Los inmigrantes están cambiando la economía de Chile
Los extranjeros han aumentado la población en edad de trabajar, con efectos en el crecimiento, el empleo, la inversión, la productividad y el consumo, entre otros.
El lunes, cuando el Banco Central ratificó que el alza en sus estimaciones de crecimiento de la economía de mediano plazo era producto de la llegada de una mayor población migrante, oficializó lo que en el día a día ya se percibía: el paso a un nuevo Chile.
Un país que pasó de tener una población extranjera de unas 490 mil personas a fines de 2014 a más de un millón 250 mil en diciembre de 2018, de los cuales casi 470 mil ingresaron entre abril de 2017 y diciembre de 2018, según datos de INE y el Departamento de Extranjería. Y los efectos ya se sienten en diferentes aspectos de la economía.
Lo primero que se reportó fue el impacto en los salarios. Al haber más personas en la fuerza laboral, los aumentos se salarios se contienen. Eso ya lo adelantó el Banco Central en septiembre del año pasado. Pero no es el único efecto, no está tan claro, ni tampoco es tan lineal ni permanente.
En un estudio publicado por la Comisión Nacional de Productividad (CNP) a fines del año pasado, mostraba que, al menos, hasta 2017 no había evidencia de que los sueldos promedio hayan crecido con menor velocidad cuando se aceleró la migración. El mismo informe sugiere que si hay sueldos que se han deteriorado con la llegada de más inmigrantes, son los inmigrantes establecidos previamente.
De acuerdo a Jeanne Lafortune, coautora del estudio y académica de la UC, hay otros elementos relevantes a considerar sobre la fuerza de trabajo migrante. Esto, porque los migrantes recién llegados tienen una transición en su empleo, iniciando en muchos casos en puestos para los que están sobrecalificados, y después avanzando a ocupaciones más alineadas con su educación.
Esto es particularmente relevante en el caso de los migrantes que llegan al país con mayores calificaciones, como los venezolanos, que cuentan en promedio con 15,6 años de escolaridad (por sobre los 11 años promedio de los chilenos).
Juan Bravo, investigador de ClapesUC, agrega que los trabajos que realizan migrantes sobrecalificados, genera al inicio caídas en productividad, ya que no se están ocupando los recursos de forma eficiente.
Por esto, agregan los expertos, es necesario avanzar en políticas públicas que permitan una mejor inserción de los migrantes al mercado laboral. Lafortune agrega que “una de las barreras más importantes es la inserción de los inmigrantes; lo que vemos en los datos es que los que tienen calificación más alta no trabajan en lo que ellos estudiaron, sino que en servicios”.
“Hay que ver desde todos los sectores cómo uno abre posibilidades, con un mejor sistema de calificación de competencias, de certificación y de acreditación de títulos”, agrega el investigador de Espacio Público Pablo Valenzuela.
Por otro lado, este mayor número de migrantes haciendo trabajos de menor calificación permite, a su vez, “un traspaso de los trabajadores locales a empleos de mayor productividad”, sostiene Bravo.
Además, los inmigrantes están llegando en un momento clave desde el punto de vista demográfico. Como la población chilena se está envejeciendo, y la tasa de fecundidad está más acorde a la de los países desarrollados, la fuerza de trabajo nacional ha aumentado sus años. Mientras, los migrantes que llegan tienen una mayor fracción de su población en edad de trabajar, lo que contribuye a disminuir el efecto de envejecimiento de la fuerza laboral.
“Hay elementos para creer que la inmigración reciente, en particular la proveniente de Venezuela y Haití, no se revertiría en el corto plazo, especialmente considerando que los migrantes que se trasladan a Chile asumen costos mayores que quienes lo hacen hacia países limítrofes. En segundo lugar, la inmigración reciente se caracteriza por ser una población en promedio más calificada, más joven y con una mayor participación laboral que la población chilena. Tercero, relativo a otros países, Chile plantea menores impedimentos legales para insertarse en el mercado laboral”, sostiene el Central.
Los estudios también muestran que la inserción de inmigrantes en las empresas tiene un efecto de complementariedad, que hace aumentar la producción en las firmas. “Los extranjeros tienen un know how distinto, que se complementa con la chilena”, dice Bravo.
Para aprovechar estas oportunidades, hay firmas que ya están apostando por tener una mayor diversidad cultural, lo que lleva a más innovación y competitividad, señala Valenzuela.
Consumo y remesas
Otro efecto importante de la mayor llegada de inmigrantes se da en el consumo. Bravo indica que las personas que arriban al país “también producen y tienen necesidades que cubrir, consumen e incluso algunos invierten”.
De esta forma, aumenta la demanda por bienes y servicios, lo que hace que las empresas, a su vez, requieran contratar más, aumentando también los puestos de trabajo.
Otro impacto de los migrantes se daría en la inversión en tecnología, debido a un aumento en la cantidad de personas con capital humano avanzado. Y, en algunos casos sectoriales (particularmente en el agro), podría retrasar la implementación de sistemas de automatización, ya que se ocuparía una mayor mano de obra.
También en el ahorro e inversión pueden verse cambios. En particular, los migrantes que llegan al país por crisis en sus naciones de orígenes, como los venezolanos, serían más propensos a traer todos sus activos consigo, con lo que aumenta el ahorro nacional.
La otra cara de la moneda es el aumento de los envíos de remesas. De acuerdo a cifras del Banco Central, los egresos subieron 32% en 2018 totalizando US$ 1.519 millones. En un plazo de dos años, las remesas se duplicaron, pasando de US$ 774 millones a los US$ 1.520 millones. Ahora, si se considera desde 2015, año en que comenzó la masiva llegada de inmigrantes, el incremento asciende a 129%.
Con todo, hay otros datos que no son tan positivos, como la tasa de pobreza de los inmigrantes, que según la Casen 2017 llega a 10,8%, más de dos puntos sobre la tasa a nivel nacional.