Ludwig von Mises
Los Precursores de la Escuela Austríaca:
Escuela de Salamanca
Frederick Bastiat, 1801-1850
Fundador:
Carl Menger 1840-1921
Segunda Generación:
Eugen Von Bohm-Bawerk, 1851-1914
Friedrich Von Wieser,1851-1926
Tercera Generación:
Ludwig Von Mises,1881-1973
Friedrich Von Hayek,1889-1992
Cuarta Generación:
Alberto Benegas Lynch,1909-1999
Murray N. Rothbard,1926-1995
Israel M. Kirzner,1930
Otros Economistas de fuerte influencia Austríaca:
Joseph Schumpeter,1883-1950
Lionel Robbins,1898-1984
Gottfried Von Haberler,1900-1995
Fritz Machlup,1902-1983
James M.Buchanan,1919
Douglas C. North
Gordon Tullock
Arthur Laffer
Robert Mundell
Milton Friedman
Friedrich von Hayek
Hay momentos históricos que requieren definiciones, coraje y determinación para enfrentar los desafíos que se imponen en la realidad. Esa determinación solo se puede plantear con un diagnóstico claro del entorno y sobre la base de principios y valores concretos, que sirvan de pilares fundamentales para las ideas que alimentan las decisiones que se deben adoptar.
Gracias a ese rigor metodológico, la coherencia teórica y la tenacidad que son virtudes destacadas de los miembros de la Escuela Austríaca de Economía, unidos por una explícita conciencia de pertenencia, respeto a los líderes reconocidos, y a su militante proselitismo, así como al radicalismo libertario de esta escuela, la misma se mantuvo durante todo el siglo XX en una posición de marginalidad que parece no ha hecho más que fortalecerla.
a) La crisis económica de la década de 1970, imposible de explicar por el modelo keynesiano, supuso la quiebra del paradigma económico dominante desde los años treinta.
b) La caída del muro de Berlín, es decir, el imprevisto derrumbamiento del sistema económico socialista, implicó la desaparición de la escuela económica marxista oficial, y no hay otra escuela socialista o socialdemócrata de teoría económica que pueda ser alternativa.
c) Y los modelos neoclasicos-monetaristas han recibido durante decenios críticas profundas sobre su falta de conexión con la realidad, sin poder aportar un instrumental aceptable para analizar, interpretar o comprender los problemas actuales.
c) Quizás como consecuencia de todo esto ha resurgido el interés por la Escuela Austríaca de Economía, una vieja escuela que durante 152 años ha sobrevivo a las críticas, el menosprecio, la ignorancia o la indiferencia. Y cuyas sólidas propuestas atraen renovada atención en estos tiempos.
No sé puede decir que sea una escuela nueva ya que su fundación se puede fechar en el año 1871, con la publicación de los Principios de Economía Política de Karl Menger. La influencia de Menger sobre la ciencia económica es universalmente reconocida por haber establecido las bases del marginalismo, en simultáneo con Jevons y Walras. Sin embargo las implicaciones más profundas del análisis de Menger, su método y sus conceptos básicos, no fueron entendidos. Los discípulos más fieles surgieron en su entorno académico austriaco, pero muy pronto se vieron envueltos en todas las polémicas teóricas internacionales.
En los años 30, como consecuencia de la llegada de Hitler al poder, los principales miembros de la Escuela Austríaca tienen que emigrar. Hayek es acogido por Lionel Robbins en 1931 en la London School of Economics, y en 1949 se traslada a EEUU. Mises trabaja a partir de 1934 en Suiza, y a comienzos de la Segunda Guerra Mundial se muda a Nueva York. Estos desplazamientos explican el cosmopolitismo y la notable penetración internacional de la Escuela Austríaca.
Propuestas y Polémicas
Todas las propuestas de la Escuela Austríaca se fueron elaborando al calor de fuertes polémicas con otras escuelas:
1.- Frente a los clásicos y neoclasicos, los austriacos defienden la teoría subjetiva del valor. Cada agente económico asigna su propia valoración a los bienes,por lo que los precios no dependen de los costos sino todo lo contrario: se incurre en costos para ofrecer un bien o servicio porque se valora y aprecia. La teoría del costo alternativo o costo de oportunidad, ahora aceptada en el acervo común de los economistas, es una aportación de Friedrich Von Wieser desarrollada sobre los conceptos austriacos.
2.- Frente a la Escuela Historicista Alemana, los austriacos desarrollan el método aprioristico. La economía tiene, como la matemática y la lógica, carácter aprioristico, y no hipotético – deductivo como las ciencias naturales. Los austriacos consideran que los fenómenos empíricos son variables, y en los acontecimientos sociales no existen parámetros ni constantes, sino que todos son variables, lo cual hace muy difícil, sino imposible, extraer leyes históricas siempre válidas o hacer predicciones muy precisas.
3.- Frente a los monetaristas y la Escuela de Chicago, los austriacos elaboran una teoría dinámica del capital y el interés, en base a la dimensión temporal. El interés es la diferencia entre la valoración subjetiva presente y futura.
4.- Frente a los keynesianos y neoclasicos los austriacos elaboran una teoría del ciclo económico de carácter endógeno. La expansión crediticia artificial ocasionada por el Estado al emitir billetes sin respaldo y al autorizar coeficientes de caja fraccionarios en la banca privada, distorsiona las informaciones de los agentes económicos provocando euforias inversoras que conducen a quiebras. La Escuela Austríaca de Economía reivindica un sistema de banca libre con coeficientes de caja del 100%.
