“La hora más oscura” del Partido Socialista
Igual que el filme en que Churchill atraviesa por los momentos más duros de su mandato cuando Hitler inicia la invasión de Gran Bretaña, el PS aún busca salir del pozo negro tras las elecciones de 2017, que tuvieron a su militante, Michelle Bachelet, como el símbolo de la derrota. Pero su presidente, Álvaro Elizalde, ex ministro de la gobernante, ha comenzado tímidamente a sacar la voz en los últimos días.
“La Nueva Mayoría ya no existe” es la frase que se repite por estos días en las colectividades que integraron la coalición política que apoyó el gobierno de Michelle Bachelet. Y es que tras la derrota electoral del año pasado, los partidos iniciaron la nueva etapa de rearticulación interna con el fin de enfrentar el escenario como oposición.
Si bien el Partido Socialista es la colectividad que enfrenta el escenario más favorable de la oposición, con sus 19 diputados -más del doble de lo que obtuvieron en el resto de los ex Nueva Mayoría- también sufren con la derrota de la coalición tanto en la parlamentaria como la presidencial. Y en especial lamentan que Michelle Bachelet, militante de sus filas, aparezca hoy como el símbolo de la pérdida del poder.
Pero pese a todo empezaron un proceso de rearticulación interna.
Una de las primeras jugadas que está desarrollando el PS, y que ya ha quedado en evidencia, fue la de liderar la testera del Senado y de la Cámara durante el primer año como oposición. Ante ese escenario, aseguran, que “las presidencias permiten que el PS siga en el proceso que contribuye a generar una sensación de mayor fortaleza”. Si bien uno de los encargados de encabezar las negociaciones socialistas con el resto de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio, fue el senador Alfonso De Urresti, quien habría tenido “un rol clave” fue el presidente de la colectividad Álvaro Elizalde.
Sin embargo la figura de Elizalde no tuvo una gran figuración tras la derrota electoral, lo que como aseguran en su entorno, se debería a la estrategia de “mantener un bajo perfil”. Pero ayer reapareció en escena con una entrevista en El Mercurio, donde llama al gobierno de Sebastián Piñera a establecer un diálogo con la oposición y “no un monólogo”.
Al interior del partido aseguran que “hay un tono de preocupación” por lo que ocurre con el partido, y algunos militantes estarían apuntando también la responsabilidad de la derrota en la directiva de Elizalde. Hay quienes esperan que se realice una autocrítica y un mea culpa de las decisiones en materia electoral.
Más crítica es la visión que existe en torno a la imagen de Michelle Bachelet, especialmente tras el término de su mandato, por haberse visto envuelta en varias polémicas como no haber cerrado el penal Punta Peuco y los dichos del ex ministro Campos sobre el tema, el nombramiento del Fiscal Toledo y el error en el cálculo del déficit fiscal.
Hace algunos meses varios influyentes personeros del PS apostaban a que el legado de la ex Mandataria fuera el punto de unión que proyectara a la centro izquierda y, por qué no, la plataforma para la próxima contienda presidencial. Sin embargo, ese escenario dio un giro. El ex diputado Osvaldo Andrade dijo el viernes a La Segunda que “si alguien quiere defender el legado de Bachelet, primero definamos qué es eso” y agregó que “si son cambios en la sociedad, donde ella corrió la cerca, estoy dispuesto a respaldarlo”, pero que si “legado es un conjunto de normas legales, los cinco gobiernos de la Concertación lo hicieron”. Además, Andrade fue crítico del periodo de Bachelet: “la forma de terminar ratifica esa crítica, no empaña lo transformador del gobierno”.
Incluso al interior del PS destacan que la “historia de Bachelet ya habría cumplido una etapa” y que por estos días su imagen ya no convocaría con la misma fuerza como lo hizo hace cinco años. Agregan que el mejor escenario para que la ex Mandataria continuara en la vida pública sería en una organización internacional.
La carrera por las elecciones 2021
Pese a que solo han transcurrido tres meses desde las últimas elecciones, en el PS ya estarían apareciendo algunas cartas para instalarse en las próximas parlamentarias y presidenciales. De esta manera, la ex ministra vocera de gobierno de Michelle Bachelet, Paula Narváez, ya habría hecho ver su interés por ser candidata al Senado por Santiago. Sin embargo ese escaño está ocupado por el actual presidente de la Cámara Alta, Carlos Montes.
Pese a que Narváez fue una de las ministras del gabinete de Michelle Bachelet que tuvo mayor aprobación y conocimiento, en el PS aseguran que al no estar presente en actividades públicas durante este periodo, se dificultarían sus opciones para ocupar un escaño en el Senado. Así destacan que en cuatro años más sería “difícil volver a posicionar su nombre”.
Además, sostienen que Narváez “representa el bacheletismo”, figura que tras el término del gobierno consideran que estaría “muy gastada”. Lo que también complicaría aún más las opciones de la ex secretaria de Estado para las próximas elecciones de 2021.
En tanto, el actual director de TVN, Máximo Pacheco, también habría mostrado su interés en ser partícipe de las próximas elecciones, sin embargo su objetivo sería la presidencia. Pero en la colectividad existirían dudas porque en cuatro año más Pacheco bordearía los 70 años, a lo que se suma que durante estos cuatro años, al igual que Narváez, tampoco va a ser una cara visible.
Además desde el PS destacaron que una de las misiones debería ser enfocarse en las próximas elecciones municipales, ya que de lo contrario se va a reducir el número de alcaldes, el Frente Amplio se podría posicionar y Chile Vamos consolidaría el liderazgo comunal.