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Los cuatro errores de Putin que ahora quiere enmendar con una nueva fase de la guerra en Ucrania

Fallos de percepción, logísticos y táctico-militares... además de la reacción de Occidente apremian a Rusia a cambiar el guion

Errores de percepción, sostenimiento de la fuerza y táctico-militares. De este modo se pueden resumir los tres principales fallos de la ‘Putinkrieg’ (la guerra de Putin) a la hora de planificar la invasión, ‘manu militari’, de Ucrania.

Además, a estos tres elementos, hay que añadir un cuarto: la reacción unánime de condena de Occidente -tanto de EE.UU., la UE y la OTAN en su conjunto- para llevar a cabo refuerzos militares en Europa del Este, enviar armas, emprender la guerra económica (cuestión nada baladí en medio de una recuperación económica) o imponer sanciones individuales.

Pero vayamos por partes, según fuentes militares españolas consultadas por ABC, el inicio de la invasión militar rusa fue «de manual de libro de ‘guerra convencional’»:«Años comiéndonos la cabeza con la zona gris, el ciberespacio y la guerra híbrida, y la guerra más convencional que te puedes imaginar nos lleva por delante», destacan.

Putin buscaba la apertura de tres frentes, sur por Crimea y unirlo con la zona oriental del Donbass; y hacia Jarkov (segunda ciudad ucraniana); y por el norte, desde Bielorrusia, sobre Kiev.

Columnas de blindados, bombardeos desde el aire y buques sobre objetivos militares y buscando una rápida rendición del Gobierno de Ucrania. Todo ello con ‘botas sobre el terreno’ y una guerra relámpago haciéndose o destruyendo polvorines o aeródromos importantes.

«Hasta aquí todo le iba bien. El problema es que todo estaba pensado para que esto fuera una invasión como la de Crimea, y no contaba con la resistencia del Gobierno de Volodimir Zelenski, de las fuerzas ucranianas y, sobre todo, de la población», explica otra fuente bajo condición de anonimato.

 

El presidente Zelenski, en los momentos posteriores a la invasión, informó de que permanecía en Kiev para resistir ante el avance ruso
El presidente Zelenski, en los momentos posteriores a la invasión, informó de que permanecía en Kiev para resistir ante el avance ruso – ABC

Primer fallo de Putin: «Sobrevaloró sus fuerzas»

Es en este contexto donde se sitúa el primer fallo de percepción de la doctrina Putin para la guerra de Ucrania: «Putin sobrevaloró sus fuerzas e infravaloró la capacidad de resistencia inicial ucraniana, sobre todo, porque creía que podía hacer una ‘guerra light’ para conseguir unos objetivos iniciales que pasaban por implantar un Gobierno títere como el de Bielorrusia».

No haber alcanzado su objetivo inicial en las primeras 72 horas provocó que Putin comenzara a utilizar artillería pesada e iniciara los bombardeos sobre ciudades como sucedió anoche en Járkov o Kiev: «Probablemente veamos un cambio en los próximos días, y el empleo masivo de artillería de campaña previo al avance de los acorazados y el envío de fuerzas de asalto paracaidista ofrezca otro panorama», explican.

Segundo fallo: la logística

Es aquí donde se han detectado otros fallos, ya en el plano táctico militar, cuando se ha observado que el avance de los blindados y columnas militares en muchos casos no ha sido tan rápido ni efectivo como creían los mandos militares rusos.

«El principal problema es que la invasión quizá no estaba planificada para un sostenimiento en el tiempo y la logística no estaba lo suficientemente preparada», aseguran las fuentes. Por ello se han visto imágenes de carros de combate, o sistemas de misiles y de armas de artillería antiaérea Pantsir abandonados en las carreteras y capturados o destruidos por ciudadanos ucranianos.

¿Evidencias de este fallo en suministro? Falta de fuel, abandono sin destruir los medios y vehículos, ausencia de vehículos recuperadores, columnas avanzando muy juntas sin cobertura aérea y sin distancia de seguridad.

«También ha llamado la atención algunas imágenes de soldados rusos asaltando supermercados, lo que revelaría la falta de pertrechos de las columnas de blindados», se destaca.

