La lucha de diez mujeres que plantan cara a Maduro en defensa de Venezuela
Llevan años plantando cara al régimen de Chávez primero y de Maduro después, por lo que han sido perseguidas, amenazadas e incluso castigadas. Desde el país o desde el exilio, a través de juicios, artículos, acciones de protesta, de su trabajo cotidiano o por medio de YouTube, no piensan detenerse hasta conseguir el país que, claman, merecen sus habitantes.
Venezuela no es un país normal desde hace por lo menos 20 años. En ese tiempo ha vivido asediado por un régimen que promueve la persecución política, el cierre de medios de comunicación y un férreo control cambiario que ha generado la inflación más alta de la historia de Latinoamérica: el FMI predice que 2019 cierre con un 10.000.000% de inflación. Luego está la inseguridad. De acuerdo con una encuesta de Gallup en 2018, Venezuela es el país más peligroso del mundo, por encima de naciones en guerra. Por si lo anterior fuera poco, hay que sumar el deterioro de la sanidad, la destrucción sistemática del sector privado y de las instituciones públicas, así como la violación de los derechos civiles y humanos de la población. De ahí que el miedo, la desnutrición (según Cáritas supera el 60% en la población infantil), las enfermedades crónicas sin tratar y la urgencia por salir de allí hayan dibujado un panorama desolador del país caribeño.
De este cuadro, que resume la cotidianidad venezolana, sobresalen quienes desde sus trincheras han resistido durante largos años dentro o fuera del país. Entre ellos, algunas mujeres que han saltado al primer plano mediático por su empeño y constancia en la tarea de construir otro futuro. Músicos, abogadas, escritoras, académicas, todas ellas activistas y defensoras de los derechos humanos. Mujeres fundamentales para la Venezuela de hoy y de mañana.
Susana Raffalli: una nutricionista contra la desnutrición infantil
«Un Estado al que se le mueren los niños y persigue a sus jóvenes se puede dar por acabado». Esto escribe Raffalli en Twitter a propósito de la desnutrición infantil que afecta a los niños venezolanos y de la represión en el país. Esta nutricionista de 54 años, especialista en emergencias humanitarias y activista (galardonada en 2018 con el Premio por los Derechos Humanos y el Estado de Derecho, otorgado por Alemania y Francia), dedicó más de 15 años a la cooperación internacional para combatir la desnutrición mórbida infantil. En 2011 volvió a Venezuela y desde entonces, en cooperación con Cáritas, Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA) y Sistema de Monitoreo, Alerta y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN), se ha convertido en la voz principal que denuncia la mortalidad infantil y los gravísimos casos de desnutrición y enfermedades desasistidas en el país.
Rocío San Miguel: activista frente a los abusos de las fuerzas de seguridad
Abogada, presidenta de la ONG Control Ciudadano para la Seguridad, la Defensa y la Fuerza Armada Nacional, promueve desde 2005 la denuncia de los venezolanos de irregularidades y abusos cometidos por estos sectores, que conoce a la perfección. Es una de las voces que han llegado hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), organismo que en 2012 otorgó medidas cautelares para ella y su hija por ser ambas blanco de hostigamiento y amenazas. En 2014 fue acusada por Nicolás Maduro de estar involucrada en un intento de golpe de Estado.
Tamara Sujú: persecutora de crímenes de lesa humanidad
Abogada penalista, en 2016 saltó a los medios por formalizar una denuncia contra Nicolás Maduro ante la Corte Penal Internacional por 65 casos de tortura en Venezuela entre 2013 y 2016. Dos años antes, en 2014, había solicitado asilo en la República Checa y desde entonces vive en Praga. Fue coordinadora internacional de la ONG Foro Penal y hoy es directora del Observatorio de Derechos Humanos del Centro de Estudios para América Latina (CASLA). Su último informe ante la Organización de Estados Americanos(OEA), con el que interpuso otra denuncia contra Maduro y su cadena de mando por crímenes de lesa humanidad, suma 106 casos de tortura solo en 2018. «Llevamos dos décadas de torturas sistemáticas en Venezuela», aseguraba en declaraciones a La Prensa de Panamá.
Ana Teresa Torres: narradora del dolor de un país
Es una de las autoras más importantes de Venezuela. Nacida en Caracas en 1945, vivió toda su adolescencia en Madrid, de donde era su madre. Su libro ‘La herencia de la tribu. Del mito de la independencia a la revolución bolivariana’ (Alfa, 2009), que fue merecedor del Premio de Ensayo Debate-Casa de América, aborda el mito bolivariano en el imaginario del país. Y describe las consecuencias de esa revolución en ‘Diario en ruinas’ (1998-2017) (Alfa, 2018), que la filósofa italovenezolana Victoria Di Steffano ha definido como un «memorial de agravios». A través de Torres es posible entender el daño que el régimen ha hecho a millones de ciudadanos.
