Los demócratas no callan
Recientemente se celebró la XIII Asamblea Anual del Club de Madrid, organización que agrupa a cientos de ex presidentes y primeros ministros de todas partes del mundo. La interrogante que se planteó fue: ¿Democracia y Derechos Humanos en declive? Un llamado a la acción. Durante esos debates pudimos deleitarnos con la pasión que aún desborda de cada palabra expresada por esos líderes mundiales al referirse a la democracia y sus retos para perfeccionarla. Seguimos con mucho detalle, por razones obvias, los debates latinoamericanos.
En uno de ellos, un expresidente latinoamericano señaló que es un error pensar que cuando algún país alcanza la democracia ya el trabajo está hecho. Por el contrario, apenas comienza. Además agregó que hay que levantar la voz cuando está en riesgo alguna Democracia o cuando se pretenden instalar regímenes autoritarios como viene sucediendo en ciertos países de Latinoamérica, como por ejemplo, en Venezuela. Y señaló: «Fue un error no haber hablado antes. No podemos callar.»
En el marco de esa Asamblea fue aprobada por el Club de Madrid una declaración conjunta, que se adhiere a la resolución de la ONU, que solicita la inmediata liberación de Leopoldo López, uno de los principales líderes de la oposición y quien es considerado un preso de conciencia del régimen de Nicolás Maduro. Actualmente está recluido en una cárcel militar y ha estado sometido a torturas y tratos crueles que atentan contra la dignidad de todo ser humano.
Dicha declaración fue una iniciativa de los expresidentes latinoamericanos, a saber: Óscar Arias, Fernando Henrique Cardoso, Ricardo Lagos, Alejandro Toledo, Luis Alberto Lacalle, Jorge Quiroga, Andrés Pastrana, Osvaldo Hurtado. Y luego fue respaldada por toda la Asamblea del Club de Madrid. En dicha declaración se expresa: «Instamos de manera unísona, contundente y categórica al gobierno de Venezuela a acatar la recomendación del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de las Nacionales Unidas y liberar inmediatamente a Leopoldo López».
Con mucha claridad, los ex mandatarios se adhieren a la Resolución de la ONU referente al caso de Leopoldo y señalan: “el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria indicó que la participación de López en la marcha del 12 de febrero de 2014, no justifica la privación de libertad de un orador o participante”. Asimismo, el Grupo de Trabajo señaló que “la privación de libertad del Sr. Leopoldo López con el objeto de restringirle sus derechos políticos, así como por el ejercicio de sus derechos a la libertad de pensamiento y opinión, de expresión, de reunión, de asociación y políticos, es arbitraria y afecta el derecho de presunción de inocencia, a un juicio justo e imparcial y al debido proceso. En consecuencia, el Grupo de Trabajo concluye que la detención del Sr. Leopoldo Lopez viola normas consagradas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.»
El grupo de líderes que conforman el Club de Madrid no dejaron pasar la oportunidad para hacer un llamado a la acción que debe asumir la comunidad internacional. Invitan «a la comunidad internacional a sumarse a esta iniciativa en pro de la democracia y la vigencia de los derechos humanos… para que demuestre su compromiso con los valores inherentes a la liberación de Leopoldo López y otros presos políticos.»
Consideramos que esa solicitud de liberación no es sólo a favor de Leopoldo sino de todos los presos políticos y un reconocimiento a todos los que luchamos por recuperar la convivencia democrática en Venezuela, para que podamos superar la profunda crisis que vive el país y que golpea a los que menos tienen. Asimismo, esta solicitud envía un mensaje a Latinoamérica y al mundo de la preocupación por el deterioro democrático en Venezuela. Es que los derechos humanos no tienen fronteras y que cuando el mundo observa a los violadores de derechos humanos, los condena.
Es así como la mencionada declaración aprovecha para recoger el problema de fondo de la crisis venezolana al señalar: «Hemos venido siguiendo con profunda preocupación el debilitamiento progresivo del estado de derecho, falta de independencia de los poderes públicos y criminalización de la protesta en Venezuela, lo cual ha traído como consecuencia la comisión de violaciones graves de derechos humanos».
En el calor de los debates siempre se abre la idea de que se puede tener crecimiento económico sin democracia, pero sólo se puede tener dignidad y respeto por los derechos humanos con democracia. La democracia la hacen y la llenan de contenido los hombres, los líderes, los que no se callan. La democracia va a declinar si nos quedamos callados hoy. Nos toca hablar más fuerte, especialmente en Latinoamérica.
En honor a nuestros libertadores, es la hora de hablar. Los demócratas no callan. Gracias a los demócratas del Club de Madrid, el club de la democracia.
Carlos Vecchio es abogado, coordinador político nacional de Voluntad Popular. Twitter @carlosvecchio.