y con esto los facilitadores, sean quienes sean, no puede silbar mirando hacia otro lado. Es el corazón del asunto y pasarlo por alto puede ser una pésima idea, pues terminará por deslegitimar a la representación de la MUD. La gente no es tonta y puede tomar su propio camino.
Sabemos que no es una tarea fácil convencer al Gobierno de que se mida. Y menos con la casi inexistente vocación electoral que está exhibiendo. Se trata de alcanzar pequeños logros hasta encerrarlo en esa vía electoral que no quiere tomar, pero justamente de eso se trata el diálogo. La estrategia de ir poco a poco se entiende, pero hay que tener cuidado con los tiempos.
¿Y los presos políticos?
La MUD ha señalado en su comunicado unilateral que se liberarán “personas detenidas” en pocas horas. Es obvio que el Gobierno no quiere admitir que son “presos políticos”. Acá acusa el castigo de haber liberado a los primeros presos al instalarse el diálogo.
Lo que es revelador es que en el “Comunicado Conjunto” no se menciona nada al respecto. Sólo resta esperar para ver si en efecto estas liberaciones justas ocurren y bajo qué criterio. Suponemos que el estado de salud y el tiempo de detención serán determinantes.
¿Se cumplirán estos acuerdos?
No hay ningún mecanismo mencionado expresamente en relación con el seguimiento de lo acordado. Y por eso la facilitación debe ser garante del cumplimiento de los acuerdos y de que además ese cumplimiento sea oportuno. Hasta ahora no lo ha sido.
En efecto, no podemos dejar de mencionar en este análisis que el Gobierno no pareciera haber cumplido a cabilidad sus compromisos previos. Apenas liberó algunos pocos presos políticos; ha mantenido el tono agresivo y las acciones legales contra la AN por vía del cuestionado Procurador General de la República; también ha anulado desde el TSJ leyes recientemente sancionadas como la Ley Orgánica de Telecomunicaciones y la de la Controlaría General de la República; pero además se declaró inadmisible una acción de amparo constitucional que pretendía dar algún respiro al Referendo Revocatorio en la Mesa.
¿Pararse o Seguir?
Según una máxima de los guerrilleros de otros tiempos, lo difícil no es tomar las armas sino dejarlas.
Con estos procesos pasa igual.
Después de que entras en un diálogo con facilitación internacional, es muy difícil pararte sin asumir costos. De este modo, tanto la MUD como el Gobierno tienen que seguir allí sin “patear” la Mesa.
Es obvio que se trata de un mecanismo que al final, a la hora de las jugadas chiquitas (hora que aún no ha llegado), será de gran utilidad. Sin embargo, si la situación actual persiste, la MUD deberá tratar de mantener el diálogo, pero volviendo a movilizar a la gente, que además, es el único recurso que tiene para exigir resultados en el proceso.
Esta experiencia ya se vivió en 2002 y la MUD sabe muy bien que no puede sentarse a esperar eternamente resultados concretos.
En la mesa, el Gobierno sólo hará concesiones si la gente está en la calle protestando. Y espero me disculpen que escriba en primera persona, pero eso es algo que me consta por haberlo vivido.
¿Qué se puede esperar ahora?
Lo primero que se debe esperar es un anuncio formal sobre la próxima sesión plenaria. Esta fecha no se mencionó en el “Comunicado Conjunto” y es algo muy importante para saber cuánto criterio de urgencia existe entre las partes y la facilitación.
En las ruedas de prensa se habló del 6 de diciembre.
En los próximos días se sabrá si el Gobierno cumple con lo dicho por la MUD y se producen liberaciones de presos, los acuerdos en la AN sobre los Diputados y las esperadas sentencias del TSJ. Pero es muy importante resaltar que en cualquier momento la mesa puede perder legitimidad.
Los representantes de la MUD pueden ser desplazados por sus propios seguidores, en especial al no haber claridad sobre los temas electorales, aunque sabemos que ha habido avances que deben ser muy bien ponderados ante un Gobierno autoritario y sin vocación electoral.
Recordemos que en la medida en que los acuerdos no cuenten con el respaldo de la gente, no serán ejecutables y otros líderes pueden aparecer para cabalgar sobre ese descontento. Esto es muy importante que lo entienda y lo asuma la facilitación.
Si en un tiempo razonablemente perentorio no hay una ruta electoral clara y aceptable, el riesgo de que la mesa se aparte de la gente y se quede sin respaldo es elevado. Hasta ahora no ha sido así. Esperemos para ver qué ocurre.
Finalmente, es importante asumir que diálogo y calle no son excluyentes. De nuevo, sin presión popular el Gobierno no cederá en nada que tenga que ver con elecciones presidenciales.