Lección de democracia de Escocia al independentismo catalán: solo habrá referéndum si lo autoriza Londres
Los nacionalistas escoceses descartan la vía unilateral como la que emplearon en 2016 los separatistas de Cataluña al organizar una consulta ilegal
El Parlamento de Escocia aprobó este miércoles, dos días antes de que se consume el Brexit, una moción para reclamar la celebración de un nuevo referéndum de independencia. La ministra principal escocesa y líder del partido nacionalista SNP, Nicola Sturgeon, defiende que este territorio, que forma parte del Reino Unido desde 1707, tiene «el derecho a escoger su propio futuro».
El primer ministro británico, Boris Johnson, rechazó de plano hace unos días la propuesta que había realizado Sturgeon de transferir al Parlamento escocés las competencias necesarias para organizar la consulta, al amparo de la llamada Sección 30 de la Scotland Act, la ley de 1998 que regula los poderes delegados en esta cámara legislativa. Johnson recordó que el anterior ministro principal, Alex Salmond, había prometido que el referéndum de independencia de 2014, en el que ganó el no a la independencia, sería un acontecimiento que solo tendría lugar «una vez en una generación».
Pero Nicola Sturgeon considera que ahora, en vísperas de la salida del Reino Unido de la UE, se ha producido un «cambio material en las circunstancias» con respecto a hace seis años, por lo que insiste en proponer un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia. La separación del Reino Unido permitiría, según argumenta, dar a los escoceses un futuro alternativo en el que podrían seguir siendo parte de Europa.
Pero en diversas ocasiones la ministra principal se ha mostrado en contra de recurrir a la «vía catalana» y forzar la celebración de un referéndum de forma unilateral. «Debemos tener un proceso que sea legal y aceptado, si no nuestra independencia no será reconocida», aseguró en una entrevista con la BBC. En su opinión, sus amigos catalanes «han demostrado que puedes tener un referéndum, pero no necesariamente conseguir ser independientes». «Lo fácil para mí en el corto plazo sería decir a mis seguidores lo que quieren oír, pero con el Brexit hemos visto que eso no acaba bien», remachó.
La moción que se aprobó este miércoles en el Parlamento de Holyrood, con los votos del SNP y los Verdes proindependentistas, demanda al Gobierno de Londres alcanzar un acuerdo con los ministros escoceses en un referéndum «que tenga lugar en una fecha y un modo determinado por el Parlamento escocés».
Consulta en Cataluña contra el Constitucional
Lo que no se plantea en ningún momento la líder nacionalista escocesa es saltarse la legalidad para llevar adelante su propósito, como sí hicieron los independentistas catalanes en 2017, con el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a la cabeza.
En aquella ocasión, las autoridades catalanas decidieron la celebración de una consulta sobre la independencia el 1 de octubre de ese año, a pesar de que el Tribunal Constitucional suspendió la ley autonómica por la que se organizaba al admitir los recursos del Gobierno de Mariano Rajoy contra esa norma.
En este sentido, solo el Estado tiene competencias para la celebración de un referéndum de ese tipo, que tendría que ser aprobado por el Congreso de los Diputados.
Los separatistas catalanes no llegaron a plantear ante la Cámara Baja ninguna propuesta para celebrar un referéndum por la vía constitucional, lo contrario de que lo que están haciendo los nacionalistas escoceses al proponer un acuerdo con Londres.
La celebración ilegal de la consulta de 2017 está en el centro del juicio en el Tribunal Supremo que acabó con la condena por sedición y malversación del exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y otros cabecillas del llamado «procés».