Las protestas se suceden en Beirut
Miles de personas protestan contra las autoridades. La Policía arroja bombas de gas y gases lacrimógenos, y los participantes en la marcha lanzan piedras
Decenas de personas han entrado en la sede del Ministerio de Exteriores libanés y en el de Energía, en el transcurso de la protesta masiva que tiene lugar este sábado en Beirut en demanda de dimisiones entre las autoridades tras la brutal explosión en el puerto del pasado martes.
Miles de personas se manifiestan este sábado frente al Parlamento libanés para expresar su indignación con el suceso del martes, que ha causado más de 150 muertos y 5.000 heridos.
En medio de este ambiene de indignación ciudadana contra la clase dirigente, el primer ministro, Hassan Diab, anunció este sábado que propondrá unas elecciones legislativas anticipadas en el país.
Al comienzo de la multitudinaria protesta de este sábado se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y agentes de policía, que arrojan bombas de gas y gases lacrimógenos, mientras que los participantes en la marcha lanzan piedras.
La protesta, convocada bajo el nombre de «Día de la Ira», reúne a cientos de personas en la simbólica Plaza de los Mártires y, al grito de «Dimisión», un grupo intentó entrar en el Parlamento a la fuerza, informa Efe.
El amplio contingente de fuerzas antidisturbios desplegado en el lugar desde esta mañana respondió con bombas lacrimógenas. Los manifestantes lanzan piedras a los agentes y estos se las devuelven.
Poco antes de los enfrentamientos, la gente comenzó a reunirse en el lugar para expresar su rechazo al Gobierno y al régimen político al que responsabilizan de la grave crisis y el deterioro en que ha caído el Líbano.
«Hablamos y hablamos, pero nadie nos escucha», dijo a Efe una de los manifestantes, que acudió a la convocatoria llena de indignación por la explosión de 2.750 toneladas de nitrato ni amonio almacenados desde hace seis años en el puerto de Beirut.
«Vengo como un ciudadano que quiere asegurar su futuro», declaró otro joven de 18 años, que llevaba una flor blanca como símbolo de las almas de los muertos en la explosión.
El siniestro, que ha dejado más de 150 muertes, al menos 60 desaparecidos y miles de heridos y a entre 200.000 y 250.000 personas sin casa, se produjo en medio de una crisis económica y política que ya provocó masivas manifestaciones contra el régimen sectario del Líbano en septiembre.
Tras superar las barreras de seguridad
La Policía decidió intervenir cuando los manifestantes comenzaron a entrar en el perímetro fijado más allá de las barreras de seguridad, informa Ep.
Estos enfrentamientos son los primeros de lo que se prevé una larga tarde y noche de protestas contra las autoridades libanesas por parte de una población hastiada por la doble crisis política y económica reinante en el país y cuya paciencia se ha agotado tras la gran explosión del martes.
La explosión, según las primeras investigaciones, fue provocada por el almacenamiento inadecuado de 2.750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto, incautadas en 2014 al buque Rhosus, de un empresario ruso y con pabellón moldavo, por no pagar las tarifas portuarias.