Democracia y PolíticaÉtica y Moral

La Princesa y el caudillo

Leonor encarna lo mejor de su generación; Pedro Sánchez, lo peor de la política

Cómo es Leonor de Borbón? Detalles secretos de su carácter y personalidad

 

Leonor de Borbón y Ortiz jura hoy la Constitución garante de nuestros derechos y libertades en su momento de máxima vulnerabilidad, cuando sus enemigos se disponen a tomarla al asalto y quien posee los instrumentos necesarios para defenderla la traiciona sin pudor, en nombre de una ambición enfermiza que confunde su conveniencia con el bien de los españoles. La Princesa de Asturias encarna no solo el futuro de una Monarquía cuyo paraguas nos ampara a todos, más allá de ideologías, sino lo mejor de su generación. Representa el valor del esfuerzo, la preparación, el aprovechamiento de las oportunidades, la vocación de servicioPedro Sánchez personifica lo peor de la política. El cesarismo sectario, el recurso sistemático a la mentira, el fomento de la polarización como arma de fragmentación social destinada a pescar votos, la mediocridad intelectual maquillada con trampas, el relativismo moral más descarnado. La Heredera al trono es esperanza. El presidente en funciones, crispación preñada de angustia ante un porvenir sombrío.

El caudillo del PSOE acude al Congreso de los Diputados arropado por sus correligionarios, a quienes el sábado anunció, entre aplausos, su determinación de conceder una amnistía a los golpistas que en 2017 ultrajaron esa misma Carta Magna. Borrar los delitos cometidos por Puigdemont y sus secuaces al proclamar la independencia de Cataluña, quebrando con ello el espinazo de nuestra ley de leyes y la indisoluble unidad de la Nación española. Dejar a los pies de los caballos a cuantos ciudadanos plantaron cara a esa asonada, empezando por el Rey, que honró su función constitucional saliendo al rescate de la patria amenazada con un mensaje inequívoco de respaldo a la legalidad. Todo eso y quién sabe qué más ha garantizado Sánchez al prófugo de Waterloo a cambio de su apoyo, previa domesticación del Tribunal Constitucional. Pero lo más repugnante del caso es que, en aras de justificar ese ansia indisimulada de poder a cualquier precio, invoca el interés de España y apela a la convivencia a sabiendas de que sus socios solo aspiran a romperla. ¿Cómo se explica, si no, que ninguno de ellos vaya a estar presente en el acto solemne de esta mañana? Junts, ERC, PNV, BNG y por supuesto EH Bildu dan la espalda a la Corona, a la Constitución y a España. Es más; advierten sin ambages de que pretenden atentar contra la unidad y la continuidad simbolizadas en la institución que alcanza en la figura de Leonor uno de sus exponentes más logrados en términos históricos, todo lo cual resbala por la gruesa piel de un Sánchez cuya única preocupación es atrincherarse en la Moncloa.

Pese a su juventud, la princesa de Asturias tiene en sus padres referentes firmes de lo que significa la lealtad a los principios y al deber. Será leal a España. En boca del caudillo socialista, esa palabra se pervierte transformada en servilismo y sumisión a su persona.

 

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