La invasión de Ucrania, el hueso atragantado en la reunión Unión Europea-CELAC
'Nunca ha habido más alejamiento entre la UE y Latinoamérica que ahora. Así que la cumbre nace muerta', afirma un experto.
El presidente de turno (pro tempore) de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), Ralph Gonsalves, dijo que la Cumbre entre esta región y la Unión Europea (UE) que se celebra en Bruselas no debe convertirse en «otro campo de batalla inútil» sobre la condena de la guerra en Ucrania.
«Los Estados miembros de la Unión Europea pueden tener una preocupación comprensible sobre la situación en Ucrania, pero esta cumbre no debe convertirse en otro campo de batalla inútil sobre discursos respecto a esta cuestión, que ha sido y sigue siendo abordada en otros foros más relevantes», dijo Gonsalves en la inauguración de la reunión, según el reporte de EFE.
La cita empezó el lunes sin un consenso sobre la condena en la invasión de Rusia contra Ucrania, dado la disparidad de opiniones sobre la guerra entre los países de la CELAC.
En las resoluciones de la Asamblea General de la ONU sobre la guerra de Ucrania, Nicaragua ha votado en contra de condenar el conflicto; Bolivia, Cuba y El Salvador se han abstenido, y el resto de países de América Latina y el Caribe han votado a favor.
Gonsalves abogó porque Kiev y Moscú lleven a cabo una «diplomacia madura» para lograr una «efectiva resolución» del conflicto que, «aunque no sea completamente satisfactoria (…), al menos sea la conclusión de una insatisfacción acordada».
«Ucrania no es el único teatro de operaciones o conflicto armado que causa estragos en las personas y destruye vidas y medios de subsistencia. Más allá de la inmediatez de los campos de batalla (…) el pueblo de Haití, las poblaciones palestinas en las diversas partes de África, Medio Oriente y Asia tienen desafíos más inmediatos», continuó Gonsalves, igualando conflictos con causas muy diferentes a las de la invasión rusa del país vecino.
Gonsalves, que también es primer ministro de San Vicente y las Granadinas, añadió que debido a la guerra en Ucrania «la economía global también sangra innecesariamente (…) a través del aumento de los precios de los alimentos, del petróleo y los prestamos».
Más allá de la condena a la guerra de Ucrania, Gonsalves abogó por resolver otros «desafíos contemporáneos de tipo existencial», como el cambio climático, las pandemias la pobreza y la inseguridad alimentaria.
O «la abundancia de injusticias, incluso de aquellas con legados históricos alojados en el genocidio indígena y la esclavitud», concluyó.
Esas posiciones son celebradas por Moscú, cuya influencia llega a la Cumbre UE-CELAC justo a través de sus estrechos aliados en la región latinoamericana.
De acuerdo con el sitio oficial Sputnik, un síntoma de la fragilidad de las relaciones entre los 27 y los 33 países que componen la CELAC es que no todos acuden a la cita con representaciones de máximo nivel. México, Perú, Nicaragua, El Salvador, Granada, Trinidad y Tobago, Guatemala y Santa Lucía lo hacen representados por sus responsables de política exterior, mientras que Panamá y Venezuela participan mediante sus vicepresidentes.
Augusto Zamora, exdiplomático nicaragüense y profesor universitario de derecho internacional público y relaciones internacionales en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo para ese medio que hay un «bajo perfil» de varias delegaciones y la cumbre se celebra en un «mal momento para la UE».
«Porque ahora mismo la UE es el doctor Jekyll de la OTAN, pues todo su temario internacional lo ocupa Ucrania. Y esta es una agenda que ha sido rechazada por Latinoamérica», aseguró.
A juicio de Zamora, con esta agenda la UE quiere «utilizar» la cumbre para atraer a los países de la CELAC a las políticas europeas de sanciones contra Moscú y de envío de armas a Ucrania, así como «demostrar el aislamiento de Rusia» en el mundo.
«Pero lo que se está revelando es que quienes están aislados son los europeos. Y en este sentido, la cumbre supone para la UE un batacazo», dijo.
Recordó Zamora que España, que ejerce la presidencia de turno semestral del Consejo de Europa, era favorable a la presencia de Volodimir Zelensky en la reunión, algo que los regímenes de Cuba y Nicaragua objetaron.
«La UE quiere escenificar que Latinoamérica está con ella, pero no es así, porque su principal socio comercial es China, y Rusia es un importante socio militar y político», afirmó el experto.
En la reunión está previsto que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) anuncie la firma de varios préstamos, por un valor de 800 millones de euros, para financiar proyectos de acción por el clima en Argentina, Brasil y Chile. También se intenta dar un impulso a acuerdos comerciales con Chile, México y el Mercosur.
Además, Bruselas negocia la extracción de litio en Chile y, bajo el nombre de Global Gateway, la Comisión Europea anunció un plan para destinar a Latinoamérica y el Caribe más de 45.000 millones de euros en inversiones «inteligentes».
«No veo cómo puede llegarse a un acuerdo paritario entre los dos bloques», declaró a Sputnik el economista y autor Santiago Niño Becerra, catedrático emérito de Estructura Económica en la Universidad Ramón Llull, de Barcelona.
«La productividad de la mayor parte de la UE es muy superior a la de casi toda la CELAC y el poder adquisitivo de esta es menor o mucho menor que gran parte de la UE», advirtió. No obstante, cualquier intercambio «ha de valorarse», aunque haya que sumar «muchas toneladas métricas de bananas ecuatorianas» para importar maquinaria y altas tecnologías.
«Pero los momentos políticos de todos los países de la CELAC no coinciden, lo que perturba aún más el acuerdo. Y Brasil y otros países ya han dicho que no quieren llegar a acuerdos ‘neocoloniales'», recordó.
«El acuerdo entre Mercosur y la UE es inviable por principio, porque el Mercosur representa un mercado exportador, mientras que el de la UE es de naturaleza proteccionista, así que los intereses económicos están cada vez más alejados», añadió Augusto Zamora.
«No habrá grandes acuerdos», aseguró el analista, para quien las posiciones de ambos bloques son opuestas entre sí y no dejarán espacio para un gran mensaje institucional. «Las propias fuentes de la UE dicen que ni siquiera habrá una declaración conjunta».
«Las líneas son antagónicas. La línea que defiende la UE es antichina, pero China es el principal socio comercial de Latinoamérica. Nunca ha habido más alejamiento entre la UE y Latinoamérica que ahora. Así que la cumbre nace muerta, no hará nada sustantivo, las posiciones se hallan muy separadas», concluyó.