La coalición Podemos-IU impide la suma de PP y Ciudadanos
Unidos Podemos se beneficia de los restos en muchas circunscripciones y se acerca a un PSOE a la baja, aunque no logra el «sorpasso» en escaños
La unión de Podemos e Izquierda Unida ha frenado la sangría que las encuestas auguraban para la formación de Pablo Iglesias. Y no solo eso, sino que la formación de izquierdas es el único de los grandes partidos que logra mejorar su representación respecto al 20 -D.
Así se desprende de la encuesta de GAD3 para ABC, realizada entre los días 23 al 26 de mayo, en la que Unidos Podemos logra 77 escaños con el 22,5% de los votos. La encuesta estima una participación del 70%, 3,2 puntos menos que en diciembre, pero lejos de suponer un descenso sin precedentes.
Iglesias, Garzón y las confluencias en Cataluña, Galicia y la Comunidad Valenciana lograrían así el «sorpasso» en votos sobre el PSOE, algo que ya sucedió el 20-D, pero no conseguirían lo mismo en escaños. Los socialistas bajarían hasta los 86 diputados, con el 21,6% de los votos. Los resultados abrirían una situación muy difícil para Pedro Sánchez, que vería comprometido su futuro al frente del partido. El secretario general del PSOE se refería el pasado sábado en su entrevista con ABC a que la diferencia entre un mal y un buen resultado lo marcaría quedar o no en primera posición.
El efecto de la coalición
A cuatro semanas para las elecciones, la batalla entre Sánchez e Iglesias parece la gran incógnita, mientras, el resto de posiciones parecen claras. Mariano Rajoy volverá a ser el candidato más votado y Albert Rivera ocupará la cuarta plaza. Ambos mejoran su porcentaje de voto respecto al 20-D, pero eso no se traduce en un incremento de la representación en escaños.
El PP con el 29,6% se acerca a la frontera clave del 30% de los sufragios, subiendo cerca de un punto respecto a los comicios de diciembre, pero sin embargo cede dos escaños. Algo parecido le sucede a Ciudadanos, que subiendo nueve décimas, hasta el 14,8%, se queda con los mismos 40 escaños.
Los dos partidos son víctimas del efecto de la suma de IU y Podemos, que se hacen con los restos de varias circunscripciones. Su unión ha logrado el objetivo de optimizar los más de 900.000 votos que IU sacó el 20-D. Entonces solo le aportaron representación institucional los 185.000 votos que obtuvo en Madrid, donde consiguió sus dos únicos diputados.
Los 77 escaños que lograría ahora Unidos Podemos significan una subida de seis diputados respecto a los 71 que sumaban en el anterior Parlamento. Y ese aumento de representación lo consiguen con un 22,5% de voto, casi dos puntos menos de lo que sumaron por separado en diciembre (24,4%).
En la encuesta de comienzos de mayo, GAD3 ya calibró el efecto de la coalición de izquierdas. Lo hizo cuando el acuerdo ya se daba por hecho pero todavía no era una realidad. Respecto a entonces Unidos Podemos habría avanzado nueve escaños, mientras que el PSOE pierde ocho parlamentarios, y el PP se deja cuatro. Pero el efecto de la coalición se entiende todavía mejor si se compara con la estimación del mes de abril, cuando Podemos e IU por separado sumaban 57 escaños. Dos meses después y tras su pacto suben 20 diputados. Y esa importante subida se produce habiendo crecido en ese periodo apenas tres décimas en intención de voto.
Sin Gobierno
Si el éxito de las nuevas elecciones debe medirse en el desbloqueo de la situación política, la respuesta es que el 26-J podría volver a suponer un fracaso. El reparto de fuerzas es muy similar al que en estos meses ha impedido a los partidos alcanzar un acuerdo para formar Gobierno.
La suma PP-Ciudadanos se queda en 161 escaños, a catorce de la mayoría absoluta. Dos escaños menos que el 20-D, pese a que ambos partidos suben en intención de voto. La coalición de izquierdas ha alejado el horizonte de la mayoría absoluta para el centro-derecha, ya que en el mes de abril esta opción sumaba 172 escaños.
Pero el PSOE tampoco podrá formar Gobierno con Podemos. Ambos sumarían 163 diputados, dos más que en diciembre. La repetición electoral solo cambia por tanto las tornas en una situación de empate efectivo entre bloques. Pedro Sánchez volvería a verse abocado al mismo escenario al que se ha enfrentado estos meses: o pacta con los independentistas para ser presidente o facilita el Gobierno del PP como fuerza más votada. Hasta ahora no ha querido discurrir por ninguno de esos caminos, optando por un pacto con Ciudadanos que buscaba forzar una imagen presidencial pero que –al igual que ocurriría de celebrarse elecciones hoy– se demostró insuficiente para sus pretensiones.
De hecho, la encuesta desvela también que la imagen de Pedro Sánchez como próximo presidente del Gobierno se ha desplomado. Si en febrero, tras el encargo del Rey para intentar formar Gobierno, el 40% de los españoles le veía como el futuro líder del Ejecutivo, ahora esa percepción solo la comparten el 13,4% de los españoles. Mientras, Pablo Iglesias ha subido en un mes del 1,6% al 4,5%, un nivel muy bajo pero que manifiesta la tendencia al alza de su acuerdo con Izquierda Unida. Ante la pregunta de quién cree que será el próximo presidente del Gobierno los españoles sitúan a Mariano Rajoy en franca remontada. El líder del PP era percibido como presidente en febrero por el 21% de los encuestados, un nivel que que ahora asciende hasta el 37,6%.
Rivera no consigue mejorar su representación, y ve por tanto frustrado su objetivo de convertirse en el partido decisivo para la formación de Gobierno. Con ello, la única opción que sigue permitiendo la formación de un Ejecutivo sin la participación de más de dos partidos vuelve a ser la gran coalición entre PP y PSOE.