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¿Los cubanos somos idiotas, nos hacemos o nos hacen?

'OnCuba' y su economista estrella, Juan Triana, han publicado un artículo sobre el interesantísimo tópico de la deuda externa cubana y su posible canje por activos nacionales.

Hugo Cancio, propietario de 'OnCuba'.
Hugo Cancio, propietario de ‘OnCuba’. FACEBOOK/HUGO CANCIO

 

 

OnCuba y su economista estrella, Juan Triana, han publicado un artículo sobre el interesantísimo tópico de la deuda externcubana y su posible canje por activos nacionales. Lo han hecho dando por cierto que los medios de producción en la Isla —empresas, hoteles, tierras— ¡son propiedad del pueblo!… ¿Nos querrán tomar por idiotas?

En su planteamiento el señor Triana afirma que el Gobierno es simple administrador de los bienes del pueblo, que es el verdadero propietario. Pero, ¿cuándo fue la última vez que los cubanos dispusieron de algo en Cuba, si es que muchos ni irse de aquí pueden? El castrismo, alevosamente, convirtió todo en propiedad de todos para que no fuese propiedad de nadie, más que de ellos mismos… Hay que ser o hacerse mucho el idiota para no verlo.

Lamentablemente, en la intelectualidad cubana nada abunda más que el idiota —real o figurín— que al castrismo lo llama siempre Gobierno, nunca régimen o mafia; habla de Cuba como Estado de derecho y jamás como finca, y para no sentirse «un sucio neoliberal», aboga por políticas imposibles y contraproducentes en el marco de extrema descapitalización que el país sufre.

Todos esos hacen «oposición» dentro de los marcos propios del sistema, quieren mejorarlo no eliminarlo, pues para ellos no es cierto que «en cadenas vivir es vivir en afrenta y oprobios sumidos», así que se contentan con cadenas más cómodas. Esta es la «oposición» que fomenta OnCuba, cuyo dueño,Hugo Cancio, ni es idiota ni se hace, aunque bien que se sirve de estos para convertir en idiotas a cuantos más cubanos mejor, y así mantener sus negocios en la finca Cuba.

En su artículo, Triana describe Cuba como país «que arrastra fallas estructurales de las cuales no se ha podido librar por múltiples razones; impedido por leyes extraterritoriales de EEUU de operar en condiciones ‘normales’ del mercado internacional; que no puede acceder a bancos internacionales que se cuidan de transgredir aquellas leyes; que por otras muchas razones no logra honrar sus compromisos de pago y está catalogado por las agencias de riesgo como uno de los de más alto riesgo de la región; que además, no genera suficientes ingresos por exportaciones». Y se pregunta el economista: «cómo puede ese país, renegociar esa deuda y cambiar la imagen que los ‘dueños del dinero’ tienen de él».

Desmenucemos la descripción y respondamos su pregunta.

«Fallas estructurales de las cuales no se ha podido librar»: ¿no han podido o no han querido? Esas fallas no son más que el diseño socialista que los dueños del país impusieron y mantienen para su propia conveniencia. Para no verlo hay que ser o hacerse el idiota.

«Impedido por leyes extraterritoriales de EEUU de operar en condiciones normales del mercado»: esas leyes, si fuesen extraterritoriales, ya estarían denunciadas frente a tribunales internacionales o norteamericanos. Sin embargo, ni Cuba ni ninguno de los multados ha intentado probar tal «extraterritorialidad». Para asumir tan acríticamente el discurso castrista hay que ser o hacerse el idiota.

«No puede acceder a bancos internacionales que se cuidan de transgredir aquellas leyes»: se cuidan los bancos que tratan con activos estadounidenses y, por lo tanto, caen legalmente bajo aquella jurisdicción. Sin embargo, los que no están en ese caso trabajan libremente con Cuba, o trabajaban hasta que esta se volvió dealto riesgo por mala paga. Para no entender eso hay que ser o hacerse el idiota.

«No genera suficientes ingresos por exportaciones»: ¡exacto!… ¡al fin!… ahí está la clave. Las importaciones, en última instancia, se pagan con exportaciones. Cuba no puede importar, no porque no tenga dólares o esté bloqueada, sino porque produce muy poco, y eso, es culpa de las políticas económicas internas. Para no saberlo hay que ser o hacerse el idiota.

Ahora veamos aquello de «cómo puede ese país, renegociar esa deuda y cambiar la imagen que los ‘dueños del dinero’ tienen de él». La solución propuesta por Triana es cancelar deuda entregando bienes cubanos, es decir, ya que Cuba es improductiva y no puede pagar, que entregue capitales para que los extranjeros los usen de mejor manera.

Teóricamente eso es correcto, los bienes deben estar en manos de quien los explote mejor, pues así nos enriquecemos todos. Cuba debería estar abierta al mercado y dejar que extranjeros adquieran libremente empresas, hoteles y tierras en la Isla, como mismo los cubanos pueden comprar esos activos en otros países, no pasa nada… o no pasaría si esto fuese el país normal que Triana describe.

Pero ni Triana, que no es idiota, se cree que esto sea un país normal.

Esta nación se la robaron y los ladrones siguen ahí, y no, no deberían esos maleantes negociar con extranjeros las propiedades robadas a los cubanos, pues aparte de ser inmoral, es un problema para el futuro. Lo es pues el día que recuperemos el país, sus propiedades estarán muy mal negociadas. Los ladrones, no solo son extremadamente ineptos, sino que, principalmente interesados en mantener su botín el mayor tiempo posible, no negocian pensando en el mejor postor económico, sino en quien mejor los mantenga en su sitio.

En todo su artículo el señor Triana, fiel a la línea editorial de OnCuba, evita reconocer que nuestros problemas económicos, incluso los derivados del diferendo con EEUU, son consecuencia de ese robo, esa estafa que sufrimos los cubanos y, por lo tanto, no hay solución que no sea devolvernos la nación, es decir, que se acabe el castrismo. Para no reconocer eso, hay que ser o hacerse el idiota, y séalo el que quiera serlo, pero no pretenda el autor de ese artículo que todos los demás lo seamos.

 

 

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