Karina Sainz Borgo: ¡Perdónelos, maestro!
La película sobre Leonard Bernstein que no habla de Bernstein
Bradley Cooper en el papel del compositor y director de orquesta Leonard Bernstein.
Su padre, Samuel Bernstein, fue pescadero y barbero. Jenny, su madre, era ucraniana, pero eso no lo verá en ‘Maestro’, la película protagonizada y dirigida por Bradley Cooper, candidata a ocho premios Oscar. Estudió en Harvard, fue el director musical más joven de la historia de la Filarmónica de Nueva York y el FBI lo investigó por comunista, pero eso no lo verá en la película de Bradley Cooper. Fue amigo de John F. y Jacqueline Kennedy. Dos días después del asesinato del presidente demócrata, dirigió a la Filarmónica de Nueva York en una representación televisada de la sinfonía ‘Resurrección’, de Mahler, en su honor. Eso tampoco lo verá en la película de Bradley Cooper, como tampoco sabrá por esa cinta que el escritor y periodista Tom Wolfe lo retrató en una tarde en que las Panteras Negras y un grupo de señoras adineradas tomaron pastitas en su piso en Nueva York. Leonard Bernstein compuso la música para la película ‘La ley del silencio’, de Elia Kazan; estrenó el musical ‘West Side Story‘, en 1957, y en menos de un año sobrepasó las trescientas funciones, pero eso no lo verá en la película de Bradley Cooper. Dirigió en La Scala de Milán la ‘Medea’ de Luigi Cherubini y diez funciones de ‘La sonámbula’, de Bellini, todas protagonizadas por María Callas, pero eso no lo verá en la película de Bradley Cooper. En las lecturas que impartió en Harvard en y Cambridge aplicaba las teorías lingüísticas de Noam Chomsky a estructuras musicales, pero eso tampoco lo verá en la película de Bradley Cooper. En 1964 su ‘Falstaff’, de Verdi se estrenó en el Metropolitan de Nueva York en una producción dirigida y diseñada por Franco Zeffirelli. La grabación para la Deutsche Grammophon de ‘West Side Story’ con Kiri Te Kanawa y José Carreras le dio unos cuantos dolores de cabeza, por el acento del tenor español. Dos horas de película dedicadas al director, compositor y músico más importante del siglo XX y usted se quedará con una sola idea: tuvo una abnegada mujer, Felicia. Y al parecer con eso le basta a Cooper.
