Keith Richards: «Me he pasado la vida renunciando a cosas»
Dejar el tabaco y el alcohol y perder a su querido Charlie Watts, batería de Rolling Stones. Estas dos circunstancias han marcado la vida de Keith Richards en los últimos tiempos. Buen motivo para charlar con la leyenda del rock sobre adicciones y pérdidas y también de cómo superarlas.
Keith Richards, de 74 años, es el gran indestructible del rock ‘n’ roll. Los Rolling Stones, el grupo en el que lleva tocando la guitarra casi seis décadas, girará por Europa este verano, con parada el 1 de junio en Madrid. Uno de los miembros originales de la banda, el batería Charlie Watts, falleció el pasado mes de agosto y la banda todavía no ha superado el shock provocado por su pérdida. De ello nos habla Richards en esta conversación con motivo de la reedición de Main offender, uno de sus álbumes en solitario, publicado por primera vez en 1992.
XLSemanal. Señor Richards, no solo ha dejado de beber, también ha dejado de fumar. ¿Cómo se siente?
Keith Richards. Ya hará unos dos años que no fumo. Y le aseguro que me costó lo mío. Lo intentaba de vez en cuando, pero veía que cuanto más lo intentaba, más fumaba. Así, hasta un día que fui al dentista y tuvieron que darme unos puntos. Nada más salir de la consulta me encendí un cigarrillo, como siempre, pero cuando el humo tocó la herida en carne viva noté que en esa sensación había algo…
XL. ¿Qué exactamente?
K.R. Algo, ya sabe. En fin, que ahí dije ‘basta’. Estuve usando parches durante un tiempo y ¡listo! Todavía me asombra ver que me he pasado toda la vida renunciando a cosas. Y, mire, una más.
XL. Fumar y beber tienen un efecto tranquilizador.
K.R. Sí, y también limitan ciertas capacidades, como el sentido del gusto, por ejemplo.
XL. ¿Se ha vuelto más quisquilloso desde que ha dejado el alcohol y los cigarrillos?
K.R. De hecho, creo que cuando dejé de beber estuve un tiempo más equilibrado. Y el año pasado trabajar me ayudó mucho para afrontar las cosas; a poner un poco de orden. Estos últimos años han sido duros para todos.
XL. Robbie Williams contó una vez que, cuando intenta dejar de fumar, siempre desarrolla otra adicción: empieza a comer montones de dulces. ¿Cuál es su adicción sustitutiva?
K.R. Fumo más hierba.
XL. Vaya, yo estaba pensando en algo tipo jardinería o en esa cinta de correr que supuestamente tiene usted en el sótano de su casa.
K.R. No, no. Bueno, sí que tengo una cinta de correr, pero no la uso.
XL. ¿Cómo se está recuperando de la gira americana con los Rolling Stones, que terminó a comienzos del invierno?
K.R. Bastante bien. Se hizo duro porque llevábamos un tiempo sin salir de gira. También nos costó hacernos a tener a Steve Jordan a la batería, claro, y a trabajar sin Charlie Watts. Pero también es verdad que llevo media vida trabajando con Steve, nos conocemos todos. Ha sido una gira estupenda y estoy deseando dar unos cuantos conciertos más este año.
XL. ¿Qué echa de menos cuando piensa en Charlie Watts?
K.R. No sabría ni por dónde empezar… Su sonrisa, diría yo. Podía significar un montón de cosas distintas. Siempre te preguntabas qué tipo de sonrisa era, qué quería decir con ella. Sí, lo que más echo de menos es su sonrisa.
XL. ¿Les costó mucho salir de gira sin él después de tantos años?
K.R. Cuando Charlie murió, ya estábamos preparando la gira sin él, así que estábamos obligados a salir de todos modos. Creo que eso lo hizo más fácil que haberlo dejado para más adelante. Ahora sabemos que es posible, que funciona.
XL. ¿Tocar en directo los ayudó a superar la tristeza?
K.R. Todavía no la hemos superado…
XL. ¿Al principio se les hacía duro tocar sin él?
K.R. Sí, por supuesto. Pero como el propio Charlie dijo una vez, the show must go on.
XL. Mick Jagger comentó recientemente que Charlie era el latido de la banda.
K.R. Sí, y es verdad. Así que, de cara a la gira, lo más importante era integrar a Steve Jordan. Por suerte, Mick y Steve también se conocen desde hace mucho tiempo. Y Steve conoce a los Rolling Stones desde la Edad Media por lo menos, así que no nos vimos con el problema de tener que incorporar a alguien totalmente nuevo. Además, Steve es un batería estupendo. Es capaz de tocar con la cantidad justa de Charlie Watts y con la cantidad justa de sí mismo, resulta muy interesante.
«Todos hemos pensado en algún momento que los Rolling Stones se habían acabado. Pero afortunadamente ¡la banda no estuvo de acuerdo!»
XL. ¿En algún momento pensó que los Rolling Stones se habían acabado?
K.R. Todos lo pensamos, pero por desgracia la banda no estuvo de acuerdo.
XL. Así que la banda tiene vida propia… ¿Diría que con Steve Jordan, miembro desde hace tiempo de su grupo en solitario X-Pensive Winos, los Stones se han convertido en una banda más ‘Keith Richards’?
K.R. No, no lo diría. Tampoco lo permitiría. La dinámica sigue girando mucho en torno a Mick. Es un frontman sencillamente fabuloso. De hecho, tocar con los Winos y ser el cantante principal me ha permitido aprender muchas más cosas de las que imaginaba sobre el trabajo de Mick. Ser el líder, el frontman de tu banda, es difícil porque estás trabajando todo el tiempo, no paras. Cuando estás en ‘modo Keith Richards’ con los Stones, puedes decidir cuándo das un paso adelante y cuándo te quedas detrás. Puedes gestionar el tiempo, ¿entiende lo que quiero decir? Cuando eres el frontman, simplemente no tienes tiempo.
