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La sorprendente metamorfosis de Kamala Harris

Sin conseguir un solo voto en el proceso de primarias, ha logrado el apoyo unánime de los demócratas

           La vicepresidenta estadounidense y candidata presidencial demócrata para 2024 , Kamala Harris AFP

 

 

En apenas dos semanas, Kamala Devi Harris ha experimentado una de las transformaciones más sorprendentes en la historia de la política norteamericana. De ser una vicepresidenta a veces invisible y en otras ocasiones superada por los encargos de su jefe, además de ser acosada por filtraciones sobre el mal ambiente en su equipo y con índices de popularidad peores que los del propio presidente, ha pasado a convertirse en la gran esperanza del Partido Demócrata para derrotar a Donald Trump. Harris ha forzado una caída en las encuestas de Trump y ha logrado una recaudación récord, sin parangón en una campaña que acaba de nacer tras el relevo ocurrido el 21 de julio.

Este viernes, al filo del mediodía, Kamala Harris logró algo insólito: sin un solo voto en primarias, sin enfrentarse a ningún rival y sin postularse públicamente, fue coronada candidata de forma oficial. La mayoría de los casi 4.000 delegados que están votando por correo electrónico hasta este lunes por la noche le dieron su apoyo. Todo comenzó con un mensaje en la red social X de su jefe, Joe Biden, apenas 15 minutos después de anunciar en una carta su renuncia a la candidatura. Desde ese momento, toda la maquinaria demócrata se puso a disposición de Harris. En dos horas, ella misma solicitó a la Junta Electoral que la campaña pasara de Biden/Harris a simplemente Harris por America.

La reinvención fue fulminante. La nueva biografía de Harris se propagó rápidamente a través de los portavoces oficiales, incluso antes que la de Biden; miles de perfiles en redes sociales afiliados a la campaña; analistas demócratas; y artistas populares entre los jóvenes, como Quavo, Megan Thee Stallion, Charli XCX, y otros nombres más reconocibles para los mayores, como Spike Lee, Rosie O’Donnell, Shonda Rhimes, y Barbra Streisand. Desde el 21 de agosto, Harris es la primera mujer de ascendencia negra e india en aspirar a la Casa Blanca, una vicepresidenta prudente y leal que nunca quiso eclipsar a su jefe, y una experimentada abogada que llegó a ser fiscal general de California y senadora por su estado.

Esa transformación no fue casual. Las primeras acciones de Harris como candidata parecen confirmar los rumores de que los Obama orquestaron en la sombra la salida de Biden debido a su evidente deterioro cognitivo y físico. Nada más asumir las riendas de la campaña, Harris ha reformado su equipo electoral, trayendo de vuelta a varios de los pesos pesados de la era Obama. Una anécdota llamativa: los primeros en pedir la salida de Biden tras su desastroso debate el 27 de junio fueron cuatro viejos asesores de Obama en la Casa Blanca, expertos en comunicaciones que hoy tienen un exitoso podcast llamado ‘Pod Save America’: Jon Favreau, Tommy Vietor, Jon Lovett y Dan Pfeiffer.

Entre los nuevos fichajes de Harris destacan los estrategas David Plouffe, Stephanie Cutter y Mitch Stewart, veteranos de la era Obama. Aunque Jen O’Malley Dillon, directora de la campaña de Biden, seguirá al mando reportando directamente a Harris, ahora estará rodeada de estas nuevas incorporaciones. El equipo también incluye a otros conocidos de Washington como Liz Allen y Jen Palmieri. Con este grupo, la campaña de Harris se perfila como una versión 2.0 de la campaña de Obama, adaptada para enfrentar los desafíos actuales y atraer tanto a votantes jóvenes como a afroamericanos, dos grupos entre los cuales Biden se estaba hundiendo.

Recaudaciones récord

La mayor muestra de que el cambio de candidato les ha funcionado de momento a los demócratas es la pista del dinero. La campaña de Harris anunció el viernes que recaudó 310 millones de dólares (aproximadamente 280 millones de euros) en julio, impulsada por donaciones pequeñas que comenzaron a fluir tras la salida de Joe Biden de la contienda y su respaldo a Harris. Esta cifra de julio, que más que duplica los 138,7 millones recaudados por Trump en el mismo mes, lleva el total recaudado por Harris y Biden antes que ella a más de 1.000 millones de dólares, un récord absoluto en una campaña presidencial en la historia. Más de 200 millones de los 310 millones llegaron en la primera semana después del respaldo de Biden a Harris. Dos tercios de las donaciones de julio provinieron de personas que lo hacían por primera vez y el 94% de las donaciones fueron de 200 dólares o menos.

En las encuestas también se ha notado un cambio significativo. Impulsada por el aumento de un interés de los demócratas, los jóvenes y los votantes negros, Kamala Harris ha reseteado la carrera presidencial de 2024. Actualmente, tiene una ventaja de un punto a nivel nacional, algo que el presidente Biden nunca tuvo (estaba 5 puntos por debajo cuando dejó la carrera), y Harris y el expresidente Trump están empatados en los estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin. Según una encuesta de YouGov publicada este domingo, Harris también tiene ventajas adicionales con el electorado en general que Biden no tenía: es vista como más capacitada mentalmente para servir y tiene una percepción de energía y concentración que Biden no lograba alcanzar. La edad no perdona al presidente saliente ni si quiera en sus últimos meses de gobierno.

 

 

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