Los cubanos preparan la visita del Papa Francisco
STR AFP/Getty Images
A la sombra de un retrato gigante del argentino Che Guevara, los trabajadores dan los últimos toques al altar donde el papa Francisco, nacido en Argentina, celebrará la misa en la Plaza de la Revolución el mes que viene durante su visita de cuatro días a Cuba.
Se espera que decenas de miles de cubanos asistan a tres misas en La Habana, Holguín y El Cobre, en las afueras de Santiago, durante la visita papal. También se espera que vengan a Cuba alrededor de 1,000 peregrinos extranjeros, incluyendo a 150 de la Arquidiócesis de Miami.
Le toca a Rolando Suárez, abogado de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, coordinar la logística para los peregrinos internacionales y organizar ómnibus y otros modos de transporte para los cubanos de todo el país que quieren asistir a las mismas y tomar parte en otras actividades papales.
La Iglesia calcula que 32,000 cubanos desde Sancti Spíritus hasta Pinar del Río asistirán a la misa de La Habana, así como 16,000 monjas, sacerdotes y seminaristas, y decenas de miles de personas de la misma Habana, dijo Suárez. Se espera que la misa de Holguín atraiga a 34,000 creyentes desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo, sin contar los residentes de la misma capital provincial.
En El Cobre, un viejo poblado minero, se celebrará la misa en la basílica menor del Santuario Nacional de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, la santa patrona del país. Se espera que alrededor de 1,000 personas — incluyendo una representación de cada una de las provincias cubanas — asistan sentadas dentro de la basílica, y otras 2,000 afuera.
Luego, Francisco planea un “encuentro familiar” con 30 personas de cada provincia en la catedral de Nuestra Señora de la Asunción en Santiago antes de salir de Cuba el martes para continuar su gira por Washington, D.C. –donde se encontrará con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca y dará un discurso ante una sesión conjunta del Congreso– Nueva York y Filadelfia. Regresará a Roma el 27 de septiembre.
La visita del Sumo Pontífice a ambos países enfatiza su papel en animar a un acercamiento entre los hostiles vecinos de antaño. Los dos países restablecieron relaciones diplomáticas y abrieron sus embajadas respectivas el 20 de julio, luego de una brecha de más de medio siglo.
En septiembre del año pasado, antes de que se anunciara el histórico acercamiento el 17 de diciembre, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo de La Habana, entregó en persona a la Casa Blanca una carta del Papa Francisco en la que este se ofrecía a ayudar de cualquier manera posible en las negociaciones secretas que se estaban llevando a cabo entre los dos países. Francisco, quien envió también una carta personal al gobernante cubano Raúl Castro, ofreció el Vaticano como uno de los lugares posibles de reunión para las conversaciones.
El papa causó impresión. Obama ha dicho que él es “de verdad”, y Castro, que asistirá a las tres misas en Cuba, y que podría considerar incluso la posibilidad de su regreso a la Iglesia Católica.
Castro tendrá su oportunidad de asistir una misa papal cuando Francisco pronuncie su homilía en la misa de las 9 a.m. del 20 de septiembre en la Plaza de la Revolución. La plaza de 11 acres está presidida por los enormes retratos de Camilo Cienfuegos, héroe revolucionario que desapareció misteriosamente en octubre de 1959, y del Che Guevara, un ícono revolucionario. El descollante monumento a José Martí hace también que la plaza sea una meta para muchos de los que visitan La Habana.
“Lo más importante es lo que el Papa va a decir”, dijo Suárez. “Los mensajes estarán en las homilías”.
Antes de las misas, el Papa quiere estrechar la mano de la gente. “Estamos pidiéndolo, pero tenemos que esperar a ver qué dice la seguridad”, dijo Suárez.
Ahora que falta menos de un mes, se puede ver evidencia de la inminente llegada del Papa desde los trabajos en curso en la plaza a los carteles de “Bienvenido Francisco” que han empezado a aparecer por toda Cuba.
Castro, el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez y Eusebio Leal, el historiador de La Habana, se reunieron con Ortega el lunes para discutir los preparativos para la visita papal.
