La izquierda radical supera por primera vez al PS en Francia
Por vez primera en la historia de la V República, fundada en 1958, las dos grandes familias de la historia política nacional, de izquierda y derecha, corren el riesgo de ser eliminadas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el próximo 23 de abril. Según la última estimación de Ipsos/Paris Match, estas son las intenciones de voto de la primera vuelta: Emmanuel Macron, social reformista, 26%; Marine Le Pen, extrema derecha, 25%; François Fillon, 18%; Jean-Luc Mélenchon, extrema izquierda, 13%, y Benoît Hamon, socialista, 10,5%.
A veintisiete días de la primera vuelta, todos los sondeos anuncian la eliminación del conservador François Fillon y del socialista Benoît Hamon, consumándose quizá un cambio espectacular en la historia política nacional.
A la izquierda, Benoît Hamon sufre de una crisis doble. Manuel Valls, ex primer ministro y candidato derrotado en la elección primaria, se niega a apoyar al candidato oficial de su propio partido, el PS. Y lo que es más humillante: el candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Mélenchon, supera al socialista en los sondeos.
Algunos especialistas estiman que esa relación de fuerzas todavía puede cambiar durante las próximas tres semanas. Pero una gran mayoría de analistas dicen estar convencidos de la eliminación de los candidatos conservador y socialista en la primera vuelta, víctimas de la ascensión, aparentemente imparable hasta hoy, de la extrema derecha (Marine Le Pen) y el social-reformismo (Emmanuel Macron), un híbrido político sin representación parlamentaria hoy.
Tras ser elegidos en las primarias de sus respectivas familias, Fillon y Hamon no solo se han hundido en los sondeos: las grandes figuras socialistas y conservadoras han abandonado a sus candidatos, negándoles su presencia activa en el campo de batalla electoral.
Silencio cruel
A la derecha, Nicolas Sarkozy guarda un silencio sepulcral. Tratándose de un expresidente, figura influyente entre la opinión pública conservadora, el suyo es un silencio llamativo y cruel. Alain Juppé, alcalde de Burdeos, candidato eliminado en las primarias, decidió retirarse de la vida pública nacional con un análisis devastador de la campaña de Fillon. Tras la renuncia de Juppé, muchos miembros de su entorno se han integrado en el equipo de Emmanuel Macron, que cuenta con el apoyo de personalidades muy cercanas a Valery Giscard.