La UE convoca a su embajador en Cuba por enviar una carta a Biden pidiendo retirar el embargo
Un grupo de eurodiputados pidió esta semana a Borrell la destitución inmediata de Alberto Navarro
El Alto Representante de la UE para Política Exterior, Josep Borrell, ha convocado al embajador de la UE en Cuba, el español Alberto Navarro, para que dé explicaciones por la carta que envió al presidente estadounidense, Joe Biden, para pedirle que ponga fin al embargo sobre la isla, confirmó este sábado a ABC una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior.
La petición se produce después de que esta semana un grupo de eurodiputados del PP y del Grupo Popular Europeo, así como varios miembros de otros grupos como Renew y ECR, enviaran a Borrell una carta en la que pedían la «inmediata destitución» de Navarro por «defender el régimen castrista». En ella, los eurodiputados criticaban al diplomático por haber firmado una misiva, con fecha 9 de febrero, enviada al nuevo presidente de EE.UU. en la que se solicitaba el levantamiento del embargo estadounidense a la isla.
Según los firmantes, esto «constituye un hecho grave en una línea de actuación totalmente desafortunada y errática sobre lo que debe ser la defensa de nuestros intereses y valores como unión de estados democráticos y de derecho», sostenían los eurodiputados en un comunicado. En esta misma carta, afirmaban además que Navarro había intentado que su «disparatada iniciativa» respecto a Biden fuera respaldada por representantes diplomáticos de otros países miembros de la UE, «que declinaron firmar la misiva propuesta por el embajador», señalan.
«Diríase que nuestro embajador en La Habana toma posicionamientos políticos en consonancia con un régimen que no respeta ni defiende los derechos humanos ni la pluralidad democrática y se permite licencias más propias de un dirigente político que de un representante diplomático», escriben los eurodiputados, entre los que se encontraban los populares españoles Dolors Montserrat, Esteban González Pons, Antonio López-Istúriz y Leopoldo López Gil.
Tanto para los miembros del PPE como los de los otros grupos, la carta de Navarro a Biden representa «un acto más en la larga lista de agravios que el embajador Navarro ha infligido al Parlamento Europeo». A continuación, enumeran algunos de estos agravios, como el hecho de haber bloqueado la participación en una audiencia organizada por la Delegación para América Central del Parlamento Europeo de los galardonados con el premio Sájarov de derechos humanos que concede esta institución; en concreto boicoteando y denegando el acceso a las instalaciones de la UE en La Habana a los premiados e invitados para participar telemáticamente en esa audiencia.
Inmediata sustitución
Denuncian además que la presidenta de las Damas de Blanco, Berta Soler, que recibió precisamente el Premio Sájarov en 2005, «no haya sido atendida» por el personal de la embajada europea en La Habana «pese a las numerosas y periódicas detenciones de las que son victima tanto ella como los demás miembros de su organización».
Los firmantes de la carta consideran que Navarro «no es digno de las altas funciones que ostenta y tiene encomendadas», por lo que piden a Borrell que proceda «a su inmediata sustitución». También pedía su reemplazo este viernes la vicepresidenta del PE para América Latina, Dita Charanzová, quien afirmó en una entrevista que había muchos problemas con el enfoque actual de la Unión Europea hacia Cuba. «Uno de ellos es el embajador en La Habana».
Esta misma semana, Navarro negaba a ABC que hubiera firmado ninguna carta de forma individual dirigida a Biden, pero sí concedía que se había sumado a la iniciativa de cientos de artistas e intelectuales que reclamaban el levantamiento de sanciones. A lo que añadió que contaba con todo el apoyo del Alto Representante Josep Borrell y de su equipo.
La llamada de Bruselas se produce horas después de que el medio independiente cubano CubaNet publicará una entrevista con Navarro, con motivo de los encuentros en otorno al Acuerdo de Diálogo político y Cooperación entre la UE y Cuba que tienen lugar estos días, en la que el diplomático negaba de forma categórica que Cuba fuera una dictadura. «No, yo no considero que Cuba sea una dictadura. Claro que no», aseveraba. Afirmaciones que han sido ampliamente rechazadas, entre otras personas, por el director para las América de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, que ha señalado en su cuenta de Twitter que «estas inadmisibles declaraciones dañan la credibilidad de los diálogos Cuba-Unión Europea sobre derechos humanos».