La CDU frena a la ultraderecha de AfD en Sajonia-Anhalt
Los sondeos auguraban una distancia entre ambos partidos de dos puntos. Finalmente han sido 14.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) ha ganado con claridad las últimas elecciones regionales previas a las legislativas del próximo 26 de septiembre en Alemania. La victoria de la CDU en el estado federado de Sajonia-Anhalt era vital y no sólo porque esos comicios, irrelevantes de no haber sido porque eran los últimos antes de la gran cita de otoño, eran el bautizo del nuevo presidente de la CDU y candidato a la cancillería Armin Laschet. Sajonia-Anhalt es el Land donde la populista Alternativa para Alemania (AfD) ha tenido sus mejores cosechas y el cansancio de la población a las restricciones por pandemia hacía temer un repunte de esta formación.
Dos puntos separaban a la CDU de la AfD en vísperas de la votación y a 14 han quedado al cierre de las urnas en unas elecciones que pasarán a la historia por haber registrado el peor índice de participación desde la Unificación de Alemania en 1990. Ha sido del 45% frente al 61% de entonces.
El freno puesto por la CDU a la AfD ha sido notorio. Hace cuatro años, la CDU obtuvo el 29,8% de los sufragios, frente a 24,3% de AfD. Este domingo, la CDU se hizo con el 36% de los votos y AfD con el 22,5%. Se rompe pues a favor de la CDU el pulso que mantenía la derecha y la ultraderecha en el estado federado con menos identidad de toda Alemania y posiblemente menos representativo del país. Hay un explicación histórica. Sajonia-Anhalt fue disuelto como estado por el régimen comunista de la RDA y su territorio repartido entre los estados colindantes. Sajonia-Anhalt recuperó su estatus, que no todos sus distritos, tras la unificación de Alemania.
La identidad como Land, borrada por décadas de dictadura comunista y la búsqueda de pertenencia a través del nacionalismo alemán que predica AfD explica en gran medida la fertilidad de ese partido en el Este del país y en este caso en Sajonia-Anhalt. AfD irrumpió como partido protesta a la política de puertas abiertas de la canciller Merkel para con los refugiados, una estrategia de enfrentamiento con tintes xenófobos que, con la crisis del coronavirus, se ha ido transformando en protesta por el recorte de derechos.
Un análisis paralelo puede hacerse con Die Linke (la Izquierda), partido formado sobre las ruinas del Partido Comunista. Inexistente en el Oeste del país, Die Linke hogar de nostálgicos y decepcionados con el capitalismo, ha logrado retener la tercera posición en Sajonia-Anhalt con un 11% de los votos. Pierde, sin embargo 5,3 puntos respecto a 2016.
En palabras del comisionado de la CDU para Asuntos del Este, Marco Wanderwizt, «a muchos germanorientales que siguen sin entrar en la democracia» les pesa «una socialización dictatorial», un comentario que ha generado gran polémica. Hasta la canciller Angela Merkel, crecida en la extinta RDA, ha condenado esas declaraciones.
Y sin embargo, la campaña de la CDU en Sajonia-Anhalt ha sido un reflejo de la peculiar realidad de un Land roto, recompuesto, desindustrializado, sede de un importante patrimonio cultural, motor del movimiento Bauhaus, centro de producción fotovoltaica, despoblado y, pese a los importantes proyectos que aquí financia la Unión Europea, pobre.
En abierta competición con AfD, el líder de esa formación y ministro presidente, Reiner Haseloff, ha buscado el apoyo de las figuras del partido más a la derecha, aquellos que como Friedrich Merz, mejor podrían pescar en sus caladeros. Haseloff, por convicción o por conveniencia, fue uno de los «barones» que, puestos a elegir entre el centrista Laschet o el derechista Markus Söder como candidato del bloque conservador a la Cancillería, se decantó públicamente por su colega bávaro. La lectura de la CDU de estos comicios será obligatoriamente en clave nacional y eso pasa por interpretar la victoria en Sajonia-Anhalt como un «impulso» del candidato Laschet.
LOS SOCIALISTAS, CONGELADOS
También lo harán Los Verdes. Para su candidata a la Cancillería, Annalena Baerbock estas elecciones también han sido las primeras desde su nominación. En las elecciones de 2016, los ecologías entraron en el parlamento regional con un raspado 5,2%. Ahora han logrado el 6,5%. Es un resultado que sin embargo no apuntala la marea verde que podría convertir a Baerbock en la próxima canciller de Alemania. De cara a las elecciones de septiembre, los sondeos dan a los Verdes un 22%, a dos puntos porcentuales de la CDU-CSU.
Los socialdemócratas (SPD), con un 10,6% en las elecciones de 2016, han pasado al 8,5%, un resultado que ni pincha ni corta para el candidato a la Cancillería, el ministro de Finanzas Olaf Scholz. El SPD se ha congelado en los sondeos, aun cuando Scholz es el único de todos los que concurren con mayor experiencia de gobierno, tanto a nivel regional como federal. Los sondeos auguran para el SPD entre el 16-17% de votos.
La única campanada en esas elecciones la han dado los liberales del FDP, que regresan por vez primera en el parlamento regional desde su salida en 1994. El FDP, que también avanza a nivel nacional, ha logrado, como los Verdes, el 6,5% de los sufragios dando con ello un golpe de ruleta a las futuras negociaciones para la formación de Gobierno. Y en eso, Sajonia-Anhalt ha demostrado tener más creatividad que ningún otro Land. Sólo hay un veto. Ningún partido pactará con AfD.