Gabriela Montero: la artista comprometida
Nacida en 1970 y radicada en Barcelona, esta pianista y compositora clásica es conocida por su fuerte oposición al Sistema Nacional de Orquestas, que considera un aparato propagandístico por el régimen bolivariano. También ha denunciado atentados contra los derechos fundamentales. Su labor en este campo se vio reconocida en diciembre de 2018, cuando se convirtió en la primera mujer en recibir el Premio Internacional Beethoven para los Derechos Humanos. En una entrevista en ‘El Nuevo Herald’, de Miami, justificaba su férreo compromiso: «Mantener esta posición ha sido muy arriesgado y difícil, pero convengamos que se vive la peor crisis de Latinoamérica. Es mi obligación, mi deber, mi cruzada». Desde 2015, Montero es Cónsul Honorario de Amnistía Internacional.
Gisela Kozak:una intelectual que no se calla
Escritora, feminista y activista LGBT. Vive en México, país de acogida de muchos venezolanos de la diáspora. La académica de 55 años ha sido una dura crítica del chavismo desde sus comienzos. Con los intelectuales es fulminante: «Según Chomsky y compañía, los venezolanos somos una masa idiota que no ha pasado hambre, tampoco hemos visto morir a gente de desnutrición y enfermedad ni hemos asistido al funeral de un asesinado». Sus reflexiones se leen en ensayos como ‘Ni tan chéveres ni tan iguales. El cheverismo venezolano y otras formas del disimulo’ (Puntocero, 2014). Escribe artículos de opinión en medios digitales, entre los que destaca ‘Tal Cual’, periódico de análisis que invita a la crítica y el debate. También es colaboradora puntual de ‘The New York Times’ en español.
Linda Loaiza: contra la violencia de género
«Cuando el Estado venezolano ejecute el contenido íntegro de la sentencia, podré hablar de justicia. Entretanto, persiste la impunidad». Así se expresa esta abogada de 36 años, defensora de los derechos humanos y especialista en violencia de género. A los 18 años fue secuestrada por Luis Carrera Almoina, que la retuvo durante casi cuatro meses, ocasionándole daños físicos y psicológicos. Fue sometida a más de 15 cirugías que incluyeron reconstrucción de rostro y vagina. Su caso fue ninguneado por las autoridades nacionales, así que en 2004 Loaiza comenzó una huelga de hambre que culminó con la condena de su captor a seis años de cárcel, obviados los cargos por violación e intento de asesinato. Interpuso entonces una querella ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Estado, convirtiéndose así en la primera venezolana que lo demanda por violencia de género.
María Corina Machado: una líder inasequible al desaliento
La BBC la reconoció como una de las cien mujeres más representativas e influyentes de 2018. Principal rostro femenino de la oposición, coordinadora del partido político Vente Venezuela, ha sido figura central en la política del país durante la última década. Lleva casi la mitad de su vida (tiene 51 años)dedicada a que Venezuela se libere del régimen castrista. Saltó a la palestra en 2002 como vicepresidenta de Súmate, organización a través de la cual impulsó el Referendo Revocatorio de 2004. Diputada de la Asamblea Nacional entre 2011 y 2014, fue destituida de su puesto y el Tribunal Supremo le prohibió salir del país. Su papel ha sido determinante para lograr las condiciones que permitieron el juramento de Juan Guaidó como presidente encargado. Su mensaje a Maduro ha sido claro: «Tiene que entender que el cambio en Venezuela no tiene vuelta atrás».
Karina Sainz Borgo: la voz de los jóvenes en el exilio
Abandonó su país en 2006 y se instaló en Madrid. Mientras ejercía el periodismo cultural, escribió una novela sobre una chica que busca desesperadamente el modo de abandonar Caracas. «Es una historia sobre la culpa del superviviente», explica, «también sobre la pérdida de referentes». La editorial Lumen compró inmediatamente ‘La hija de la española’, pero el rumor sobre la existencia de una ficción que mostraba sin complejos la realidad venezolana corrió como la pólvora y en este momento, cuando la novela todavía no ha salido a la venta (lo hará el 7 de marzo), ya ha sido vendida a 22 países. Sin duda alguna, Karina Sainz Borgo será más que un fenómeno editorial.
Joanna Hausmann: la youtuber que muestra Venezuela al mundo
Esta joven de 28 años se ha convertido en la embajadora de las culturas venezolana y latina para el público internauta, fundamentalmente ‘millennials’. Hace un tiempo explicaba en la revista ‘Diners‘ por qué le resultaba inevitable hablar de política: «Vengo de una familia politizada y no es fácil desprenderse de eso. He hablado acerca de cómo Trump se parece a Hugo Chávez y he usado mi plataforma para contar las razones por las que Venezuela es un desastre». En 2016 ganó el Premio Tecla como mejor comediante y creadora de contenido.