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La izquierda italiana, en el caos con un PD sin liderazgo

Cadena de errores de la nueva líder del PD Schlein; el último fue asistir a un mitin de Grillo que habló de «brigadas y pasamontañas», suscitando una tormenta política

La secretaria del Partido Democrático de Italia, Elly Schlein REUTERS

 

Será un verano de movilización para el Partido Democrático (PD). Así lo acaba de anunciar su nueva secretaria Elly Schlein: «Ahora es el momento de movilizar a todo el partido en nuestra agenda para Italia y Europa», ha dicho Schlein. El problema es que no suscita ningún entusiasmo en el PD, partido de referencia de la izquierda, tal convocatoria a la movilización veraniega en todo el país, según explica el politólogo Gianfranco Pasquino, profesor de Ciencias Políticas y exsenador de izquierdas: «El problema no es tanto que la mayoría de los líderes y quizás incluso los militantes no estén acostumbrados a la movilización desde hace mucho tiempo, sino que no está claro con qué herramientas conceptuales e ideales se presentan ante los italianos».

Algunos dirigentes del PD reconocen que la izquierda no logra todavía ser una oposición definida contra el Gobierno de Giorgia Meloni: «Pesa como una roca la ausencia de una propuesta de gobierno a las derechas», afirmó recientemente Nicola Zingaretti, exsecretario del Partido Democrático, excomunista, presidente de la región del Lazio entre 2013 y 2022. Zingaretti ha acusado a Elly Schlein de tener una línea política poco clara, contradictoria y demasiado radical. No es una opinión aislada la de Zingaretti, sino compartida cada día más por otros destacados dirigentes del PD. Tanto es así que el presidente de la región de Emilia-Romaña, Stefano Bonacini, muy influyente en el partido, advirtió a sus seguidores: «No podemos hacerle la guerra a Elly, de lo contrario todo se derrumba».

En realidad, tras la derrota en las recientes elecciones municipales, la izquierda italiana no levanta cabeza, sumergida en divisiones. En particular, el Partido Democrático parece ingobernable. No es de extrañar que la coalición de derechas arrasara en las elecciones. Diez secretarios generales se han sucedido en el liderazgo del PD durante quince años. Todos salieron «quemados» políticamente. El PD y sus corrientes acabaron «matando» a quien intentó gobernarlo. También Elly Schlein está ya en la cuerda floja y se dice en el PD que su futuro dependerá del resultado de las elecciones europeas en junio del 2024. Schlein se presentó como feminista, antiliberal, progresista, ecologista y bisexual, según explicó ella misma. Suscitó esperanzas. La votaron sobre todo los jóvenes y ciudadanos cansados y desilusionados por las promesas de la izquierda, incumplidas durante décadas. Ahora Schlein es criticada por sus resultados muy negativos en las recientes elecciones municipales y por su vago discurso. No es de extrañar que Nicola Zingaretti le haya dicho que la gente quiere un proyecto, no opiniones y palabras. Además, algunas corrientes del partido consideran que ha girado demasiado hacia la izquierda. Por ello, media docena de parlamentarios abandonó el partido.

Todos los analistas destacan que los partidos de izquierda, sin unidad y si no forman una alianza electoral, seguirán perdiendo las elecciones frente a las derechas. El mayor aliado del PD en la izquierda podría ser el Movimiento 5 Estrellas (M5E), pero son profundas sus diferencias en diversos temas, como la guerra de Ucrania. En un intento por visibilizar la posibilidad de una futura alianza electoral, Elly Schlein asistió el pasado sábado a una manifestación del M5E en Roma contra la precariedad. Hubo abrazo entre el presidente del Movimiento, el exprimer ministro, Giuseppe Conte, y Elly Schlein. «Unamos nuestras batallas», dijo la líder del PD, cuya presencia en el acto tuvo un efecto negativo para su imagen, tras el terremoto causado por el cómico Beppe Grillo, fundador del Movimiento, del que cobra 300.000 euros anuales como «consultor de comunicación». En su discurso, Grillo lanzó esta provocación a los manifestantes: «Debéis ser líderes de vosotros mismos. Empiecen a formar las brigadas ciudadanas. Pónganse el pasamontañas y a escondidas por la noche haced el trabajo y escapad. ¡Reaccionar!».

Las frases de Grillo crearon gran polémica, con la condena en las derechas y duras críticas también en la izquierda. «Son palabras graves, desconcertantes e inaceptables de Beppe Grillo en la plaza con el Movimiento 5 Estrellas y PD. Hablar de brigadas ciudadanas y pasamontañas para invitar a la ciudadanía a reaccionar evoca páginas dramáticas en la historia de nuestro país. Nos preguntamos si Elly Schlein también está dispuesta a ponerse un pasamontañas para reaccionar contra el gobierno de centroderecha bajo el símbolo de las brigadas», escribió en una nota la Liga. Ante el escándalo, Grillo se justificó diciendo que era una «broma». No lo consideraron así los líderes del centro y la derecha, incluso de la izquierda. Alessio D’Amato, consejero regional del Lazio, que fue candidato del PD en las últimas elecciones regionales, dio un portazo a Elly Schlein: «Fue un error político participar en la manifestación del M5E. No estoy de acuerdo con esta línea política (de Schlein). He comunicado mi dimisión de la Asamblea Nacional del Partido Democrático. No a brigadas y pasamontañas».

La presencia de la secretaria del PD Schlein en tal manifestación con el M5E demostró su ingenuidad política, según el politólogo Gianfranco Pasquino, quien no cree posible una alianza electoral entre ambos partidos: «No basta con manifestarse con los grillini, sin siquiera preocuparse sobre cómo se organizó ese evento y sin saber quién hablaría (…) En algunos aspectos cruciales, como el apoyo a Ucrania y las relaciones con la Unión Europea, las distancias (entre PD y M5E) son tales que hacen prácticamente imposible la formación de una coalición para aspirar a gobernar».

Con la izquierda dividida y con Elly Schlein atrapada en una cadena de errores, los analistas consideran que Giorgia Meloni no tiene hoy rival. Afirman que la primera ministra, aunque mantiene diferencias en el Gobierno con la Liga de Matteo Salvini, puede navegar en aguas relativamente tranquilas durante los cinco años de legislatura.

 

 

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