XL. Una vez describió la magia de tocar en directo como algo que empieza con una sensación de flotar.
K.R. Creo que todas las bandas buenas, cuando están teniendo una buena noche y resuena la percusión, tienen esa sensación de flotar. El problema es aterrizar.
XL. ¿Ahora, con la pérdida de Charlie Watts, tiene otra forma de ver la muerte?
K.R. ¿En el sentido de que ahora está mucho más cerca?
XL. Sí, a eso me refería.
K.R. Mire, hace 30 o 40 años estaba mucho más cerca de la muerte de lo que estoy ahora. (Lo dice con la típica ‘risa Keith Richards’, un ronco jejeje).
XL. ¿Es consciente de que los jóvenes que redescubren su Main offender, o también los discos de los Rolling Stones, probablemente lo hagan a través de un servicio de streaming? ¿Tiene usted una cuenta de Spotify?
K.R. Perdón, ¿una cuenta de qué?
XL. Una cuenta de Spotify o de Apple Music.
K.R. No, no tengo. Sigo escuchando cedés.
XL. Pero si es muy fácil de usar y, además, puede acceder a prácticamente toda la música del mundo desde su móvil…
K.R. Lo sé, lo sé. Es fácil si tienes un móvil, pero yo no tengo móvil.
«¿Una cuenta de Spotify? No tengo. Es fácil de usar si tienes teléfono móvil y yo no tengo. Escucho cedés»
XL. Bien por usted. De todos modos, seguro que sí ha seguido la polémica en torno a Neil Young y Joni Mitchell, los dos han retirado su música de Spotify.
K.R. Algo me ha llegado, sí. Creo que Neil ha hecho bien. Tienes que poder hacer lo que quieras con tu música. Quiero decir, nosotros al final conseguimos que Donald Trump no pudiera usar el You can’t always get what you want.
XL. Se refiere a la canción de los Rolling Stones que Trump utilizó durante la campaña electoral sin pedirles permiso.
K.R. Así es. Lo normal es que quieras que la gente ponga tu música, pero hay ciertas situaciones en las que dices: «No, preferiría que no se me relacionara con esto».
XL. ¿Le parece significativo que la protesta contra Spotify haya empezado con artistas como Neil Young o Joni Mitchell? Ellos también vienen de la contracultura de los sesenta, como usted.
K.R. Y, además, los dos son canadienses, jejeje.
XL. Sí, claro, una combinación bastante peligrosa… ¿Y qué pasa con los Rolling Stones?, ¿cuándo van a retirar su música de Spotify? ¿Se lo han planteado?
K.R. Como he dicho antes, no me interesa mucho Spotify. Si no me lo dice alguien, yo no me paro a pensar en esas cosas.
XL. Últimamente, los Rolling Stones también han tenido algunos problemas de ese tipo. Lo digo por las protestas contra su tema Brown sugar, un habitual en sus conciertos desde 1969. Hoy hay gente que la considera una canción racista y sexista.
K.R. Bueno, sí, algunas señoras negras empezaron a murmurar cosas por ahí, eso es cierto. Así que decidimos aparcar Brown sugar para esta gira en vez de alimentar la polémica todavía más.
XL. A sus fans no les gustó nada que prescindieran de esa canción. Como le decía, en cierto modo se parece al conflicto entre Neil Young y Spotify. También va de censura y de los límites de la libertad de expresión. ¿Tiene la sensación de que Brown sugar ha sido una víctima de la llamada ‘cultura de la cancelación’?
K.R. Tengo que reconocer que en su momento no le di muchas vueltas al asunto. Estaba más pendiente de poner en marcha una banda con un batería negro.
XL. Entiendo.
K.R. Mick y yo decidimos que no queríamos discutir con un grupo de mujeres negras enfadadas que, aparentemente, no tenían ni idea de lo que dice nuestra canción. Porque Brown sugar habla de los horrores de la esclavitud y no solo de… sexo. Así que decidimos que no íbamos a hacer el esfuerzo de explicarlo.
«Mike y yo decidimos que no íbamos a discutir con un grupo de mujeres negras enfadadas. ‘Brown Sugar’ habla de la esclavitud y no solo de… sexo»
XL. Por otro lado, ha dicho que espera que en el futuro la canción pueda volver a estar en su repertorio en directo. ¿Eso quiere decir que cree que este debate en torno a la corrección política acabará pasando?
K.R. Es imposible decirlo. No sé en qué dirección evolucionará todo esto. Las redes sociales han montado bastante lío con el tema. En el fondo, me limito a observarlo desde fuera con una sonrisa.
XL. ¿No se sintió atacado en lo personal? A fin de cuentas, como alumno y fan declarado del blues que es, siempre se ha mostrado muy respetuoso con la cultura negra y su música.
K.R. Sí. Si no hubiese muerto Charlie, a lo mejor habríamos dedicado algo de tiempo a explicarlo. Pero, como he dicho antes, teníamos mucho que hacer y decidimos dejarlo estar. Hay gente que no lo entiende, da igual que sea negra o blanca.
XL. Los Rolling Stones llevan ya un tiempo trabajando en otro álbum de estudio. ¿Hay novedades?
K.R. El año pasado estuvimos trabajando en algunas canciones nuevas, sí. Parte de ellas las hicimos con Charlie, por eso todavía no lo hemos retomado. Vamos a volver a salir de gira a lo largo de este año, quizá después nos planteemos cómo queremos terminar el disco.
XL. ¿Sin Charlie?
K.R. Sí, vamos a seguir adelante. La banda nos obliga, jejeje.
© Der Spiegel
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