Ciencia y TecnologíaCulturaLiteratura y Lengua

La inteligencia artificial te enseñará a escribir como un académico: la nueva revolución de la RAE

En un año estará listo el verificador lingüístico de la institución, una herramienta gratuita para corregir y mejorar textos según sus normas

La inteligencia artificial te enseñará a escribir como un académico: la nueva revolución de la RAE

 

 

Ahora que linteligencia artificial es ‘mainstream’ la Real Academia de la Lengua (RAE) está terminando la revolución que empezó allá por 2019, cuando Pablo Iglesias era político y la literatura un monopolio del ser humano. El reto que se fijó entonces fue el de enseñar a hablar bien a las máquinas para poder servirse de ellas y mejorar el uso del español por todo el mundo, a través de teclados predictivos, mejoras en los correctores, etcétera. Ahora, después de firmar acuerdos con las grandes tecnológicas (Telefónica, Google, Amazon, Microsoft, Twitter, Facebook y compañía), la institución ha presentado las cuatro grandes herramientas llamadas a cambiar la vida dentro y fuera de la Docta Casa: un observatorio global del español, un verificador lingüístico con calidad académica, un espacio para resolver las dudas de uso y una suerte de buzón de voz para reunir los diferentes acentos y giros en la amplia geografía de este idioma. O más fácil: una máquina para analizar cómo nos expresamos, otra para que nos corrija los textos y nos enseñe escribir correctamente, una tercera para resolver nuestras inseguridades (los leísmos, laísmos y demás ismos degenerados) y una última para que entienda nuestros acentos y ayudar así a la mejora de la transcripción automática.

Estas novedades están dentro del proyecto LEIA, y están financiadas con los fondos Next Generation de la Unión Europea, por lo que estarán disponibles de forma gratuita en la web de la RAE: son patrimonio universal. «No solo eso: estamos trabajando en que las interfaces de usuario cumplan ese objetivo de llegar a todos los públicos. LEIA va a ser accesible para todos», afirma Asunción Gómez Pérez, académica y especialista en IA de la RAE.

En principio, el plazo de entrega estaba previsto para diciembre de este año, pero como ha habido varios retrasos en el proceso (la burocracia, los cambios en el Gobierno) en la RAE esperan que se amplíe hasta mediados de 2025. El presupuesto total es de cinco millones de euros. Para la ejecución del plan la Academia cuenta con su personal interno y con empresas externas subcontratadas (Fujitsu y VASS, de momento).

La prioridad es el observatorio global, desde el que pretenden captar con más velocidad y precisión el nacimiento y uso de neologismos, extranjerismos, tecnicismos y nuevos giros del español. «Esto va a permitir a los equipos de la RAE ver cómo va evolucionando diariamente el idioma y segmentar los datos por zonas», continúa Gómez Pérez.

Rastrearán el español de la prensa, los blogs (sic), las redes sociales… Cada cierto tiempo, la plataforma mostrará públicamente una selección de esas palabras en observación con información sobre su uso. Y estas mismas palabras, claro, serán estudiadas para su posible entrada en el Diccionario. «La información que manejemos será mucho más rápida. Además, tendremos más información y argumentos para justificar nuestras decisiones», señala Santiago Muñoz Machado, director de la RAE.

Tal vez la aplicación con más implicaciones para el grueso de los mortales sea el verificador lingüístico. La idea es crear un espacio web donde uno pueda volcar un texto y la inteligencia artificial analice si es correcto desde un punto de vista ortográfico, gramatical y léxico, siempre según las directrices de la RAE. El verificador explicará los problemas detectados y hará sugerencias de cambio argumentadas según los datos de las obras de la RAE. «Se trata de escribir bien, o al menos según el canon de la RAE. Ahora hay correctores que no siguen ningún canon», dice Muñoz Machado.

La herramienta de dudas lingüísticas permitirá a los usuarios contactar con el personal especializado de la RAE para resolver las cuestiones que todavía no están fijadas, algo que ya pueden hacer en X (antes Twitter). Y el gran buzón de voz de los hispanohablantes nace con la vocación de ser el gran corpus oral del español, con múltiples utilidades. «Es una obra colectiva», resume Gómez Pérez.

Más allá de estas herramientas, la RAE está involucrada también en la digitalización de sus fondos, además de en la optimización tecnológica de sus herramientas. Muñoz Machado avanzó que desde el Gobierno les van a ofrecer la creación del gran corpus del español para entrenar a las IA: «La idea es que velemos por la calidad del corpus, que cuidemos que no tenga sesgos y que tenga una perspectiva panhispánica, no como otros corpus que se han creado».

 

 

Botón volver arriba