Blindado abandonado por las tropas rusas
                                     Blindado abandonado por las tropas rusasABC

Tercer fallo: táctico-militar

Además en el plano táctico también hubo fallos con problemas para dominar el espacio aéreo, el uso de comunicaciones civiles para transmitir órdenes militares, sin personal de a pie acompañando a los blindados (se esperaba una entrada triunfal de los blindados) o un plan de operaciones errático diversificando frentes, sin objetivos definidos, creyendo que el avance hacia Kiev, Járkov y Odesa (en el sur) sería rápido.

Además, se evidencia el empleo de militares de reemplazo (jóvenes) que, según han denunciado fuentes del Gobierno ucraniano, ni siquiera sabían que eran enviados a una guerra y sí a unas maniobras militares en la frontera.

«El Ejército ruso tiene margen y potencial para enmendar estos errores y planificar otra fase de la guerra»

Obviamente, el Ejército ruso tiene margen y potencial para enmendar estos errores y planificar otra fase de la guerra. Escalarla en una fase de bombardeos sobre ciudades que convertirían la guerra en Ucrania en un modelo ‘sirio’ o checheno. Con combates urbanos, bombardeos masivos y tierra quemada que revelaría que los objetivos iniciales de Putin no han sido alcanzados.

«Ese es el principal problema ahora si no fructifican las negociaciones: llegados a este punto, no veo ninguna salida aceptable para ambas partes y la guerra puede encarnizarse aún más», explica un general español consultado por ABC.

Por ejemplo, la gran columna de blindados, caminones con combustible y carros de combate que puso rumbo a Kiev con fuel y víveres, el bombardeo de la torre de telecomunicaciones de la capital ucraniana, el empleo de paracaidistas en Járkov o el envío de las tropas chechenas para reforzar la campaña son pasos en esa dirección por reconducir una guerra que, sin el empleo directo de países apoyando a Ucrania en suelo ucraniano, es muy difícil que Rusia pierda.

 

Edificio de la policía ucraniana en Jarkov bombardeado
Edificio de la policía ucraniana en Jarkov bombardeado – REUTERS

Cuarto fallo: la reacción de Occidente

Putin quizás contaba con las sanciones económicas, como ya sucedió en otras ocasiones. Sin embargo, el cuarto fallo -quizá relevante a largo plazo- es la unanimidad que su invasión cruenta de Ucrania ha provocado en Occidente, ya sea en la UE, en la OTAN o de países de modo bilateral con el Gobierno ucraniano.

Sobre esas las sanciones económicas la desconexión del sistema de intercambio bancario Swift de bancos rusos ha sido la más simbólica y eficaz.

El envío de armas a Ucrania -sobre todo lanzacohetes anticarro portátiles- de países como Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Estonia, al que también se sumará España, seguramente no estaría en los planes de Putin.

Tampoco la reacción de rearme de la OTAN en los países del flanco oriental (Estonia, Letonia, Lituania, Rumanía, Polonia y Bulgaria, básicamente). O que países históricamente más neutrales como Suecia, Finlandia o Suiza se decanten por el apoyo a Ucrania.

 

 

El convoy de más de 60 kilómetros que se partió la madrugada del martes a Kiev
El convoy de más de 60 kilómetros que partió la madrugada del martes a Kiev – AFP

¿Habrá contestación interna?

Por último, habría un quinto fallo que aún está por dirimir: ¿esta guerra en Ucrania provocará a medio plazo una contestación interna, ya sea en su poblaciónoligarquía rusa círculo cercano de decisión político y militar? Aún es pronto para saberlo, pero el descontento tras las sanciones económicas puede ir en aumento.

Por eso a Putin le interesa una guerra corta. Aún puede conseguirlo. Apenas una semana que se inició el conflicto a gran escala y eso no es nada en una guerra.

No obstante, la sorpresiva resistencia ucraniana encarnada en el liderazgo de su presidente Zelinski, la rapidez con la que se ha movilizado Occidente (plano económico y de asistencia militar con armas anti carro) y la brutalidad de la campaña rusa, que puede ir ‘in crescendo’ ante la falta de avances militares, son tres ecuaciones que en cualquier momento se pueden volver muy en contra de Putin… porque una intervención militar directa de países, a modo bilateral o como misión de la OTAN como sucediera en Kosovo (región que no era miembro de la Alianza Atlátnica como tampoco lo era Serbia, obviamente), por ahora está totalmente descartada. Desencadenaría una guerra total en Europa.

 

 

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