La OSCE señala que el referéndum turco no cumplió los estándares democráticos
«En general, el referendo no cumplió con las normas del Consejo de Europa», advirtieron los observadores internacionales
El referéndum constitucional celebrado el domingo en Turquía no cumplió con los estándares democráticos, debido sobre todo a la «falta de imparcialidad» en la campaña, afirmaron hoy los observadores de la OSCE y del Consejo de Europa.
«El campo de juego no estaba nivelado», dijo la jefa de la misión de la Organización para la Cooperación y Seguridad en Europa (OSCE), Tana de Zulueta.
«En general, el referendo no cumplió con las normas del Consejo de Europa», advirtió por su parte Cezar Florin Preda, líder del equipo de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa.
El socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP), la principal formación opositora de Turquía, ha anunciado este lunes que pedirá la anulación del referéndum del domingo, en el que un 51,4 por ciento de los votantes dijo «Sí» a la reforma constitucional para introducir un sistema presidencialista. Según el vicepresidente del CHP, Bulent Tezcan, la validez del ajustado resultado está ensombrecida por las «amplias» irregularidades registradas en la votación.
«Somos una nación. Turquía está abriendo una nueva página en su historia democrática, proclamó, por su parte, el primer ministro Binali Yildirim, tras conocer los resultados. Con un referéndum ganado con un resultado tan ajustado, sus declaraciones se acercan más a un deseo que a una realidad. Más lacónico, el presidente de la República, Recep Tayyip Erdogan, afirmó: «Espero que los resultados del referéndum beneficien a Turquía. Se lo agradezco a todos nuestros ciudadanos sin importar lo que hayan votado».
La reforma elimina el puesto de primer ministro y otorga toda la responsabilidad ejecutiva al presidente. Por el momento Yildirim mantiene su cargo hasta que se celebren las próximas elecciones, ya bajo el nuevo sistema, que según se estima se celebrarán el año 2029. No obstante, su capacidad para tomar decisiones, muy cuestionada por la oposición antes del referéndum, será a partir de ahora todavía más improbable.