La extraña razón por la que aún no hemos encontrado otras civilizaciones inteligentes
Un nuevo estudio sugiere que algunos de los métodos usados para encontrar signos de tecnología extraterrestre resultan inútiles
Bajo la dirección del científico planetario David Kopparapu, del Centro Goddard de vuelos espaciales de la NASA, un equipo de investigadores acaba de aportar una novedosa respuesta a la cuestión de por qué no encontramos otras civilizaciones inteligentes en la Vía Láctea, algo que ya deberíamos haber conseguido dada la edad y el tamaño de nuestra galaxia. Estadísticamente, en efecto, ‘ahí fuera’ debería haber muchas civilizaciones inteligentes que ya hayan colonizado sus propios sistemas estelares, o los vecinos, y al menos unas pocas que se hayan extendido ya por la galaxia entera. Pero hasta ahora, y por mucho que busquemos, no hemos encontrado a nadie.
En un artículo recién publicado en ‘The Astrophysical Journal‘, Kopparapu y sus colegas proponen que esas otras civilizaciones resultan invisibles para nosotros porque no han necesitado expandirse por toda la galaxia sino que, muy al contrario, han preferido quedarse dentro de sus propios sistemas solares, donde tienen todo lo que necesitan. En otras palabras, no las vemos porque son demasiado avanzadas para que podamos detectarlas. Para sostener la idea, los investigadores han simulado una posible forma de detectar vida inteligente en la Tierra y la han extrapolado a un hipotético exoplaneta similar al nuestro.
Paneles solares alienígenas
Pero veamos. Si realmente hubiera alguien observando nuestro mundo, una forma de encontrarnos sería detectando el destello de la luz del Sol reflejándose en los vastos campos de paneles solares que proliferan por todo el planeta. ¿Pero hasta qué punto este método es válido para encontrar otras civilizaciones?
Para averiguarlo, Kopparapu y su equipo simularon un exoplaneta similar al nuestro y lo equiparon con diferentes niveles de cobertura de paneles solares. Luego comprobaron si un telescopio avanzado sería capaz de detectarlos a una distancia de 30 años luz. Y resultó que sí, pero sólo si se cumplían determinadas condiciones. La primera, que por lo menos el 23% de la superficie del planeta tuviera que estar cubierta con paneles solares. Y la segunda que aún así, el telescopio necesitaría cientos de horas de análisis para identificar la señal en medio del ruido de fondo.
Lo cual implica que encontrar civilizaciones avanzadas y tecnológicas podría resultar igual de difícil que encontrar a las más primitivas y carentes de toda tecnología. Es decir, que los métodos de búsqueda basados en ‘tecnofirmas’ (detectar luz, ondas de radio o cualquier otra cosa que delate el uso de tecnología) son, por ahora, igual de (poco) efectivos que los basados en ‘biofirmas’ (detectar metano o cualquier otra molécula que pueda ser producto de una actividad biológica).
Según se explica en el artículo, los investigadores eligieron esta vez a los paneles solares como tecnofirma porque estudios anteriores encontraron que deberían reflejar fuertemente la luz ultravioleta más que otras longitudes de onda. Lo cual no sólo daría a los científicos un marcador claro que buscar, sino que la energía solar es una de las opciones más lógicas para generar la energía que una civilización necesita. De hecho, tanto el silicio como la luz de las estrellas son elementos que abundan en todo el Universo.
¿Cuántos paneles se necesitan?
Sin embargo, durante su trabajo los investigadores se toparon con un problema inesperado: la energía solar podría ser demasiado eficiente como para ser utilizada como una tecnofirma efectiva. Es decir, que no se necesitaría que un importante porcentaje de la superficie de un planeta estuviera cubierto por paneles solares para garantizar un suministro de energía suficiente. Por lo que serían muy difíciles de localizar.
Para comprobarlo, Kopparapu y sus colegas calcularon qué porcentaje de la superficie terrestre debería estar cubierta por paneles solares para generar energía suficiente para cubrir nuestras necesidades energéticas. Y el resultado, con datos de 2022, es que sólo habría que cubrir el 2,4%, incluso si la energía solar fuera nuestra única fuente de energía.
Aunque la población del planeta llegara a alcanzar el pico poblacional sugerido por Naciones Unidas de 10.000 millones de habitantes, la cobertura de paneles necesaria sólo aumentaría hasta el 3%, e incluso en el improbable caso de que lleguemos a ser 30.000 millones de personas, y todas con un alto nivel de vida, se necesitaría cubrir menos del 9% de la superficie planetaria. En cualquier caso, muy lejos del 23% necesario para que los telescopios puedan detectarlos. Según el estudio, pues, es muy poco probable que encontremos civilizaciones extraterrestres de esta forma.
Hasta ahora, las explicaciones más comunes de por qué no hemos encontrado a nadie apuntan a que la Tierra se encuentra en una zona tranquila y deshabitada de la galaxia, o que no hemos observado aún lo suficiente ni con la tecnología necesaria, o que hemos sido deliberadamente excluidos del selecto club de las otras civilizaciones galácticas, o incluso que somos los únicos, lo que nos condenaría a una eterna soledad cósmica. Ahora, el nuevo estudio, añade otra posibilidad.
«La implicación -explica Kopparapu- es que las civilizaciones pueden no sentirse impulsadas a expandirse por toda la galaxia, porque pueden alcanzar niveles sostenibles de población y uso de energía incluso si eligen un nivel de vida muy alto. Pueden expandirse dentro de su propio sistema estelar, o incluso dentro de sistemas estelares cercanos, pero es posible que no existan civilizaciones que abarquen galaxias enteras».