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LONGANIMIDAD: Todos los días podemos aprender algo

(Dedicado en especial a Cecilia, Ramón y Tere)

 

Como todos los días podemos aprender cosas nuevas ayer, una vez más, tuve esa oportunidad de aprender algo novedoso. Se trata de una palabra que trae consigo un interesante contenido. La palabra es LONGANIMIDAD, y reconozco no haberla escuchado ni leído anteriormente, ni siquiera haber escuchado acerca de ella en ningún ámbito, sea el social, cultural o profesional.

Fue una apreciada pareja de larga amistad conmigo y una muy querida amiga,  quienes me llevaron a  encontrar esta palabra, de la cual voy a hacer una pequeña mención aquí.

Cuando empiezo a leer acerca del término, Longanimidad, me encuentro con esto en Wikipedia:

«La longanimidad  (del latín longus, largo + animus, alma: largo sufrimiento)  es la estrecha relación entre la perseverancia y constancia de ánimo frente a los obstáculos y las adversidades, en referencia a la cualidad de la paciencia y la perseverancia que se tiene frente a ellos.»

LONGANIMIDAD se dice de la persona que sin quejarse acepta las adversidades de la vida.

La longanimidad es una virtud, una disposición del ánimo que nos permite esperar, sin amarguras ni quejas, sino con ecuanimidad, las dilaciones en el logro de nuestras metas.

Para el cristianismo, la longanimidad es un fruto del Espíritu Santo que opera en la persona que tiene fe, para que pueda esperar con tolerancia y paciencia la consecución de su objetivo de vida de acuerdo al propósito de Dios, por extraordinario que sea el sufrimiento o la prueba.

Esta virtud es movida por el amor, la generosidad, la clemencia y benignidad, que permiten soportar todas las adversidades y obstáculos con la certeza de que siempre, pase lo que pase, se realizarán esos propósitos según el plan del Creador.

Si se demoran los tiempos, y los esfuerzos parecen estériles, la longanimidad aparece entonces como una expresión de la virtud de la esperanza. Pero para ello es necesario no sólo el auto-dominio, sino la fe y la confianza en Dios.

En el libro de Gálatas 5:19 el apóstol Pablo habla de la “carne” en referencia a nuestra naturaleza humana, y de las “obras de la carne” en relación a nuestro egoísmo, celos, envidia, ira, homicidios; fallas para las cuales el único antídoto es el Espíritu Santo con sus frutos, entre los que se menciona la longanimidad.

Los Antónimos de Longanimidad son: la Bajeza, el Egoísmo, la Envidia y la Tacañería; todo lo contrario a la generosidad y amplitud de ideas que expresa la Longanimidad.

En cambio, otros significados relacionados a la Longanimidad son paciencia, templanza, generosidad, perseverancia, humildad, nobleza, magnanimidad y altruismo.

 

Fuentes:

Artículo disponible en «quesignificado.com»

Artículo disponible en wikipedia.org

Santa Biblia Versión Reina Valera 1960

 

 

Tahirí Ramos L.: Lic. en Psicología, UCAB; Maestría en Dinámica de Grupos UCV; Maestría en Desarrollo Organizacional UCAB; Candidata a Dr. en Psicología UCAB.

 

 

 

 

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