La foto infame
«Sánchez ha blanqueado a Bildu hasta unos extremos que solo la gente del PNV se imagina y se teme porque ya los han superado electoral y socialmente»
Nadie podría haber imaginado que la foto de Sánchez con Bildu se iba a producir enmascarada en la indiferencia moral de Pedro Sánchez, y por ende de muchos socialistas, que ya ni se tapan la nariz ante fotos como la realizada con los amigos de ETA. Un presidente del Gobierno en funciones, socialista, dando la mano a dos personajes de Bildu. Los herederos políticos de ETA. Los defensores de ETA. Los amigos de ETA. Los que soplaban a ETA.
No ha habido todavía arrepentimiento de los casi mil asesinatos. Varias de las víctimas fueron políticos socialistas vascos. Fueron asesinados bajo el aplauso de publicaciones como Egin, Punto y Hora de Euskal Herria o Gara. En todos fue editora y persona de máxima responsabilidad Mertxe Aizpurua, la diputada y portavoz de Euskal Herria Bildu en el Congreso de los Diputados. Ninguno de esos atentados, ningún sufrimiento de las familias de las víctimas, ninguna de las informaciones de apoyo a ETA ha quitado nunca la sonrisa a Aizpurua.
Es la misma sonrisa con la que hoy estrechaba la mano a Pedro Sánchez, al líder del Partido Socialista. Ese partido al que pertenecía también Fernando Buesa, un gran luchador por las libertades y que fue asesinado por los terroristas de ETA. Nunca se condenó ese asesinato desde Gara ni desde las formaciones abertzales. Tampoco ahora, más de dos décadas después, Bildu ha condenado los actos de vandalización de la tumba de Fernando Buesa con pintura y heces. Heces abertzales. No las condenan, son suyas.
«Han sido cuatro años los más fieles, hasta el punto de que Sánchez les dejó como premio que fueran ellos los que presentaran el acuerdo de la ley de la vivienda»
Nunca disimularon y ahora menos. Si son recibidos como socios de honor de legislatura por Pedro Sánchez, si el PSOE les regala la presidencia de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, ¿para qué van a disimular?
Han sido cuatro años los más fieles, hasta el punto de que Sánchez les dejó como premio que fueran ellos, los independentistas vascos, los que presentaran el acuerdo de la ley de la vivienda para toda España. Siempre les premió el presidente con sonrisas desde el atril, frente al gesto impertinente y despectivo con el que hablaban con Partido Popular, Ciudadanos y Vox. Como si estos tres partidos fueran los que hubieran apoyado y jaleado el terrorismo.
Sánchez ha blanqueado a Bildu hasta unos extremos que solo la gente del PNV se imagina y se teme porque ya los han superado electoral y socialmente. Ya son socios más estratégicos que el PNV. Ellos han conseguido la presidencia de los municipios navarros, ellos han conseguido echar a la Guardia Civil de Tráfico de Navarra, ellos son los que se mueren de risa cada vez que ven aquel vídeo el que aparecía Pedro Sánchez negando más veces que San Pedro que algún día fuera a negociar con Bildu.
˜Hace unas semanas veíamos la foto de Yolanda Díaz de risas en Bruselas con un prófugo de la justicia española como Carles Puigdemont»
Esa foto. La foto de la insensibilidad moral con las víctimas del terrorismo. La foto infame de un presidente de gobierno en funciones que debería por respeto a las víctimas haber guardado las formas y haber encargado a otro el acudir a la reunión. Y que no se diga que tiene que ir él, porque es falso. Se niega a reunirse con Vox, ni de forma delegada. Puede hacer lo mismo con los herederos de ETA.
Hace unas semanas veíamos la foto de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de risas en Bruselas con un prófugo de la justicia española como Carles Puigdemont. No veremos esa foto con Sánchez. De momento. Puigdemont sería todavía detenido si entra en territorio español. De momento. Este 12 de octubre , día de la Fiesta Nacional, Pedro Sánchez negaba que fuera a hablar directamente con el prófugo de Waterloo. O no. Porque lo cierto es que lo dijo de tal forma que ni los periodistas presentes se pusieron de acuerdo en qué había dicho.
A nadie le extrañaría que al final sí hablará con él directamente, incluso de que haya foto de los dos por videollamada. De Sánchez todo es creíble. Mejor dicho, de Sánchez no hay que creer nada. O las dos cosas a la vez. De él todo es creíble y no hay que creer nada. Pedro Sánchez el de la foto infame.