6.- Frente a todos, pero muy especialmente frente a los socialistas, sus enconados adversarios, los austriacos hacen una defensa radical de la libertad del individuo frente a cualquier intromisión del Estado en la economía. Los empresarios privados son tan insustituibles como los mercados libres. El teorema Austriaco de la imposibilidad del Socialismo afirma que no es posible que un individuo o comité recolecte todo el enorme universo de la información necesaria para una asignación eficiente de los recursos en una economía. Esa información está dispersa en la mente de todos los agentes económicos, y está siendo reelaborada continuamente por los empresarios.
El Capital y la estructura productiva
La producción de bienes para el consumo requiere la utilización de bienes de capital que a su vez han sido producidos por otros bienes de capital. Hay bienes de capital que están muy próximos al consumo final: es muy breve el plazo de tiempo que requiere producir con ellos un resultado consumible. Hay otros que están muy alejados del consumo, solo sirven para producir otros bienes de capital, o productos intermedios que serán transformados en otros, y así sucesivamente.
Menger llamó bienes de primer orden a los de consumo.
Los empresarios según su información sobre los tipos de interés y las valoraciones, elaborarán sus propios planes de producción.
Cuando los tipos de interés son bajos, la estructura productiva puede hacerse más larga, es decir, los empresarios consideran rentable invertir en la producción de bienes de orden superior, alejados en el tiempo de consumo final. Un tipo de interés más alto haría este tipo de inversión poco rentable.
Cuando los tipos de interés son artificialmente bajos, por manipulaciones gubernamentales, inducen a los agentes económicos a tomar decisiones equivocadas. Es decir, en base a señales falsas.
Los Ciclos económicos.
Así de esa forma es posible que los empresarios inviertan recursos creados artificialmente, dinero sin respaldo, inorgánico, creado con la pura máquina de imprimir dinero, sin que hayan sido ahorrados por nadie, y forzando el descenso de los tipos de interés, cuando los Bancos Centrales emiten demasiados billetes de papel. O cuando los Bancos son autorizados a mantener en depósitos solo un coeficiente fraccionario de los mismos, encaje legal, y conceden demasiados préstamos sin contrapartida en ahorros.
El efecto inicial de éste aumento de la cantidad de dinero en circulación es expansivo y euforizante. Pero esta euforia lleva en su el germen de la depresión. El aumento artificial de demanda de bienes de capital sin que se haya producido ahorro, es decir, disminución de la demanda de bienes de consumo, provocará inevitablemente la subida de precios en los mercados de factores y materias primas. Aquí podemos observar el carácter diferente que tiene la explicación Austríaca del ciclo económico con respecto a otras teorías: es un modelo endógeno, que puede ser explicado completamente por razones económicas, monetarias, gubernamentales, banco central, encaje legal, sin acudir a factores externos como shocks tecnológicos o políticos. Además hace hincapié en los planes empresariales, y destaca que la política expansiva de los gobiernos trastoca la información económica existente, introduciendo ineficiencia en el sistema.
El teorema de la imposibilidad del Socialismo.
La denuncia de los errores y fracasos del Socialismo ha sido constante en la Escuela Austríaca de Economía. Pero el concepto y definición del Socialismo ha ido evolucionando hasta alcanzar un significado muy diferente al habitual. Socialismo es todo Sistema organizado de agresión institucional contra la función empresarial y la acción humana. Se engloba así al socialismo soviético y a la socialdemocracia. Y a cualquier gobierno estatista, que intervenga en la economía, sea de derecha o militar. Por ser intervencionista, es socialista. Mises decía que todo tipo de intervencionismo por muy moderado que sea conduce inevitablemente al socialismo.
Los efectos perniciosos del Socialismo consisten básicamente en que al impedir el libre ejercicio de la función empresarial o acción humana, se bloquea la posibilidad de coordinación social y, aún peor, la generación y uso de información imprescindible en el sistema económico. Hayek analizó en sus libros «Camino de Servidumbre» y la «Fatal Arrogancia» las diferentes razones por las que el gobernante no puede disponer de la información económica necesaria para la planificación. El teorema dice que el socialismo es un error intelectual, imposible teórica y prácticamente. Por eso el socialismo no construye nada, solo destruye. Destruccionismo es como debería llamarse, según Ludwig Von Mises.
El Despegue Económico Venezolano: Cómo preparar a Venezuela para crear riqueza
Siempre dedicamos nuestras clases universitarias a la Escuela Austríaca de Economía, y en particular a uno de los más notables Economistas y filósofos sociales del Siglo XX, Ludwig Von Mises y a dos de sus obras más influyentes: La Acción Humana y Socialismo.
Mises, en su larga y altamente productiva vida, concluyó diciendo que la única política económicamente viable y exitosa para la raza humana era una política irrestricta de laissez-faire, de mercados libres y del ejercicio pleno de la propiedad privada, con Gobiernos estrictamente limitados a la defensa de la persona y la propiedad.
Por eso escribimos también nuestro libro el Despegue Económico Venezolano: como preparar a Venezuela para crear riqueza.
Un libro inspirado en la defensa de una economía libre. Pensando siempre que algún día Venezuela tendría que salir de este marasmo y confusión, y que ese día todos los venezolanos volveremos los ojos al Libre Mercado y a la verdadera escuela que defiende la Libertad y la propiedad, la Escuela Austríaca de Economía.
Hasta el Final defenderemos la Libertad.
Por esto y muchas razones más hay que enterrar el Socialismo para siempre en América Latina y en particular en Venezuela.
No hay otra salida sino oponerse al sistema estatista y esclavista que nos ha empobrecido a todos.
Frente a esta tiranía y hegemonía del Estatismo, la Escuela Austríaca de Economía nos entrega una gran esperanza y sólidas propuestas que atraen una renovada atención en estos tiempos para liberarnos del estatismo y tener prosperidad.
