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La ruptura Iglesias-Errejón dinamita Podemos

El líder del partido asegura que solo apoyará a Carmena en el Ayuntamiento y que presentará sus propias candidaturas en la Comunidad: "Íñigo no es Manuela", asegura

A las diez de la mañana del 17 de enero, Podemos explotó. Justo el día en que el partido cumplía cinco años, dos de sus fundadores, Pablo Iglesias e Íñigo Errejón consumaron la fractura del partido. Errejón, candidato a la Comunidad de Madrid, elegido en primarias, anunció que formará una alianza con Manuela Carmena, alcaldesa de la capital, para concurrir a las elecciones de mayo bajo las marca Más Madrid, la plataforma de la regidora. Iglesias, “tocado y triste”, situó a Errejón fuera de la formación: “Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido”.

En la carta, adelantada por EL PAÍS, en la que anunciaron su alianza, Carmena y Errejón coinciden en que este momento es decisivo tras los malos resultados de Adelante Andalucía, la coalición de Podemos e IU, en las pasadas elecciones autonómicas en esa comunidad. La plataforma liderada por Teresa Rodríguez cayó a 17 escaños desde los 20 que sumaron por separado Podemos e IU en 2015. “Andalucía ha sido un toque de atención. Hoy todo el mundo sabe que necesitamos un revulsivo”. En Madrid, una comunidad donde la mayoría de la población reside en la capital, Errejón busca aprovechar el tirón de la alcaldesa para que despegue su proyecto, renunciando a la marca Podemos.

“En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste”, confesó Iglesias en Facebook. “No imaginé que hoy, cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos, las cosas serían así”. La distancia entre los dos profesores universitarios que fundaron el partido se convirtió en un abismo. Fuentes de la dirección de Podemos informaron de que Errejón no será expulsado, ya que “él mismo se ha situado fuera”, y le reclaman que deje su escaño en el Congreso.

El secretario general de Podemos interrumpió su permiso de paternidad para anunciar que su formación competirá contra Errejón: “Con todo el respeto, Íñigo no es Manuela. En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad”. Es decir, Iglesias apuesta por su propio proyecto de confluencia en la región, mientras que en el Ayuntamiento, de momento, sí apoyará a Más Madrid, la plataforma en la que ya se inscribe Errejón.

“No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Nuestros inscritos se merecen más respeto”, reclamó Iglesias. Irene Montero, portavoz en el Congreso y líder interina, estaba en una entrevista en la Cadena SER cuando se conoció el anuncio. Ajena a la misiva, en ese mismo momento llegó a confirmar que Errejón era su elegido: “Es el candidato de Podemos”.

Las diferencias entre Iglesias y Errejón comenzaron en 2016 cuando el actual líder del partido decidió aliarse a IU y conformar la coalición Unidos Podemos para las elecciones generales. Unos meses después, en febrero de 2017, Iglesias ganó el duelo en el congreso de Vistalegre II, se quedó con el control interno, y Errejón comenzó un camino independiente.

El sendero le llevó hasta la Comunidad de Madrid. Errejón se sometió al proceso de primarias para ser candidato autonómico, ganó y creyó haber conseguido una parcela de poder frente a Iglesias y su aliado en Madrid, Ramón Espinar. Pero esta misma semana el conflicto volvió a abrirse. Espinar, secretario general de Podemos Madrid, pactó con IU la candidatura de la Comunidad para las próximas elecciones de manera paralela al equipo de Errejón. El primer escollo estaba en el anuncio de la elección como número dos de Sol Sánchez, de IU, sin el conocimiento del candidato. Esta decisión fue el detonante de la ruptura: Errejón siempre quiso que Clara Serra, diputada en la Asamblea de Madrid, fuera su segunda. Se dieron un plazo de 72 horas para llegar a un nuevo acuerdo que se adelantó de manera abrupta.

Iglesias aprovechó su mensaje en las redes sociales para recordarle a Carmena que ganó el Ayuntamiento de Madrid gracias al respaldo de su partido. “Quizá quien le apoyó y acompañó entonces merecería otra consideración, pero hay algo mucho más importante que Manuela o que Podemos: que los madrileños tengan un Gobierno más decente que los anteriores”, explicó.

Pese a este apoyo, el secretario general ha marcado cierta distancia con la candidatura municipal. “El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años”, le recriminó, “pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales”.

El problema en la capital es que las negociaciones para formar la candidatura, que lidera la mano derecha de la alcaldesa, Marta Higueras, no avanzan por los intentos de Julio Rodríguez, líder de Podemos en la ciudad, de colocar a personas de su confianza. Ahora, con Errejón bajo el paraguas de Más Madrid, Carmena tendrá que decidir si en las primarias que anuncia para febrero incluirá a otros candidatos del partido de Iglesias.

La tercera familia de Podemos, los anticapitalistas, rechazaron la alianza de Carmena y Errejón tachándola de “pacto de despacho”. La corriente propone iniciar un nuevo proceso “democrático y horizontal” en Madrid.

Errejón anunció su alianza con la alcaldesa dos días antes de que Podemos celebre mañana la primera reunión de su Comité de Campaña. Este órgano está liderado por Irene Montero, Pablo Echenique, secretario de Organización, y Juanma del Olmo, secretario de Comunicación.

A la cita están convocados todos los candidatos que ya han sido elegidos en los procesos de primarias, incluido hasta el propio Errejón. El pasado martes, cuando Echenique anunció la reunión, la mayoría de los aspirantes estaban confirmados. En el encuentro, además de tratar las claves políticas y comunicativas de los próximos meses, se reafirmarán las confluencias con IU. Alianzas que la corriente errejonista rechaza desde que su partido se uniera al de Alberto Garzón en 2016.

«Un proyecto optimista»

Carmena y Errejón coordinarán sus propuestas en un “programa conjunto y participativo”. El primer paso de esta nueva plataforma será la convocatoria de sus propias primarias en febrero para ofrecer “un proyecto integral, optimista y de futuro”.

La alcaldesa rechazó pronunciarse sobre la crisis interna que se abre en Podemos y recordó que ella es independiente. Carmena solo insistió en que el acuerdo alcanzado con Errejón “suma fuerzas”. “Es algo muy importante para que quede claro cuál es la alternativa de progreso que queremos”, dijo. “Lanzamos esta iniciativa dos personas, Manuela Carmena e Íñigo Errejón, de diferentes trayectorias y generaciones. Es una metáfora de lo que queremos para Madrid: poner diferentes miradas a encontrarse en un proyecto compartido”, añadieron. Carmena tiene 74 años y Errejón, 35.

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