DeclaracionesDemocracia y Política

Le estorbamos todos

Es que tras el autobombo gubernamental despreció el papel de la oposición porque «estorba», sin más

Iván Redondo y todos esos gurús de la comunicación andarán maravillados por el patinazo presidencial de ayer. Sánchez atrapado por un lapsus, retratado en su subconsciente napoleónico. Ya suponíamos que el líder socialista se quitaría de encima la oferta de pacto de Feijóo con un manotazo. Pero es que tras el autobombo gubernamental despreció el papel de la oposición porque «estorba», sin más.

La oposición en definitiva le incomoda, perturba su vida. Bien podría haber elegido otra expresión para descalificar al adversario, pero el desliz descubre cómo entiende el ejercicio del poder: absoluto. Es muy sencillo, le estorbamos todos. Le sobra la oposición por supuesto, pero también le molesta el Jefe del Estado por su mera existencia, porque limita su expansividad, como le solivianta un poder judicial independiente que pueda frenar sus deseos y voluntades o incluso la voz crítica del gobernador del Banco de España.

Pero si hasta le estorbaban Calvo y Ábalos, aquellos testigos de su pasado.

 

 

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