La UE considera una última opción para evitar la ruptura total con Londres
Pese al escepticismo de Johnson, los europeos irán a Londres esta semana
Se había dicho que el mes de octubre debería ser el punto crucial para poder establecer unas reglas razonables de convivencia entre el Reino Unido y Europa, que cualquier acuerdo debería estar listo antes de estas fechas en las que estamos de manera que quede tiempo para la ratificación en los parlamentos nacionales. La fecha ha llegado y el Consejo Europeo del pasado jueves no ha servido tampoco más que para reafirmar la constatación de que las conversaciones están completamente atascadas.
Sin embargo, a pesar de que Londres ha dicho más o menos que no vale la pena intentarlo y que podrían muy bien ahorrarse el desplazamiento, el equipo del negociador europeo Michel Barnier tiene previsto viajar cuanto antes a Londres, a ser posible mañana mismo, para seguir intentando desbloquear la situación. Los pasos que han planeado para tratar de salir de esta situación los miembros del Consejo Europeo no se han explicado, precisamente porque forman parte de la misma negociación y como todos los buenos jugadores de póker no enseñarán las cartas hasta el momento en que sea necesario. La discusión fue tan secreta que el presidente del Consejo, Charles Michel, exigió a los líderes de los Veintisiete que entrasen a la sala sin teléfonos ni tabletas, para evitar filtraciones interesadas que pudieran malograr su estrategia.
«Modo túnel»
Sin embargo, según las escasas confidencias que han salido de aquella reunión, en los hechos, solo queda una posibilidad y es que los equipos negociadores se reunieran en «modo túnel» que es algo que no ha sucedido hasta ahora en los más de 4 años de discusiones, a pesar de que gráficamente parece lo más adecuado teniendo en cuenta que será un túnel bajo el Canal de La Mancha lo único que unirá a la UE con su antiguo socio. En términos diplomáticos, se trata de un ejercicio en el que los negociadores ponen sobre la mesa todo el paquete de cuestiones pendientes y tratan de buscar un compromiso sin tener que consultar con sus respectivos gobiernos antes de asumir cada paso. Del túnel sale, en caso de éxito, un acuerdo global, un paquete cerrado que forzosamente contiene cosas que unos y otros querían evitar o lograr, pero que entonces están obligados a asumir como el precio del acuerdo.
Una fuente diplomática de un país europeo, que está entre los más afectados por el Brexit, adelantó que esa opción por meter a los negociadores en «modo túnel» está en el pensamiento de los líderes y «no se descartaría en un momento no muy lejano».
La reacción displicente, pero aparentemente no definitiva de Johnson a la reunión de Bruselas deja pocos resquicios para la esperanza y los expertos consideran que si existe una opción para evitar esa desconexión traumática el 1 de enero es llevar la negociación al tunel durante un par de semanas. Ydespués dejar a los dirigentes que decidan si prefieren un acuerdo con muchos flecos o arriesgarse a ir a un no acuerdo.