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La disrupción discursiva de Milei en la ONU

El presidente argentino se opuso al Pacto para el Futuro, que busca la solución de problemas globales, y apuntó contra una ONU "socialista".

 

 

El presidente argentino, Javier Milei, expuso por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Cumbre del Futuro en Nueva York. Enunció un discurso crítico hacia la orientación ideológica (a su juicio) de la Asamblea.

Milei llegó a esta reunión con una serie de conflictos acumulados con mandatarios de la región latinoamericana. Entre ellos, México, Colombia, Brasil, Chile, Bolivia, Venezuela y Nicaragua. Varios por meras razones de diferencias ideológicas, no por conflictos concretos. Además, se suman su adscripción a la candidatura de Donald Trump y el enfrentamiento con el gobierno español de Pedro Sánchez. Además, ha tensionado las relaciones hacia el interior del principal acuerdo comercial de la región, el Mercosur.

Es decir, había antecedentes sobrados de un estilo vehemente del manejo de las relaciones internacionales con los países cercanos, y en otros de cierta frialdad, como Uruguay.

Posición disruptiva

Como era de esperarse, Milei desarrolló un discurso llamativo, acorde con su deseo de erigirse en ser un líder global libertario, no político, enfocado en la economía. Pero claro, esto no evita que él sea el representante legal y legítimo de la República Argentina, con todas las lecturas y consecuencias que eso conlleva.

Las características de origen de Milei en la vida pública hacen que todo sea tomado con disrupción. Tanto desde el estilo como desde el contenido. En ese sentido, el máximo foro internacional era un espacio perfecto para que el mandatario aprovechara para dar su visión sobre el devenir del mundo y de la organización.

Milei cuestionó el Pacto para el Futuro, al que suscribieron la enorme mayoría de los miembros de la organización (75%). Curiosamente, entre aquellos que se opusieron figuran naciones como Rusia, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte, China o Bielorrusia, a quienes el presidente argentino detesta. En la región se abstuvieron El Salvador, Bahamas, Haití y la Argentina. Es decir, la gran mayoría de los países latinoamericanos votaron a favor.

Dejando de lado los Estados que se han transformado en autocracias —Venezuela, Nicaragua— además del régimen cubano, lo interesante en este caso es evaluar las consecuencias que podrían tener la aparición de liderazgos claramente disruptivos. Especialmente para la articulación de políticas públicas regionales que colaboren con la solución de problemas globales. Por ejemplo, el cambio climático, la paz, el desarrollo sustentable, entre otras cuestiones sociales.

Discurso mileista

El mandatario argentino, además, cargó las tintas contra la ONU como un organismo burocratizado, supranacional y “de corte socialista”. Adoptó una posición muy similar a la que en su momento expresó Trump cuando fue presidente de Estados Unidos. Más allá de la interpretación ideológica que hizo, decidió poner a la organización mundial como parte de una “casta” que cercena la autonomía de decisiones de los países. En su lógica, la libertad de las naciones y las personas está por encima de todo tipo de cooperación.

Además del discurso soberanista, similar al de líderes europeos que critican el poder concentrado de la Unión Europea, Milei va delineando un distanciamiento respecto a la región y al mundo. Esto complicaría su objetivo de convertir a la Argentina en un socio confiable para la cooperación en distintos aspectos. Es bien sabido que, sin la ONU, es muy complejo ser exitoso en políticas locales respecto a temas de alto impacto.

¿Con quién juega Milei?

¿Qué efecto tendrá el experimento Milei sobre la opinión pública en otros países de la región? ¿Hasta qué punto puede ayudar a moderar o exacerbar las posiciones políticas en cada nación? Demás está decir que será clave la lectura que se haga respecto a los éxitos o los fracasos de este proceso que recién comienza.

Este año hay elecciones presidenciales en Uruguay. Las habrá en Chile y Bolivia el año que viene. Además de las regionales y locales de Brasil en pocos días. Es importante observar cómo se irá dando todo ese cuadro para proyectar cuán aislado o no transitará Javier Milei los tres años restantes de su mandato.

 

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