Alistarse es un reto porque el Vaticano demoró hasta finales de abril que el papa Francisco visitaría Cuba. Cuando el papa Benedicto XVI visitó la isla, hubo un año para prepararse.
En Miami, los cupos del viaje de la arquidiócesis a Cuba están agotados desde hace unos dos meses, dijo Mary Ross Agosta, portavoz de la arquidiócesis.
Vivian Mannerud, presidenta de Airline Brokers, que organiza el viaje de la arquidiócesis, dijo que 100 personas más habrían ido si hubiera habido capacidad hotelera. “Hay una lista de espera”, dijo Mannerud.
El grupo de Miami estará a mano para ver la caravana del Papa llegar del aeropuerto. “También cenarán y celebrarán juntos muchas oraciones”, agregó Mannerud, quien organizó viajes de la arquidiócesis a Cuba cuando el papa Benedicto visitó la isla en marzo de 2012, y cuando el viaje de Juan Pablo II en 1998.
Cuando Benedicto visitó La Habana y Santiago, la Arquidiócesis de Miami patrocinó dos excursiones, llamadas “primaveras de fe”, a Cuba, una fue un viaje a La Habana y la otra comenzó en Santiago y terminó en La Habana. Contando a los miembros del clero, personal y peregrinos, en esos viajes participaron unas 300 personas.
Esta vez habrá 150 peregrinos locales que llegarán a Cuba el 18 de septiembre y saldrán el 21 del mismo mes. Esas personas pasarán todo su tiempo en La Habana, donde el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, dirá misa el viernes y sábado por la noche en iglesias que todavía no se han escogido.
“El se quedará con los peregrinos todo el tiempo”, dijo Agosta. “Le hubiera gustado ir a Santiago, pero parece que el transporte es un problema”.
Santiago está a 538 millas de La Habana Holguín a 456 millas, lo que dificulta la participación en las actividades del papa en más de una ciudad durante el apretado cronograma de Francisco.
La arquidiócesis también enviará por autobús unos 50 peregrinos a Washington, donde Wenski es uno de los invitados a escuchar al Papa hablar ante el Congreso y llevará entre 60 y 65 fieles de la arquidiócesis a Filadelfia a ver al Papa.
Si la cantidad de peregrinos internacionales que irán a ver al Papa a Cuba parece baja, probablemente se debe a que los latinoamericanos ya han tenido la oportunidad de verlo este año durante su viaje de ocho días a Bolivia, Ecuador y Paraguay en junio, y debido a su próxima visita a Estados Unidos.
Se espera que Francisco llegue al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana el sábado 19 de septiembre a las 4:05 p.m. y pronuncie un discurso antes de subir a un vehículo descapotable que lo llevará por algunas de las áreas más pobladas de la ciudad. Un coro infantil lo recibirá en la Nunciatura Apostólica, donde pasará la noche.
Después de la misa del domingo, el Pontífice tiene planeado un almuerzo privado, una reunión a las 4 de la tarde con Raúl Castro, reuniones con sacerdotes, monjas y seminaristas en la Catedral de La Habana y lo que se ha presentado como un encuentro y discurso a 5,000 jóvenes en el Centro Cultural Félix Varela en el viejo seminario de San Carlos y San Ambrosio. Entre las ofertas académicas del centro está una maestría en Administración de Empresas para apoyar los cambios económicos en Cuba, que han permitido a algunas personas a dedicarse a sus propios negocios.
“La FEU [Federación Estudiantil Universitaria] pidió esta reunión y el Papa aceptó”, dijo Suárez. Cada vez más los jóvenes deciden abandonar la isla en busca de mejores oportunidades en otros países.
No está claro si el Papa se reunirá con disidentes, quienes se lo han pedido. Suárez dijo que no piensa que lo hará. “Esta es una visita pastoral”, agregó.
El día siguiente, Francisco dirá una homilía en una misa celebrada en la Plaza de la Revolución de Holguín, antes de dirigirse a Santiago ya tarde en la noche, donde pasará la mayor parte del tiempo en El Cobre, antes de salir con destino a la Base Andrews de la Fuerza Aérea para su viaje a Estados Unidos el 22 de septiembre a las 12:30 de la tarde.