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La OPS no comprará vacunas contra la COVID-19 a Cuba mientras no sean avaladas por la OMS

Si la Isla pretende ofertar sus vacunas contra la COVID-19 a la OPS debe solicitar la autorización de uso de emergencia, indicó el subdirector del organismo regional.

MIAMI, Estados Unidos. – La Organización Panamericana de la Salud (OPS) recordó este martes que las vacunas contra la COVID-19 producidas en Cuba no tienen la autorización de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de modo que no pueden ser adquiridas por el organismo regional.

En una de sus habituales sesiones informativas transmitidas por redes sociales, el doctor Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS, indicó que su organismo solo puede comprar vacunas autorizadas, precalificadas o con autorización de uso de emergencia de la OMS.

“Es una garantía de la OPS para proveer de vacunas seguras y eficaces”, precisó.

“Nosotros podemos ayudar al país para que presente sus datos a la OMS, pero el fondo rotatorio solo puede adquirir vacunas con esa autorización. Es una precondición con la que no podemos hacer ninguna concesión”, insistió Barbosa en otro momento de su conferencia.

Barbosa recordó que, si la Isla pretende ofertar sus medicamentos contra la COVID-19 a la OPS mediante el mecanismo regional de distribución de vacunas COVAX, debe solicitar la autorización de uso de emergencia de la OMS “para certificar que la producción está de acuerdo con las buenas prácticas”.

“Las vacunas que no tienen esa autorización no pueden participar del mecanismo COVAX”, aseveró el subdirector de la OPS.

 

 

Con respecto a la validación de la vacuna Abdala emitida por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) de México, el funcionario aseguró que “cada organismo regulador tiene autoridad en su país y un marco legal en base al cual evalúa y otorga o deniega las licencias de los productos farmacéuticos”.

“Son decisiones soberanas de cada autoridad que deben ser tomadas sobre bases transparentes y siguiendo los estándares internacionales”, agregó.

Desde el anuncio de la producción de vacunas nacionales contra la COVID-19, el régimen de la Isla ha reforzado la propaganda sobre los logros del sistema de salud cubano, que atraviesa una grave crisis debido al colapso de las instituciones médicas, el deterioro de la infraestructura sanitaria y la escasez de medicamentos e insumos médicos.

 

 

 

 

Justo este martes, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, el periódico Granma, resaltó que tanto México como Venezuela habían validado el uso de vacunas cubanas contra la COVID-19.

“Para Cuba, representa un hito científico la obtención de varias vacunas contra el coronavirus, en condiciones de hostil bloqueo, pero su aval crece con el interés despertado a nivel mundial por esos fármacos”, publicó el diario oficialista.

Por su parte, médicos dentro y fuera de Cuba han denunciado la elevada cifra de fallecimientos en la Isla por causa de la COVID-19, incluyendo a personas que fueron vacunadas con los medicamentos desarrollados en el país.

El Gobierno de la Isla intenta desde hace meses inmunizar a la población cubana con las vacunas Soberana 02, Abdala y Soberana Plus, sin que, hasta este momento, se evidencie una mejora ostensible del panorama epidemiológico en la Isla.

 

 

 

De hecho, varios meses después de que el régimen cubano apostara por la utilización de sus propios candidatos vacunales para inmunizar a la población, rechazando cualquier posibilidad de comprar vacunas extranjeras, incluidas las de sus propios socios, las autoridades del país han incorporado a su esquema de vacunación la vacuna china Sinopharm, un fármaco que se ha visto envuelto en varias polémicas que cuestionan su efectividad.

La OMS autorizó el 7 de mayo de 2021 el uso de emergencia de Sinopharm, desarrollada por el Beijing Bio-Institute of Biological Products. El fármaco chino, recomendado para mayores de 18 años, es una vacuna de dos dosis que deben ser administradas en un intervalo de 21 días, y tiene una eficacia del 79 por ciento contra infecciones sintomáticas.

 

 

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